La estrategia de Koppert contra la polilla del boj (Cydalima perspectalis) consiste en la combinación de Buxatrap y Capsanem: la detección precoz de polillas mediante feromonas y el uso de nematodos para eliminar larvas consiguen un alto nivel de efectividad.

Es importante detectar los primeros signos de la infección en primavera. El primer paso es utilizar trampas para las polillas de boj (Buxatrap®), que contienen una feromona sexual específica llamada  Pherodis, para atraer y capturar a la polilla macho. Buxatrap® se utiliza sin necesidad de agua en su interior, por lo que es una trampa que no requiere ningún tipo de mantenimiento.

Por su parte, Capsanem®, formulado con el nematodo entomopatógeno Steinernema carpocapsae, mata eficazmente las larvas jóvenes de la polilla del boj, de ahí la importancia de la detección precoz. Koppert recomienda que los nematodos se apliquen cuando exista un alto nivel de humedad alrededor de las hojas, a última hora de la tarde, por la noche o en días húmedos. Esto ayudará a los nematodos a mantenerse vivos el tiempo suficiente para buscar y matar las larvas de forma efectiva.

La polilla del boj  es un lepidóptero que se alimenta, sobre todo, de las hojas de los arbustos de boj (Buxus spp.), provocando su defoliación. Desde que se detectó por primera vez hace una década en Alemania, ya ha causado graves daños en varias comunidades autónomas de España, principalmente en Cataluña, Navarra y País Vasco. Sus larvas son verdes con distintivas rayas negras y puntos blancos. Se alimentan de las hojas de los arbustos de boj, pero también pueden atacar sus cortezas, provocando su deshidratación y muerte. Los daños suelen empezar en las partes inferiores de la planta, donde se encuentran las hojas más maduras, y los síntomas habituales son hojas con daños por alimentación en los bordes. Otros síntomas son excrementos y mudas que quedan entre las ramas, como las cápsulas cefálicas negras de distinto tamaño.