El proyecto DEMO MARGES, desarrollado por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), estudiará las mejores técnicas para restaurar márgenes degradados en fincas agrícolas, una buena práctica para proteger el suelo contra la erosión e incrementar su biodiversidad. Gracias a los conocimientos adquiridos durante este proyecto, se publicará una guía gratuita con técnicas y métodos para la restauración de márgenes en fincas agrícolas.

Los márgenes de los pueden ser una fuente de problemas y actuar como reservorio de plagas y malas hierbas. Pero bien gestionados, se pueden convertir en los mejores aliados contra algunos de los retos actuales: unos márgenes sanos pueden proteger el suelo de la erosión y evitar la pérdida de terreno fértil cultivable, y pueden también ayudar a mejorar la infiltración del agua de lluvia en el suelo. Además, pueden ejercer como refugio para una biodiversidad más amplia que favorezca la presencia de polinizadores y de insectos depredadores de plagas. Por todo ello, las explotaciones agrícolas que presenten unos márgenes con una cobertura vegetal bien gestionada serán más sostenibles y contribuirán a alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo.

El IRTA, a través de este proyecto demostrativo, transferirá al sector la mejor manera de gestionar los márgenes. La idea es mostrar las diferentes opciones de vegetación existentes en función de las distintas tipologías de margen, con el objetivo de que los agricultores puedan restaurar los márgenes degradados en las explotaciones agrícolas.

Con el conocimiento estudiado y demostrado, se elaborará una guía para la restauración de márgenes en fincas agrícolas, que estará disponible online de forma gratuita desde la web del IRTA. “Queremos elaborar un documento con técnicas y métodos para la restauración de márgenes en fincas agrícolas que sea útil para el personal agricultor y técnico”, explica la investigadora del IRTA Georgina Alins, investigadora del programa Fruticultura del IRTA y responsable del proyecto.

Hasta ahora, la tecnología de restauración de márgenes se había utilizado, principalmente, en márgenes provocados por obras civiles (carreteras, puentes, urbanizaciones...), pero ahora se quiere demostrar en un contexto agrícola que ciertas especies de flora no son malas hierbas, sino plantas que protegen el suelo, incrementan la biodiversidad y, por lo tanto, son buenas y deseables para la explotación agraria. Esto implica un cambio de mentalidad en la gestión de las plantas presentes en las fincas.

El equipo de trabajo del proyecto DEMO MARGES, que finalizará en 2024, está formado por investigadores del IRTA con una amplia experiencia en agronomía, entomología e implantación de bandas florales, coordinados por la Dra. Alins, autora de la Guía de plantas para favorecer a los enemigos naturales de las plagas. Además, se contará con expertos en insectos polinizadores del CREAF y en gestión y custodia de áreas naturales de la Fundació Emys.