Se ha detectado en cultivos de arándanos de Huelva la presencia de Phytophthora cinnamomi, causante de la podredumbre radical, principal enfermedad de este cultivo a nivel mundial. Técnicos de los Laboratorios de Producción y Sanidad Vegetal de Huelva y Sevilla analizan este problema en el próximo número de Phytoma.

 

En 2014, se recibieron las primeras plantas de arándano muertas de las que se aislaba Phytophthora cinnamomi. Desde entonces, se han ido recibiendo distintas muestras puntuales con el mismo problema. En la provincia andaluza, esta enfermedad se ha detectado tanto en plantaciones de un año como en plantas adultas de 8-10 años. El patógeno se ha aislado de tres variedades, ‘Ventura’, ‘Jewel’ y ‘Star’, y está en al menos cuatro municipios: Bonares, Lucena del Puerto, Cartaya y Lepe.

Los síntomas en campo consisten en rodales o marras en el cultivo, en los que se pueden observar desde plantas que presentan un retraso de crecimiento, menor tamaño, y que producen menos frutos y de menor calidad a plantas muertas. Los síntomas foliares varían entre clorosis, enrojecimiento, necrosis marginal y defoliación. Además, las plantas afectadas se arrancan fácilmente del suelo debido a que presentan un escaso desarrollo radicular, con muchas raíces muertas y, en algunos casos, con coloración marrón rojiza en el cuello y podredumbres de la corona.

En las localidades onubenses donde se ha detectado la enfermedad no hay constancia de su presencia en otros cultivos aledaños, por lo que los técnicos barajan la posibilidad de que la enfermedad haya llegado en plantas ya infectadas.

En un artículo que aparecerá en el próximo número de Phytoma (308, abril de 2019), los técnicos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo sostenible de la Junta de Andalucía piden que se tomen medidas para evitar la dispersión del patógeno y la entrada en nuevas zonas con el material vegetal, y sugieren que en un futuro se incluya este patógeno en el reglamento técnico de control y certificación de frutos rojos para el cultivo del arándano, del mismo modo que aparece en el de plantas de viveros de frutales para aguacate y castaño. “Las características de este patógeno, facilidad para desarrollarse y multiplicarse rápidamente en suelos húmedos y mal drenados, su alto potencial reproductivo, su capacidad de supervivencia en ausencia de huéspedes, fundamentalmente en forma de clamidosporas, superior a los cinco años, y el elevado número de especies vegetales a las que es capaz de infectar hacen que sea un patógeno muy agresivo”, explican.

El cultivo del arándano se encuentra en plena expansión en nuestro país, siendo Huelva el principal productor de España y la mayor productora de Europa para cosecha temprana de primavera. En esta provincia, el cultivo está adaptado a la metodología de producción de otros frutos rojos y se caracteriza por ser una producción temprana con alta rentabilidad en el mercado.