El máximo de formas sensibles (L1+L2) de la primera generación del año es el óptimo para la realización de un tratamiento fitosanitario. Este momento es predecible si se sigue la evolución de tres variables: la evolución de los estadios del piojo rojo de California en una determinada parcela, el número de machos de piojo rojo de California capturados en esa misma parcela y el promedio de las integrales térmicas para esta especie de los municipios más cercanos. La evolución de los porcentajes de los estadios del piojo rojo de California ayuda a la determinación del momento óptimo de tratamiento (L1+L2).
El número de capturas de machos ayuda a detectar el momento máximo de vuelo y el tiempo transcurrido entre este vuelo y la siguiente generación dependerá de la temperatura, y por tanto, de la evolución de la integral térmica. La Integral Térmica indica el número de grados acumulados desde el 1 de enero del año en vigor que superen la temperatura umbral de desarrollo (para Aonidiella aurantii = 11,7ºC); se expresa como grados-día, los cuales se obtienen como la diferencia entre la temperatura media y la temperatura umbral siempre que ésta última se supere y siendo el valor cero cuando la temperatura media sea menor que la umbral.
Ya ha tenido lugar el máximo del primer vuelo de machos, que se suele producir a los 150ºC (100-200ºC según zonas). Las capturas de machos que se detectan en este momento corresponden al segundo pico del primer vuelo.
En algunas provincias del sur de levante ya se ha alcanzado el momento óptimo de tratamiento correspondiente al máximo de inmaduros [L1+L2 (larvas de primer y segundo estadio)]. En el resto de la Comunidad, los estadios predominantes son el de H3 (hembra con larvas) y el L1 (larvas de primer estadio), sin haberse alcanzado aún el momento óptimo de tratamiento, para lo que aún se necesitarían de 10 a 15 días, según zonas.