Numerosas plantaciones de limoneros, tanto jóvenes como adultas, se están viendo afectadas por ataques severos de Phytophthora en varias comarcas de la Región de Murcia. El origen se remonta a las inundaciones que se produjeron durante la DANA sufrida en septiembre de 2019.

En un primer momento, la infección se inicia en árboles diseminados, pero poco a poco van apareciendo síntomas sobre otros, formando normalmente rodales o focos de afección. La enfermedad se ha detectado en parcelas de la comarca del Campo de Cartagena (Balsicas, San Javier, Torre Pacheco,...) y de otros municipios como Abanilla, Santomera y Murcia. Aunque no han podido comprobarlo, el Servicio de Sanidad Vegetal del Gobierno autonómico no descarta que, además de Phytophthora, puedan estar actuando otros hongos oportunistas también.

La sintomatología característica en estos casos es de una progresiva e intensa clorosis general de las hojas, con posterior caída de éstas. Las ramas se secan hasta que finalmente el árbol muere. En las plantaciones jóvenes, este proceso es más rápido: en ocasiones, llegan a secarse completamente sin que se manifiesten los síntomas previos.

En plantaciones muy jóvenes el declive es tan alto que algunos productores han tenido que arrancar parte o toda la plantación. En otros casos menos graves, se van reponiendo los árboles que van cayendo. Hay productores que de forma preventiva están pintando los troncos con un tratamiento fungicida, aunque si la infección ya está establecida en el árbol, no se puede evitar el desarrollo del hongo sobre éste.

Sanidad Vegetal asocia este incremento a las inundaciones que se produjeron durante la DANA sufrida en septiembre de 2019, ya que muchas de las plantaciones más afectadas coinciden con zonas de vaguada o cañadas por donde se produjeron importantes escorrentías durante aquella gota fría. La prolongada exposición de los troncos y raíces de los árboles al agua les provocó una importante asfixia radical y los debilitó. Esto creó las condiciones propicias para generar las infecciones del hongo en esos tejidos. Los arrastres también propiciaron daños de importancia sobre la corteza de ramas y troncos.

Como medida preventiva, Sanidad Vegetal recomienda establecer mesetas altas de plantación para evitar las zonas de vaguada inundables, “aunque para las zonas donde se produzcan grandes movimientos de aguas de escorrentía, tampoco esto evitará que pueda reproducirse este problema”.