SOLARIZACIÓN
La solarización del suelo es un procedimiento no químico de desinfección de fácil aplicación en pequeñas superficies de cultivos hortícolas y viveros, no contaminante y relativamente económico.
Consiste en el aprovechamiento de la energía del sol durante los meses más calurosos del año (junio-agosto), para calentar el suelo, previamente humedecido y cubierto con plástico transparente. Se ha comprobado que mediante este sistema se puede eliminar gran cantidad de organismos nocivos del suelo (hongos, nematodos y malas hierbas anuales), disminuir la salinidad de suelos sometidos a capas freáticas salinas y estimular el crecimiento de las plantas que posteriormente se cultiven.
BIOFUMIGACIÓN
Consiste en el enterramiento de materia orgánica (estiércol fresco, material vegetal en verde) con alto contenido en nitrógeno, que al fermentar genera amoniaco y otros gases
que tienen un efecto fumigante.
Con la aplicación de la biofumigación seguida de la solarización, se consigue una mayor temperatura del suelo y de la producción de gases, aumentando la eficacia de la desinfección.
Antes de la implantación del cultivo se debe airear el suelo para favorecer la eliminación de gases.