Cydalima perspectalis, especie invasora que se alimenta de hojas de boj de jardines y bosques, ya ha afectado a 180.000 hectáreas, un tercio de los bojes de Cataluña. La previsión de la Generalitat es que llegue a todas las zonas de Cataluña con presencia de esta planta y apunta a un escenario de pérdida progresiva de las masas de boj, aunque se está trabajando para encontrar métodos de control biológico y minimizar sus daños.

Este lepidóptero se dispersó muy rápidamente hacia el sur de Europa y se detectó por primera vez en Cataluña, en 2014, en Olot (Garrotxa). Desde entonces, se ha ido extendiendo con mucha rapidez y ya está presente en 192 municipios de 24 comarcas.

Los datos de la Red de Vigilancia y Seguimiento de la polilla del boj en Cataluña revelan que, en algunas comarcas, donde se esperaba una evolución más grave de la plaga, esta se ha estancado y el boj comienza a recuperarse. Así, se observa una caída de la intensidad de la plaga y una desaceleración en el ritmo de expansión. Osona, Ripollès y Garrotxa son las comarcas donde las primeras afectaciones de la plaga fueron severas y siguen manteniendo esta situación. Son las comarcas con mayor superficie afectada, junto con el Berguedà.

El Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, mediante los servicios de Sanidad Vegetal y el de Gestión Forestal y el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, lidera el Grupo de Trabajo Técnico de la polilla del boj, que se reúne periódicamente desde hace más de seis años y trabaja conjuntamente para conocer a fondo la evolución de la invasión y el ciclo biológico en las diferentes zonas del territorio y comprobar la eficacia y momentos más adecuados para aplicar posibles tratamientos fitosanitarios. De este grupo forma parte también el Cuerpo de Agentes Rurales y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).

El grupo de seguimiento de C. perspectalis también ha realizado un trabajo experimental en una finca situada en Tavertet (Osona) que evalúa cuáles son las herramientas de control más eficientes. De forma puntual, se ha puesto en marcha un trabajo técnico de dos años de duración para buscar depredadores y parasitoides en la misma zona de estudio. Para estudiar las plantas ornamentales y monumentales de boj, se ha realizado una prueba con la técnica de endoterapia con productos autorizados para estos ámbitos. También se ha realizado un estudio técnico de confusión sexual con feromonas que ya se utiliza en Francia y cuyos resultados estarán disponibles en octubre.

Este verano, la Generalitat aplicó un tratamiento de emergencia para controlar la plaga en un bosque singular

Este verano, el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat aplicó un tratamiento de emergencia para controlar la plaga en Valielles en Montmajor, en un bosque singular que ocupa una superficie de una hectárea, poblada de bojes de grandes dimensiones - en algunos casos alcanzan los doce metros de altura- y que podrían tener quinientos años. Se encuentran en una finca privada y, a la vista de las excepcionales características de estos bojes, se ha hecho un seguimiento especial de la posible afectación con trampas de feromonas desde 2019. En 2021 ya se hizo un tratamiento preventivo con Bacillus thuringiensis, que ahora se ha repetido. Dada la gran extensión de superficie forestal con bojes en Cataluña, este tratamiento a gran escala resulta inviable, y solo se aplica en puntos muy concretos y ejemplares de bojes monumentales para que no lleguen a desaparecer.

La Generalitat prevé hacer un total de dos tratamientos este año para disminuir la presión de la plaga. En función de la evolución de las poblaciones del lepidóptero, podría repetir los tratamientos en los próximos años.