TRATAMIENTO DE INVIERNO

Después de estos días de humedad tan elevada será conveniente, tan pronto el clima lo permita, aplicar uno de los tratamientos cúpricos que se recomiendan en invierno tanto en frutales de pepita como de hueso o en el kiwi. 

 

Normas generales

El tratamiento de invierno debe realizarse en todas las plantaciones de frutales, sobre todo en las viejas. Tiene gran importancia para controlar o disminuir los ataques posteriores de algunas plagas o enfermedades como: piojo de San José (Quadraspidiotus perniciosus), pulgones (Myzus persicae y otros), abolladura (Taphrina deformans), araña roja (Panonychus ulmi), oidio (Sphaerotheca pannosa), sila (Cacopsylla pyri).

 

Recomendaciones a tener en cuenta

Se realizarán los tratamientos después de haber podado.

  • Los tratamientos de invierno actúan por contacto, por lo que hay que mojar bien todas las partes del árbol sin olvidar las ramas más altas.
  • Todos los tratamientos invernales tienen mayor o menor fitotoxicidad, por lo que hay que extremar la precaución de no mojar otros cultivos colindantes (hortalizas...) y efectuarlos en el estado fenológico indicado.
  • No tratar con viento
  • El tratamiento no debe realizarse en tiempo lluvioso ni en día de riesgo de helada. La temperatura será superior a 5ºC.
  • El polisulfuro de calcio se utiliza sólo, no mezclar con compuestos de cobre ni insecticidas, por ser incompatible con la mayoría de ellos.
  • Deben transcurrir como mínimo 30 días entre un tratamiento anterior o posterior de aceites y otro con polisulfuro.

 

Posibles tratamientos

Existen diversas posibilidades, debiéndose elegir para su ejecución el que más se acomode a los problemas de cada explotación según observación reiterada durante la poda o en la campaña anterior.

Eficacia de los aceites en los tratamientos de invierno

 

Los aceites actualmente autorizados son los aceites de verano o de parafina, ya que los aceites de invierno con residuo insulfonable bajo fueron prohibidos en agricultura hace unos años.

Los aceites de parafina se comercializan con una riqueza entre el 60 y el 83% y son menos eficaces contra insectos que los antiguos aceites de invierno, pero son menos fitotóxicos y pueden utilizarse hasta los estados fenológicos C/D.