Los campos de arroz del Delta del Ebro participantes en el programa Origins? de Kellogg han experimentado por cuarto año consecutivo un incremento del rendimiento medio con respecto al rendimiento medio de la zona. En la última cosecha, recogida en otoño de 2016, este incremento ha alcanzado un 5%, a pesar de que las bajas temperaturas al comienzo de la temporada afectaron negativamente a la producción en algunas parcelas.

El programa OriginsTM de Kellogg está activo desde 2012, fruto de una colaboración entre la empresa y el IRTA para mejorar la sostenibilidad del cultivo del arroz a nivel económico, social y medioambiental.

 

Más del 20% de la superficie arrocera del Delta del Ebro aplica las 10 Mejores Prácticas en el cultivo del arroz identificadas y puestas en marcha por el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria) gracias al programa Origins? de Kellogg. Entre ellas destacan el análisis de suelo, recomendaciones de fertilización, de siembra, de manejo del agua y métodos de identificación y control de malas hierbas, plagas y enfermedades.

El IRTA además ha creado un plan de formación y asesoramiento dirigido a técnicos y agricultores con el fin de extender estas buenas prácticas agronómicas para que así puedan optimizar los recursos, mejorar la rentabilidad del cultivo y disminuir el impacto medioambiental.

Dentro de este plan, el día 28 de febrero se ha celebrado una Jornada de Puertas Abiertas con la participación de más de 300 asistentes para dar a conocer al resto de productores de arroz del Delta del Ebro los detalles y resultados del programa y extender así sus beneficios a toda la región arrocera. La información ha sido presentada por técnicos del IRTA y por los propios agricultores participantes en Origins? que han explicado su experiencia, destacando que las parcelas vitrina han mejorado la rentabilidad gracias principalmente a una fertilización adaptada, tras analizar las necesidades específicas del suelo.

Desde hace décadas Kellogg utiliza arroz producido en España como materia prima para la elaboración de cereales de desayuno, entre otros Choco Krispies y Special K, que se elaboran en la planta de Kellogg situada en Valls (Tarragona) desde la que se exportan a más de 20 países.