El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha desarrollado una herramienta informática que recopila toda la información sobre transacciones de productos fitosanitarios que proporciona el Registro Electrónico de Transacciones y Operaciones con Productos Fitosanitarios (RETO). Valentín Almansa, director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, presentó esta aplicación en el 17º Symposium de Sanidad Vegetal.

El RETO, obligatorio desde 2021, permite el registro de la información en tiempo real y garantiza una trazabilidad integral de la cadena de suministro de productos fitosanitarios. Los operadores inscritos en el Registro Oficial del Productores y Operadores de Productos Fitosanitarios (ROPO), tanto suministradores como usuarios profesionales de tratamientos fitosanitarios, están obligados a registrar en la aplicación RETO estas transacciones. Los fabricantes, distribuidores y comerciantes anotan en el RETO las operaciones de compraventa de productos fitosanitarios: fecha de la transacción, identificación del producto fitosanitario (nombre comercial, número de inscripción en el Registro oficial de productos y material fitosanitarios y número o referencia del lote de fabricación), cantidad de producto objeto de la transacción, así como la identificación del suministrador y del comprador. Por su parte, los usuarios profesionales deben registrar, entre otros datos, la identificación de la operación (identificación del suministrador o la parte contratante del servicio), del producto fitosanitario y, en el caso de las aplicaciones, cultivo u objeto del tratamiento realizado.

Con esta ingente cantidad de datos, la aplicación desarrollada por el ministerio permite conocer el uso de estos productos por producto, tipo, fecha y comunidad autónoma, entre otros factores,  lo que puede ayudar a la toma de decisiones para lograr un uso más eficiente. Almansa, que asume que el pecado original del reglamento de Uso Sostenible de Fitosanitarios que la Comisión ha acabado retirando fue confundir los indicadores en el uso de productos en objetivos a alcanzar, defiende que esta herramienta favorecerá un “debate técnico sobre números”.

El responsable del ministerio mostró en el Symposium de Sanidad Vegetal algunas estadísticas correspondientes a 2023 con esta herramienta, que todavía no está disponible. Así, de las 66.713 toneladas comercializadas ese año, más de un tercio (23.000) corresponden a azufre, y 11.000 a glifosato, seguidos, a mucha distancia, por el aceite de parafina, metam-sodio, oxicloruro de cobre, herbicida MCPA, prosulfocarb, 2,4-diclorofenoxiacético, hidróxido cúprico y fosetil-al. Por tipo, los fitosanitarios más utilizados fueron los fungicidas, por delante de acaricidas, herbicidas e insecticidas.

La segunda jornada del 17º Symposium de Sanidad Vegetal, que este año conmemora su 40 aniversario, aborda algunos de los principales problemas de plagas y enfermedades en cultivos característicos de Andalucía como olivo, fresas, almendro y aguacate. El programa de ponencias se completa con las presentaciones comerciales a cargo de las empresas patrocinadores: Ascenza, BASF, Bayer, Biogard, Corteva, FMC, Kenogard, Trichodex, Forgasa y UPL.

Ubicados en las zonas exterior a las salas de ponencias, las principales empresas vinculadas a la sanidad vegetal tienen la oportunidad de mostrar a los asistentes sus soluciones más innovadoras: Agrofresas, Agrícola 2000,  Bayer, BioChem Agrología, CAAE, Eurofins, FMC, GMW Bioscience, Hefona, Herogra Group, Lida Plant Research, Manica, SGS, Staphyt, Sustainable Agro Solutions (SAS), Microgaia, SynTech Research Group, Trichodex Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Gowan, Forgasa y UPL. Phytoma, como medio referente en sanidad vegetal, también cuenta con su propio stand.