Para su desarrollo necesita temperaturas entre los 10º y 35º C, siendo el óptimo la situada entre 23 y 26ºC, y humedades relativas del 90%. Los ataques más graves se producen cuando la planta está completamente desarrollada. Los tratamientos se realizarán cuando se observen los primeros síntomas.

Medidas Culturales:

Mantener las plantaciones aireadas es de vital importancia para evitar los ataques de esta enfermedad.

Control Químico:

Los tratamientos con azufre pueden llegar a ser muy efectivos siempre y cuando se controle la dosis y el momento de aplicación. Lo óptimo es realizar los tratamientos hacia la tarde, para evitar problemas de fitotoxicidades derivados de las altas temperaturas y tener los invernaderos bien aireados. Recordad que los productos de azufre son incompatibles con los aceites minerales.