Neiker ha comenzado un tratamiento experimental de las enfermedades del pino conocidas como banda marrón y banda roja, que a finales de 2018 ya afectaban a un tercio de los pinos del País Vasco, para reducir la población de los hongos y aumentar la resistencia de los árboles a este tipo de patología. Para ello, ha puesto en marcha un completo estudio que evaluará la efectividad de un extenso número de sustancias naturales, ya empleadas con éxito en otros cultivos, además del óxido cuproso, único compuesto del que actualmente existe un histórico de tratamientos validado científicamente, y puede servir como indicador de eficacia de todos ellos.

El tratamiento experimental diseñado por Neiker consta de tres tipos de ensayos: por un lado, se realizarán ensayos in vitro en laboratorio y en invernadero con cerca de setenta materias activas y productos fitosanitarios para determinar su eficacia y posteriormente evaluar los más efectivos en campo. Por otro lado, se efectuarán pruebas terrestres mediante mochilas nebulizadoras con un número moderado de productos fitosanitarios. Además del óxido cuproso, se testarán sustancias básicas elicitoras, como quitosano clorhidrato (procedente de la quitina de la cáscara de crustáceos); lecitina de soja no transgénica; Equisetum arvense (cola de caballo) y Saccharomyces cerevisae (levadura de cerveza), que estimulan la resistencia natural de las plantas a las enfermedades; y un producto fitosanitario basado en bicarbonato de potasio. Todos ellos han mostrado eficacia previamente en otros cultivos. Finalmente, se llevarán a cabo ensayos con drones y helicóptero que aplicarán óxido cuproso, quitosano clorhidrato, lecitina de soja no transgénica y Equisetum arvense. Esta aplicación aérea tendrá un triple objetivo: medir la eficacia de los productos fitosanitarios, la eficiencia del modo de aplicación y el modelo de deriva del sistema en nuestras condiciones del monte y climatológicas.

En el ensayo terrestre se tratarán 24 hectáreas: 8 en Murga (Álava), 8 en Arcentales (Vizcaya) y 8 en Beasain (Guipúzcoa). En el aéreo, un total de 150 hectáreas: 90 hectáreas en Amoroto (Vizcaya) con helicóptero y 60 hectáreas en Luiaondo y Aramaio (Álava) e Idiazabal (Guipúzcoa) con drones. Los ensayos serán realizados anualmente y conllevan más de un tratamiento en la misma campaña. Durante los próximos años se irán ensayando diferentes sustancias para conocer su efectividad contra los hongos causantes de las bandas. Los primeros resultados previsiblemente se darán a conocer en los próximos seis meses, pero será necesario esperar un año para contrastar correctamente los resultados.

El tratamiento experimental ha sido diseñado siguiendo criterios de máxima seguridad y de respeto al entorno, tanto a las personas como al medio ambiente, y se completará con un ambicioso plan de monitorización y de controles de evaluación. Cuenta con el aval de expertos nacionales e internacionales como la UPV/EHU, HAZI, la Agencia Vasca del Agua (URA), el INIA, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), el Departamento de Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco y el centro de investigación forestal neozelandés Scion Research. Además, ha sido consensuado con las tres diputaciones forales del País Vasco.

Las sustancias que se evaluarán ya se comercializan en España. Entre ellas, se dará prioridad a los bioestimulantes. En los ensayos se testarán distintos productos es contraste con óxido cuproso, ya que es el único producto del que hasta ahora se tiene información científica sobre su eficacia y en los ensayos realizados en 2018 los resultados preliminares de los que dispone Neiker así se confirma.

Tres son los hongos responsables de ambas enfermedades: Lecanosticta acicola (banda marrón), Dothistroma pini y Dothistroma septosporum (banda roja). Causan desecación y defoliación en la parte inferior y media de los árboles. Se considera que puede afectar a la producción cuando las defoliaciones alcanzan porcentajes superiores al 25% de las acículas y se detiene el crecimiento del árbol cuando las defoliaciones superan el 75%.