Este auténtico barreno de la madera del manzano, que puede superar los 6 cm. de longitud, ocasiona importantes daños, sobre todo, en ejemplares jóvenes a causa de las galerías que excava en ramas y tronco, que van siempre en sentido ascendente.

Síntomas y biología:

Al pie de los árboles se observan numerosos excrementos rojo anaranjados, a modo de serrín que delatan la presencia del parásito. Éste, que es una preciosa oruga de color amarillo salpicada de motas negras, penetra en los árboles a través de un pequeño orificio que podemos localizar en la vertical del lugar en que se encuentren los excrementos. Los troncos y ramas horadados por los taladros se parten fácilmente por la acción del viento. Al final de su desarrollo la larva va a tejer su capullo cerca de la boca de la galería para facilitar su salida en forma de mariposa, lo cual ocurre en los meses de verano. Dicha mariposa realiza la puesta en ramas y troncos, pudiendo llegar a ser de un millar de huevos.

Se ha iniciado la salida de larvas que se prolongará durante todo el verano, observándose los primeros daños producidos por las orugas recién salidas. Se deben proteger las plantaciones realizando tratamientos a los focos localizados en el tronco y base de las ramas principales.

La técnica de la confusión sexual, en plantaciones con las condiciones adecuadas, puede ser una herramienta eficaz para el control de la plaga.

Productos: en caso de optar' por el control químico, tratar con aceite parafínico al 1% y uno de los siguientes productos: alfa cipermetrin, ciflutrin, deltametrin, esfenvalerato, lambda cihalotrin, zeta cipermetrin.

Vigilar la posible proliferación de ácaros como consecuencia del uso de piretrinas.