La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recibió el encargo de la Comisión Europea de elaborar unas directrices generales, aplicables en todos los países, con recomendaciones y pautas para la detección precoz de la presencia de plagas y enfermedades, y cómo gestionar su establecimiento. Las de Xylella fastidiosa y Phyllosticta citricarpa, hongo causante de la mancha negra de los cítricos, acaban de salir a la luz.

En consonancia con la nueva legislación europea de sanidad vegetal, estas guidelines ponen el acento en la prevención, en “focalizar los esfuerzos donde está el riesgo y producir herramientas estadísticas para poder armonizar el trabajo a nivel europeo”, explica Sybren Vos, científico de la EFSA y coordinador del grupo de expertos que ha elaborado estos  documentos para “potenciar la vigilancia epidemiológica del territorio de los Estados miembros. Es la misma metodología aplicada a todos los organismos, que se tiene que adaptar a la epidemiologia de cada uno”.

Los manuales contemplan tres tipos de vigilancia: detection survey, para substanciar la ausencia del patógeno; delimiting surveys, para delimitar la presencia de un organismo en nuevos focos; y los buffer zone surveys, para proteger el resto del territorio de la zona infectada. Se ha seguido la misma metodología para los tres organismos elegidos en esta experiencia piloto: los dos primeros, una bacteria y un hongo. El tercero, que se publicará próximamente, está protagonizado por un escarabajo de origen asiático, Agrilus planipennis, una plaga devastadora para los fresnos. “Para los dos primeros organismos hemos hecho un inventario completo de las estrategias que hay que desarrollar”, explica Vos. Con una diferencia entre ambos: uno ya está presente en Europea, el otro no. “La metodología no cambia por el hecho de que esté o no esté; la Xylella no está en todos los países”, aclara el científico. “Tenemos que hacer un esfuerzo para que los sistemas se abran de país a país, la armonización es necesaria”. Aunque los tres están en la lista de plagas prioritarias aprobada el año pasado, su elección fue anterior: en 2017.

Sybren Vos explica que en este trabajo, en el que han participado numerosos investigadores, “hablamos de la delimitación, explicamos cómo hacerlas siguiendo las pautas biológicas y ecológicas de los organismos. Todo se basa en su biología, en su capacidad de dispersión y de establecerse en determinados hábitats”. La metodología recoge dos variables (nivel de confianza y prevalencia mínima esperada) que resultan del compromiso entre los recursos disponibles y el nivel de riesgo aceptable, pero esta variable tiene que ser definida por las autoridades competentes en cada Estado Miembro y no por la EFSA. Por tanto, no recogen otras variables que, por ejemplo, sí pueden influir en las medidas de erradicación de la Xylella establecidas por la Unión Europea, en fase de revisión actualmente. En cualquier caso, dada la importancia de los aspectos biológicos de la epidemia, se trata de un documento clave y del que la Comisión Europea se ha nutrido para desarrollar su estrategia.

En una segunda fase, la EFSA prevé elaborar unas directrices por especies de plantas. “Dado que los trabajos de vigilancia se hacen por plantas hospedantes, vamos a intentar optimizar los procesos de inspección y muestreo por planta”, avanza Vos. Así, el objetivo es mejorar el sistema de inspección en un cultivo específico según la fecha, el ciclo de vida de los organismos y el estado fenológico de la planta.

Estas guías complementan las Pest Survey Cards, diseñadas para ayudar a los países a preparar el plan de vigilancia de las plagas de cuarentena, la etapa previa. Aunque, en el caso de Xylella, este fichero ya proporciona información que ayuda a priorizar los esfuerzos de vigilancia en una planta huésped u otra, en la nueva guía se ha comparado “la probabilidad de infección de las diferentes especies vegetales, basados en los datos que hemos obtenido de los focos que tenemos en Europa, y de esta forma podemos priorizar, según el factor de riesgo, las especies donde creemos que vamos a tener más riesgo de infección”.

El científico de la EFSA reconoce que el largo periodo de tiempo que las plantas permanecen asintomáticas, el elevado número de plantas hospederas y la diversidad intraespecífica del patógeno son los principales desafíos de la vigilancia epidemiológica de Xylella. Para ayudar y guiar a los Estados Miembros en la selección de las plantas que deben ser incluidas en el plan de muestreo, la Pest Survey Card dedicada a Xylella presenta listas de plantas huésped ordenadas por nivel de probabilidad de infección por la bacteria basado en los datos recolectados en los focos europeos.

Para la elaboración del manual dedicado a Phyllosticta citricarpa, se han realizado talleres con las autoridades competentes de los Estados miembros con producción de cítricos, y también se han incluido expertos de Argentina, Brasil y Estados Unidos para poder comprender mejor la epidemiología del organismo.