La Xylella fastidiosa ha entrado en campaña de la mano del Partido Popular. Su primer candidato a Les Corts Valencianes por la provincia de Alicante, José Císcar, se ha comprometido a defender ante el Ministerio de Agricultura y la Comisión Europea la sustitución del plan de erradicación por el de contención, lo que ha provocado duras críticas de AVA-ASAJA y de la asociación de viveristas.

 Císcar mantuvo el pasado martes una reunión con Francisco Javier Molines, presidente de AXFA (Asociación de Afectados de la Xylella fastidiosa en Alicante), tras la cual asumió el compromiso electoral de defender el cambio de las medidas puestas en marcha para evitar la propagación de la bacteria, además de instar ante los organismos del Gobierno de España y la Comisión Europea la modificación del Programa de Desarrollo Rural de la Comunitat Valenciana, “para implantar líneas de ayudas a los afectados y un plan de replantación inmediato para mitigar el impacto”, y garantizar el máximo apoyo y comunicación con los afectados desde la Generalitat Valenciana, restableciendo “el diálogo y la colaboración con los afectados para trabajar conjuntamente en evitar la propagación de la plaga”.

Císcar, que fue conseller de Agricultura de 2012 a 2015, se comprometió a sacar adelante estas propuestas si el Partido Popular gobierna la Comunitat Valenciana, y a incluirlas como prioritarias en el caso de tener que llegar a acuerdos o pactos con otras formaciones políticas.

Las reacciones a este compromiso electoral han sido inmediatas. La Asociación Profesional de Flores, Plantas y Tecnología Hortícola de la Comunidad Valenciana (ASFPLANT) ha calificado de “disparatado e irresponsable” el respaldo del PP a las propuestas de AXFA. La asociación que agrupa a las firmas viveristas valencianas alerta sobre las graves consecuencias que reportarían, tanto para las empresas de este sector como para el conjunto de la agricultura, sustituir el actual plan de erradicación por otro fundamentado en la contención y que implica la puesta en marcha de otro tipo de medidas, que ASFPLANT considera mucho más perjudiciales. “Efectivamente, el cambio de un plan a otro, tal como propugna el PP de Alicante y la asociación AXFA, supondría en la práctica ampliar el cordón de seguridad, fijado actualmente en 5 kilómetros respecto al foco donde se localiza la Xylella, hasta una distancia de 30 kilómetros, incluyendo los 20 kilómetros de la llamada zona infectada y los 10 de la zona tampón. Si prospera esa tesis, alrededor de 300 firmas viveristas quedarían inmovilizadas en esa zona sin poder ejercer su actividad durante un período de cinco años, tal como establece la legislación europea, lo que podría condenar a muchas de ellas a su desaparición”. La cifra de negocio del sector viverista que se vería comprometida con este cambio de criterio, según ASFPLANT, ronda los 150 millones de euros anuales. El presidente de la asociación, José Vicente Almudéver, considera que “no se puede hablar tan a la ligera y sin informarse antes debidamente para arañar un puñado de votos”. El dirigente afirma que en Italia, “donde están aplicando el sistema de contención en lugar de la erradicación, el desastre es absoluto y la bacteria campa a sus anchas de forma descontrolada causando un grave perjuicio a todo el sector agrario”. Almudéver recuerda también que la Unión Europea no contempla ayudas para indemnizaciones por arranque para aquellos países que opten por la contención en el lugar de hacerlo por la erradicación.

Por su parte, AVA-ASAJA reclama que “no se instrumentalice ni se haga demagogia por parte de los partidos políticos en plena campaña electoral con un problema tan grave”. Según ha declarado el presidente de la organización, Cristóbal Aguado, “hay temas que son demasiado serios como para jugar con ellos en plena campaña electoral y el problema de la Xylella fastidiosa es sin duda uno de ellos. En estos momentos, y teniendo en cuenta la actual situación de la bacteria en la Comunitat Valenciana, hay que seguir apostando a toda costa por la erradicación porque es mucho lo que está en juego y hoy por hoy cualquier otro método de lucha entraña el riesgo cierto de que la bacteria se propague no sólo al resto de comarcas valencianas, y especialmente a las de Alicante, sino también a otras regiones españolas y a todos los cultivos dada su facilidad de mutación”.