Jonatan Niño, investigador de la Universidad de Valladolid y, previamente, de la Universidad de California Riverside, ha obtenido el XVI Premio SEF-Phytoma a la mejor comunicación oral en el XX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fitopatología por un estudio sobre el silenciamiento de genes inducido por pulverización a través de nanovesículas artificiales para la protección de las plantas frente a hongos patógenos. Este trabajo ofrece una alternativa innovadora a los fungicidas químicos para la gestión sostenible de las enfermedades.

La investigación pionera galardonada demostró que el silenciamiento de genes inducido por pulverización (SIGS, por sus siglas en inglés) puede inhibir eficazmente las enfermedades fúngicas de las plantas, ya que los hongos patógenos pueden absorber el ARN del medio ambiente mediante la aplicación tópica de ARN dirigidos a genes. Estos ARN antifúngicos se pueden diseñar de forma versátil para que sean específicos de especie y se dirijan a múltiples genes simultáneamente.

Una de las principales desventajas del SIGS es la inestabilidad del ARN en el medio ambiente, que se degrada rápidamente cuando se expone a la lluvia, la alta humedad o la luz ultravioleta. Como estudios anteriores habían demostrado que las plantas usan vesículas extracelulares para entregar pequeños ARN en las células fúngicas para suprimir la virulencia fúngica, en este estudio se exploró el uso en SIGS de tres formulaciones de nanovesículas artificiales, que fueron diseñadas para proteger los ARN de doble cadena dirigidos a genes patógenos de la degradación para la aplicación tópica, para controlar el patógeno fúngico Botrytis cinerea. “Primero probamos la capacidad de B. cinerea para absorber dsRNA anclado en las nanovesículas artificiales; luego probamos los tratamientos SIGS en tomate, uva, lechuga y pétalos de rosa, y evaluamos la estabilidad de dsRNA en una variedad de condiciones ambientales. Las tres formulaciones mejoraron la entrega de ARN, mejoraron el efecto de protección de las plantas y extendieron significativamente la duración de la protección mediada por ARN”, explicó Jonatan Niño en su presentación.

El Premio SEF-Phytoma, dotado con 1.500 euros, tiene como objetivo apoyar la investigación y divulgación de los conocimientos en el área de la fitopatología en España. Precisamente, se cumplen treinta de la primera edición del galardón, que se entregó en el VI Congreso de la SEF, celebrado en Torremolinos en 1992, cuando la sociedad científica estaba presidida por Antonio Gómez Barcina.

 Manuel Anguita-Maeso, del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC), obtuvo el áccesit a la mejor comunicación oral por un estudio sobre los factores determinantes y modificadores asociados a las comunidades microbianas presentes en el xilema del olivo. Gracias a sus resultados, se podrían seleccionar consorcios microbianos que, una vez inoculados artificialmente en el xilema, posibilitarán la modificación de su microbioma nativo con el fin de controlar enfermedades causadas por patógenos vasculares, como verticilosis o Xylella fastidiosa, o modificar la fisiología y el crecimiento de la planta.

Sandra Tienda, del Departamento de Microbiología de la Universidad de Málaga, obtuvo el Premio Ricardo Flores a la Mejor comunicación en poster por su trabajo sobre la aplicación de la rizobacteria de control biológico Pseudomonas chlororaphis PCL1606, que induce la supresividad especifica de Rosellinia necatrix, agente causal de la podredumbre blanca radicular del aguacate, mientras que Félix Morán, del Departamento de Virología del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, fue finalista por el desarrollo de RPA-universal-HLB, la nueva herramienta de diagnóstico para la detección rápida de las tres especies de `Candidatus Liberibacter´ asociadas al HLB.

En la cena de clausura del congreso se entregaron dos galardones más: el Premio SEF Relatos Cortos, que ganó David Ruano por El libro de Abu, y el Premio SEF de Fotografía Científica en Fitopatología Miguel Cambra, que se llevó Rafael Villar por Fluorescent Battlefield.