POLILLA DEL TOMATE. Tuta absoluta.
Aunque las poblaciones hasta este momento no son elevadas, con el ascenso de temperaturas se produce un aumento de las poblaciones y por lo tanto se acorta el tiempo para completar el ciclo de desarrollo de la plaga.
Para mantenerla a niveles aceptables, en cultivos al aire libre se recomienda:
Si la temperatura media es menor a
Tratar con azufre en espolvoreo y bacillus thuringiensis, cuando hay presencia de galerías en alguna hoja. Tratar con azadiractina, bacillus thuringiensis y spinosad si hay muchas plantas con presencia de galerías.
Si la temperatura media es mayor a
Tratar con abamectina,Azadiractina, bacillus thuringiensis y spinosad cuando hay presencia de galerías en alguna hoja. Tratar con clorantraniliprol, Emamectina, indoxacarb y metaflumizona si hay muchas plantas con presencia de galerías.
Indicaciones especiales para cada producto:
clorantraniliprol: no realizar más de 2 tratamientos por cultivo.
emamectina: no realizar más de 1 tratamiento por cultivo.
indoxacarb: no realizar más de 6 tratamientos por cultivo.
metaflumizona: no realizar más de 2 aplicaciones por campaña.
spinosad: no realizar más de 3 tratamientos por cultivo.
Recordamos que las medidas culturales son esenciales para mantener un buen control de la plaga, entre ellas la destrucción de hojas tallos y frutos atacados.
Recomendaciones para los espolvoreos de azufre:
Los espolvoreos de azufre, adecuadamente realizados, durante las primeras fases de desarrollo de la plantación, cuando menos problemas ocasionan a los operarios, pueden ser una inestimable ayuda para retrasar las posibilidades de colonización del cultivo por ácaros. especialmente cuando se trata de vasates. Estos espolvoreos pueden realizarse con cadencias entre 10 y 20 días, dependiendo de la velocidad de crecimiento del cultivo, sin sobrepasar las dosis recomendadas de
Las pulverizaciones líquidas de azufre, de los formulados registrados para este tipo de aplicación y uso. también pueden ser interesantes. El problema es conseguir una buena cubrición del envés de las hojas, por lo que su eficacia suele ser inferior a los tratamientos en espolvoreo. Una buena práctica, sería aprovechar algunos otros tratamientos que hubiera que realizar en la plantación, para incorporar un azufre mojable. siempre que fuera compatible.
A la hora de utilizar azufre, deben tenerse en cuenta las posibles incompatibilidades con otras aplicaciones previas o posteriores, especialmente de aceites, así como los riesgos de fitotoxicidad con temperaturas excesivamente elevadas.