Un estudio de la Universitat Autònoma de Barcelona ha confirmado en laboratorio el potencial de los nematodos entomopatógenos en el control biológico de Drosophila suzukii, sobre todo en su estado larvario.
El trabajo, cuyos resultados se han publicado recientemente la revista Phytoma, estudia la susceptibilidad de los diferentes estadios de la plaga frente a los nematodos entomopatógenos. Los investigadores también han desarrollado dos ensayos preliminares en condiciones de laboratorio: uno para evaluar la capacidad de dispersión de los nematodos por parte de los adultos infectados y otro para evaluar la eficacia de su aplicación en fresas infestadas por larvas de D. suzukii.
En 2008, se detectó por primera vez en España esta mosca de origen asiático que se ha convertido en la principal plaga de frutos rojos, como fresas, frambuesas y moras, además de cerezo y vid, entre otros cultivos. Su control se basa en insecticidas químicos autorizados como espinosinas, organofosforados, piretroides y neonicotinoides, aunque no resultan muy eficientes debido a los cortos ciclos biológicos de D. suzukii. Estas aplicaciones se suelen acompañar de medidas de control cultural, como el saneamiento de fruta infestada o demasiado madura y la colocación de mallas de protección o trampas para conseguir disminuir la población de la plaga.
Actualmente, se están desarrollando medidas alternativas de control biológico, que incluyen desde repelentes naturales hasta depredadores, parasitoides o especies entomopatógenas de nematodos y hongos. Los nematodos entomopatógenos de los géneros Steinernema y Heterorhabditis son parásitos de insectos que establecen una relación simbiótica con una bacteria, y que conjuntamente causan la muerte del insecto. El tercer estadio juvenil, la forma infectiva, es de vida libre y es el encargado de buscar activamente un insecto hospedante. Una vez lo encuentra, el nematodo entra a través de los orificios naturales y penetra hasta el hemocele. Una vez allí libera la bacteria simbionte y mata al insecto por septicemia en 24 a 48 horas. Estas especies han demostrado ser eficaces como agentes de control biológico de plagas, especialmente contra aquellas con fases de desarrollo en el suelo, que es su hábitat natural, donde encuentran las mejores condiciones para su supervivencia.
Los ensayos se realizaron con nematodos de la colección de cepas de la Unidad de Zoología de la la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB): Steinernema feltiae (aislado de un campo de frambuesas en Extremadura), S. carpocapsae (aislado de un jardín urbano en Barcelona) y Heterorhabditis bacteriophora (cepa comercial).
En los ensayos de susceptibilidad, las larvas de D. suzukii mostraron una alta susceptibilidad a los tres tratamientos, con una mortalidad de entre el 75% y el 95%
En los ensayos de susceptibilidad, las larvas de D. suzukii mostraron una alta susceptibilidad a los tres tratamientos, con una mortalidad de entre el 75% y el 95%. Se observó una elevada entrada de nematodos y que tanto S. feltiae como S. carpocapsae podrían reproducirse en las larvas y dar lugar a nuevas formas infectivas.
En los ensayos de adultos maduros, la mortalidad fue muy variable en función del tratamiento recibido. Los tratamientos de S. feltiae y H. bacteriophora mostraron una baja virulencia, con solo un 4% y 1% de mortalidad de adultos respectivamente. En cambio, el tratamiento de S. carpocapsae alcanzó una mortalidad del 64,6%. Estos resultados son similares a los encontrados en otras plagas de insectos, como Ceratitis capitata o Tuta absoluta, donde S. carpocapsae ha demostrado una alta capacidad de infección de adultos.
En el caso de adultos recién emergidos, se observó una mayor susceptibilidad que en adultos maduros, hasta alcanzar un 89,56% de mortalidad con el tratamiento de S. carpocapsae. Según los autores de este estudio, esto se debe a que, al emerger de la pupa, los adultos son más vulnerables a la infección debido a su cutícula blanda y a su poca movilidad durante este proceso.
En el ensayo para evaluar la capacidad de dispersión de los nematodos por parte de los adultos de D. suzukii infectados, los resultados confirman, por un lado, la elevada capacidad de S. carpocapsae de infectar los adultos cuando emergen del pupario, y que los adultos que logran volar infectados con nematodos podrían dispersarse y, al morir, liberar en zonas cercanas los nematodos reproducidos en su interior. “Un 17,9% de estos adultos infectados pudieron volar, portando un máximo de cuatro nematodos en su interior. En condiciones de campo, estos adultos que volaron infectados podrían dispersar los nematodos que se hubieran reproducido en su interior”, explican en el artículo los investigadores Anna Garriga, Ana Morton y Fernando García del Pino, del Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la UAB.
Por último, los ensayos preliminares de aplicación de nematodos sobre frutos infestados con larvas mostraron una eficacia en torno al 30% con S. feltiae y S. carpocapsae. “Es necesario realizar ensayos en campo para confirmar la eficacia de los nematodos en condiciones reales y determinar su potencial como método de control de D. suzukii”, concluyen los autores.