Entre las propiedades de calidad de frutas y hortalizas, las organolépticas (color, sabor, aroma, textura, etc.) tienen cada vez más importancia en la decisión del consumidor, por lo que su estimación a través de técnicas no destructivas supondría un gran avance.

 

El IVIA, en colaboración con la Universitat Politècnica de València y la Universidad Miguel Hernandez de Elche, ha liderado un proyecto de investigación recientemente concluido financiado por el INIA (RTA2012-00062-C04-01), para avanzar en la creación de un sistema robotizado capaz de manipular productos en poscosecha de forma individualizada, extrayendo a la vez medidas que aporten información sobre su calidad interna mediante espectroscopia. El sistema, que se ha probado en mangos, consta de una garra capaz de manipular el producto mientras mide su firmeza y un equipo de espectroscopia acoplado que evalúa su calidad interna.

Los resultados parciales se enmarcan en la línea prioritaria del IVIA 21.2 Tecnología para la inspección automática de la calidad de las fruta y se han publicado recientemente en la revista científica Biosystems Engineering. Este trabajo tiene continuación en el proyecto RTA2015-00078-00-00, recientemente concedido al IVIA con el objetivo de investigar nuevos sistemas de inspección en línea de las propiedades y calidad interna de productos hortofrutícolas mediante espectroscopia e imagen hiperespectral.

 

Una gran ventaja de los sistemas de inspección basados en visión artificial, extendidos entre nuestras centrales hortofrutícolas, es que no necesitan contacto con el producto para realizar la inspección ya que inspeccionan la calidad externa del fruto mediante imágenes que adquieren y analizan a gran velocidad. El problema surge cuando se trata del análisis de la calidad interna, ya que en la mayoría de los casos es necesario un contacto que puede dañar el producto durante su manipulación.

En la actualidad existen muy pocos sistemas de inspección en línea capaces de obtener información sobre las propiedades internas del fruto y su rendimiento es muy limitado. Una posible solución que está penetrando con fuerza en el sector agroalimentario viene de los sistemas robotizados, incorporados a sistemas de recolección mecanizada que ya se están investigando como alternativa para reducir los costes de producción. A pesar de los problemas aparentes de la robótica a la hora de manipular productos hortofrutícolas, presenta innumerables ventajas, como un contacto individualizado con cada producto y la posibilidad de una manipulación simultánea a la inspección, envasado, etc.

Pueden acceder al contenido de la publicación mencionada en nuestro repositorio institucional

 

http://redivia.gva.es/handle/20.500.11939/5733

Figura: Sistema de agarre robotizado de frutas que incorpora sensores de aceleración y espectrometría para analizar la calidad interna durante la manipulación del producto.