Nos encontramos en un momento clave para establecer las estrategias más adecuadas para el control de adventicias en el cultivo de vid (especialmente, parrales de uva de mesa), tendente a evitar ciertos problemas en el cultivo, entre otros, el aumento de la población de mosquito verde o trips, los cuales pueden afectar gravemente a la próxima cosecha, especialmente en plantaciones con riego localizado y cultivo bajo plástico o malla.

La presencia de hierbas durante la floración o momentos previos a la misma, puede favorecer el incremento de las poblaciones de trips, que posteriormente podrían afectar al racimo.

Además, las primeras fases de la brotación, durante las que hay una gran demanda de nutrientes, son las más sensibles a la competencia de malas hierbas y a los posibles vapores que podrían producirse con las aplicaciones de herbicidas. Por estas razones, las estrategias más adecuadas para el manejo de malas hierbas podrían ser las siguientes:

  • Si hay hierba nacida, excesivamente desarrollada, se realizará primero una aplicación con un producto foliar en las condiciones y dosis establecidas para cada producto.
  • Posteriormente y antes del inicio de brotación del cultivo, si la presión de hierbas fuera importante en la parcela, se realizará una aplicación de un herbicida de acción persistente, al menos sobre las bandas de humedad. Los productos a utilizar serán poco solubles, siempre que los suelos tengan una textura media o pesada. En todo caso, aplicar siempre siguiendo estrictamente las recomendaciones dadas en las etiquetas de los productos utilizados.
  • Si el terreno está libre de hierbas emergidas, con el tratamiento de un producto persistente es suficiente, mientras que si la situación es intermedia, es decir, hay hierbas nacidas pero no cubren toda la superficie del suelo (no más del 30-40 %) puede realizarse una aplicación mezclando un producto de acción persistente con otro foliar.
  • Después de la brotación y hasta el otoño, cuando sea necesario, se realizarán aplicaciones de "parcheo" sobre los focos de hierbas que pudieran ir apareciendo con un producto de acción exclusivamente foliar.
  • La realización de labores, salvo las muy superficiales sobre las bandas de humedad en un sistema de riego localizado, estarían totalmente contraindicadas durante la fase vegetativa del cultivo.
  • Hay que tener una especial preocupación con los tratamientos realizados durante la fase vegetativa, ya que al cerrar la masa foliar el terreno, podría provocar una excesiva concentración de vapores, con daños en la plantación. Para reducir este efecto deben utilizarse las dosis mínimas necesarias en cada caso, realizando aplicaciones en bandas alternas, si es que hay mucha vegetación, que se completarán a la semana siguiente sobre las bandas no tratadas.
  • Extremar las precauciones en los suelos más ligeros y no realizar aplicaciones mientras está funcionando el riego, ni regar durante 24 horas posteriores al mismo. No es recomendable la utilización de herbicidas sobre suelos excesivamente arenosos o pedregosos.

La siega mecánica y la realización de labores muy superficiales, pueden ser una alternativa a algunos tratamientos herbicidas. Los acolchados plásticos pueden ser peligrosos a la larga si dificultan el intercambio gaseoso entre el suelo y el aire.