La Unión de Pequeños Agricultores ha pedido a las fuerzas políticas que incluyan en la Ley de la PAC la doble tarificación eléctrica para los regadíos, para diferenciar la campaña de riego -cuando se hace un uso más intensivo de potencia eléctrica, normalmente de abril a septiembre- de los meses en los que no se riega, una demanda histórica de los agricultores.

El alza del precio de la luz está golpeando con fuerza a los agricultores de regadío en toda España: el precio del kilovatio hora (kWh) se ha disparado a más del triple que el año pasado, lo que hace mella en la rentabilidad de las explotaciones agrarias. De media, en el periodo P6 (el más barato) en 2021 el coste del kilovatio estaba en torno a los 0,05 €/kWh, cuando este año ha superado los 0,15-0,16 €/kWh. Esta subida se ha visto incrementada en alrededor de un 40% como consecuencia de la aplicación de los mecanismos de ajuste por el tope al precio del gas.

UPA lleva años reclamando l doble tarificación, reivindicación que pasmado en tres leyes diferentes, sin que se haya traducido a la realidad. “Ya está bien. Exigimos una voluntad política firme para aplicar la doble tarificación, y la tramitación de los reglamentos de la PAC es un buen momento para su aprobación definitiva y su traslado a los contratos de la luz de los agricultores”, señala UPA, que también propone un IVA superreducido del 5% para los consumos de los agricultores mientras dure la situación de altos precios de la energía.

Además, las comunidades de regantes, al ser corporaciones de derecho público, no pueden desgravarse el IVA y tampoco pueden facturárselo a los regantes. “El sistema fiscal está penalizando la gestión del agua en España. Es muy necesario reducir el IVA del suministro eléctrico para el riego al mínimo permitido por la UE, el 5%”, explica la asociación.

España posee la mayor superficie de regadío de Europa, el 54% de ella con sistemas localizados y, aunque apenas representa el 22,6% de la superficie agraria cultivada, en ella se obtiene el 65% de la producción final agraria, según el Ministerio de Agricultura.

El regadío multiplica por seis la productividad, aumenta hasta en cuatro veces la renta de los agricultores y genera tres veces más empleo por unidad de superficie que el secano. “El regadío es la principal fuente productora de alimentos en España, por lo que salvaguardar su supervivencia es garantizar la soberanía alimentaria. (…) Todas las fuerzas políticas del Congreso y el Senado deben aprobar medidas concretas para aliviar la presión sobre este sector en este momento de crisis y garantizar que se pueda seguir sembrando y regando la ‘joya de la corona de la agricultura’ que asegura casi el 70% de la producción de alimentos en este país”, reclama UPA.