Pedro Fernández, director técnico de SOS Rural, intervino en la mesa redonda “Pacto Verde, PAC, Mercosur/acuerdos de libre comercio, relevo generacional”, que se celebró en el Congreso de los Diputados, en una jornada sobre la soberanía alimentaria de España y la autonomía europea. Su intervención fue un alegato contundente en defensa del mundo rural y una denuncia contra el papel de las administraciones en la crisis del sector.
“Los agricultores y los ganaderos son profesionales en peligro de extinción”, advirtió el responsable de SOS Rural, entidad que engloba a centenares de organizaciones nacionales y cuyo objetivo es defender la actividad productiva y social del medio rural. Fernández también criticó la falta de políticas públicas efectivas para proteger el sector primario: “¿Cómo es posible que sepamos articular medidas para salvar una especie en riesgo y no hagamos nada para salvar a quienes nos alimentan?”.
Uno de los ejes de su discurso fue la desconexión entre los reguladores y la realidad del campo. “No puede ser que una persona que vive en un hábitat de hormigón y asfalto regule la actividad de un ganadero o un agricultor. Es imposible legislar o amar aquello que no se conoce”, lamentó el director técnico, que insistió en que la toma de decisiones debe basarse en el conocimiento real del sector y no en “relatos ideológicos que demonizan la producción agraria y ganadera”.
“Las Administraciones Públicas de Europa, España y las comunidades autónomas se han alineado en contra de su propio sector productivo. Han conseguido algo intangible, pero gravísimo: la pérdida de ilusión de los agricultores y ganaderos”, acusó Fernández, que también puso el foco en los acuerdos comerciales internacionales que comprometen la seguridad alimentaria en Europa y alertó sobre los riesgos que supone la importación de productos sin los estándares de calidad y control que cumplen los productores europeos: “El año pasado se generaron casi cinco mil incidencias en el sistema de alerta sanitaria europeo (RASFF), y casi la mitad se debe, no a los fitosanitarios sino a la contaminación microbiológica. La salud pública está en juego”.
Los agricultores y ganaderos son profesionales en peligro de extinción
Otro de los puntos clave de su intervención fue la “alarmante” caída en el consumo de productos frescos en España y el impacto de una alimentación cada vez más basada en ultraprocesados: “Somos el primer país productor de la UE y el séptimo del mundo, pero no llegamos a los estándares mínimos de consumo de frutas y verduras que marca la OMS. No hay políticas públicas que fomenten su consumo. Mientras tanto, el 20% de la población española se alimenta de ultraprocesados”. En un llamamiento a la unidad del sector, planteó la necesidad de una estrategia común entre productores y legisladores. “O alineamos el sector productivo con el sector legislativo, o esto es imposible. España echa la culpa a Bruselas, Bruselas a los países miembros… y al final somos todos lo mismo. Necesitamos asumir responsabilidad”, zanjó.
Fernández compartió mesa con representantes de algunas de las principales organizaciones agrarias del país, entre ellos Alfredo Berrocal Montalvo, de Unión de Uniones; Matilde Moro, gerente de la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (ASOPROVAC); y Arturo Hernangómez, de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino. También asistió José Carlos Caballero, miembro de la Comisión Ejecutiva de Alianza Rural. La presencia de SOS Rural en este foro supone un hito importante, al situarse en el mismo escenario que las OPA, sin ser una de ellas, sino como un movimiento complementario que busca trabajar mano a mano con ellas.
Fernández reivindicó el papel de esta entidad como un movimiento independiente que complementa el trabajo de las organizaciones agrarias tradicionales, pero con una visión diferente y sin depender de financiación pública. “Debemos profesionalizar la respuesta y dejar de aceptar relatos que demonizan el campo. No estamos enfrentados con la ciudad, pero necesitamos que se entienda que, sin un mundo rural fuerte, no hay futuro”.