A unos meses de completar su proceso de fusión y convertirse en una empresa totalmente independiente, Corteva Agriscience, que aglutina los negocios agrícolas de Dow y DuPont, hizo su presentación internacional en Fruit Logistica, la feria del sector hortofrutícola que se celebró en la capital alemana. Allí presentaron el programa CoNNEXT, con el que pretenden ayudar a sus clientes a comercializar los alimentos que producen.

 

La unión de DuPont Crop Protection, DuPont Pioneer y Dow AgroSciences ha alumbrado una nueva empresa, Corteva Agriscience, que lleva un tiempo operando conjuntamente pero que a mediados de junio se convertirá definitivamente en una empresa independiente surgida de la fusión de dos grandes multinacionales: Dow y DuPont.

Fruit Logistica fue el escenario escogido para que los máximos responsables europeos de la empresa con sede en Delaware (Estados Unidos) se dieran a conocer. Primero, con un encuentro restringido con la prensa al que asistió Phytoma como único representante español; posteriormente, con un evento que congregó a centenares de empleados, clientes y distribuidores, en el que presentaron el programa CoNNEXT y algunos de los productos fitosanitarios de su amplio catálogo.

El ucraniano Igor Teslenko lidera la nueva corporación en Europa. Vinculado a DuPont desde 1997, ha sido el encargado de capitanear desde Ginebra la integración de las tres empresas a nivel continental. “El proceso ha durado tres años. Nos hemos centrado mucho en la estrategia, en construir una empresa exitosa. Hay mucha energía e ilusión por conseguir nuestros objetivos”, señaló.

En territorio europeo, Corteva obtiene unas ventas netas de 2.400 millones de euros, repartidas casi a partes iguales entre productos de protección de cultivos (51%) y semillas (49%), y tiene registradas más de cincuenta sustancias activas. “Somos una empresa líder e influyente. Nuestra misión es estructurar la agricultura del futuro, cumplir con las expectativas de los consumidores y los agricultores”, subrayó Teslenko, que resumió en una frase el “propósito” de la nueva empresa: “enriquecer las vidas de aquellos que producen y aquellos que consumen, garantizando el progreso de las generaciones venideras”.

Una orientación hacia el agricultor y consumidor que ha cristalizado en un programa, CoNNEXT, con el que buscan ayudar a sus clientes a comercializar cumpliendo con las exigentes normas de seguridad alimentaria. “Conocemos las frustraciones de los agricultores respecto a los LMR; tenemos que empoderarles. Queremos facilitar a nuestros compradores su capacidad para comercializar mejor sus productos, que aprendan a utilizar los productos que fabricamos de manera segura para el comercio internacional”, avanzó Tom McHale, Food Chain Leader de Corteva en Europa y responsable de este proyecto.

El programa aprovechará el conocimiento de los mercados locales y las capacidades de una empresa global para poner a disposición de sus clientes información muy precisa. De esta forma, podrá ser capaz de determinar la probabilidad de encontrar residuos en unos niveles muy específicos. “Queremos que los agricultores tengan la confianza de que pueden cumplir los requisitos utilizando nuestros productos”, aseveró McHale.

Teslenko insistió en la voluntad de la empresa de cooperar con las autoridades europeas en materia de agricultura y seguridad alimentaria, pero pidió “sistemas transparentes que generen confianza” en la industria. “El sistema normativo es estricto y complejo”.

Los directivos de la nueva empresa asumen sin complejos su aspiración de liderazgo, esgrimiendo un amplio portfolio que abarca germoplasma, productos para la protección de cultivos y tecnología aplicada a semillas, una apuesta por nuevos servicios de agricultura digital y unos recursos para investigación envidiables, sólo al alcance de pocas empresas del sector. “La innovación será el motor que impulse estos cambios, es el factor clave. Destinamos muchos recursos a desarrollar soluciones competitivas”, explicó Teslenko, quien aseguró que están “muy preparados para tener éxito, aunque la competencia va a ser dura”.

De su catálogo, dos productos tuvieron especial protagonismo en Berlín, con presentaciones y numerosos testimonios de clientes que asistieron al evento. Por un lado, Zorvec, fungicida “con un perfil toxicológico muy positivo” que controla enfermedades producidas por hongos oomicetos y no genera resistencias con otros fungicidas; en segundo lugar, Isoclast, insecticida cuyo principio activo es la sulfoximina que se comercializa con la marca Closer y que para Corteva supone la mejor alternativa a los neonicotinoides, familia de insecticidas cuyo uso en cultivos al aire libre está prohibido en la Unión Europea.