El Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto por el que se aprueba el reglamento sobre acceso a los recursos fitogenéticos, que desarrolla la Ley de semillas, plantas de vivero y de recursos fitogenéticos de 2006, en particular lo relativo al acceso a dichos recursos, e introduce las disposiciones necesarias para el cumplimiento del Tratado Internacional y del Protocolo de Nagoya en relación con los recursos fitogenéticos para la agricultura y la alimentación.

Este reglamento desarrolla la normativa de acceso a los recursos fitogenéticos (material genético de origen vegetal), complementando el acceso a los recursos genéticos procedentes de taxones silvestres, ya regulado por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. De esta forma, ningún recurso queda al margen de la obligación de las autoridades españolas de conservar el patrimonio genético español procedente de especies vegetales, según el Ministerio de Agricultura.

El Tratado Internacional y del Protocolo de Nagoya establecen mecanismos de acceso diferentes. El primero se basa en un sistema multilateral que se materializa en un acuerdo estándar, que incluye unas condiciones ya negociadas y aprobadas, mientras que el segundo se basa en acuerdos bilaterales acordados entre las dos partes interesadas. También se adoptan medidas para proteger y promover los derechos del agricultor.

Ambos instrumentos comparten los objetivos de promover la mejora vegetal con la participación de los agricultores y ampliar la base genética a disposición de los mismos; fomentar el uso de variedades o especies infrautilizadas, locales y adaptadas a condiciones locales, incluyendo variedades o especies que sean más resilientes a los impactos del cambio climático; y conservar y desarrollar los conocimientos tradicionales de interés para los recursos filogenéticos para la agricultura y alimentación.

El real decreto contempla también la creación de una nueva figura, la del productor de semillas dedicado exclusivamente a la producción y comercialización de semillas de variedades de conservación y de variedades desarrolladas para su cultivo en condiciones determinadas. De esta forma, el Ministerio quiere fomentar la conservación y el uso sostenible de los recursos filogenéticos, haciendo especial énfasis en las variedades bien adaptadas a condiciones locales concretas o resistentes a los impactos del cambio climático.

También se crea la Comisión Nacional sobre acceso a los recursos fitogenéticos, que regulará la cooperación y colaboración entre las administraciones públicas competentes en esta materia, que se constituirá como órgano colegiado adscrito al Ministerio, con participación de todas las Comunidades Autónomas.