Los daños se presentan por rodales, manifestándose por raquitismo de los brotes y falta de producción. Los daños más importantes los producen en las plantaciones jóvenes, atacando principalmente la zona del injerto, pudiendo llegar a matarlas, ya que también en estas plantaciones jóvenes se alimentan de sus raíces.

Seguimiento y estrategia de lucha

El vuelo de los adultos puede seguirse mediante trampas luminosas. La curva de puesta puede determinarse mediante "trampas de puesta", consistentes en colocar clavadas en el suelo estacas de castaño de unos 60 cm de altura y rodeadas de arpillera en la parte superior. Observando 2 veces por semana, desenrollando la arpillera, se puede confeccionar la curva de puesta, así como la eclosión de los huevos.

La eclosión de los huevos es muy simultánea, y suele ser hacia finales de febrero - principios de marzo en zonas cálidas y en abril en zonas más frías, como la de las mesetas; esta salida nos va a determinar el momento de realizar un tratamiento incorporándolo a 15 -20 cm., lo más próximo a las raíces.

En las parcelas con presencia de puestas de la plaga bajo las cortezas, es conveniente que se proceda a un descortezado de las parras ubicadas en las zonas afectadas, con el fin de eliminar la mayor parte de huevos antes de que comiencen la eclosión, que podría tener lugar en 10-15 días, dependiendo de las condiciones climatológicas. Además, esa labor, favorece la acción de cualquier tratamiento insecticida que se haga, tanto contra esta plaga como contra cualquier otra, como melazo (Pseudococcus citri, Riso).

Un tratamiento insecticida a base de Clorpirifos o Metil clorpirifos, justo cuando comience la eclosión de huevos, puede ofrecer eficacias muy interesantes contra la plaga. Este tratamiento también ofrece buenos resultados contra melazo (Pseudococcus citri, Riso), por lo que puede hacerse de forma conjunta para ambas plagas, donde estén presentes ambas. Además, el descortezado previo al tratamiento, también favorece a ambas plagas.

foto: alfonso lucas