Argentina ha confirmado el primer hallazgo del virus rugoso del tomate (ToBRFV), en plantas de tomate de tres invernaderos en Santa Lucía y Lavalle, las zonas de producción de tomate más importantes de la provincia de Corrientes.

En los invernaderos afectados, más del 50% de las plantas mostraron síntomas. Las pruebas de laboratorio (serológicas, moleculares y de patogenicidad) confirmaron la presencia de ToBRFV en las muestras de hojas analizadas de los tres locales afectados. Tras esta confirmación, se tomaron medidas fitosanitarias en los invernaderos infectados, incluida la desinfección de herramientas, la limpieza de plantas sintomáticas y la delimitación de áreas de cuarentena.

Este tobamovirus, identificado inicialmente en Israel en 2014, se ha extendido epidémicamente en cultivos intensivos de tomate de todo el mundo y se ha convertido en una de sus mayores amenazas. Afecta, sobre todo, a tomate y pimiento, aunque también a otras especies como Nicotiana benthamianaN. glutinosaN. sylvestrisN. tabacumChenopodiastrum murale y Solanum nigrum. Los daños principales son la reducción del vigor de la planta, la pérdida de producción y la depreciación del valor comercial de los frutos.

Además, las plantas infectadas por ToBRFV no muestran síntomas inmediatamente después de su infección; estos pueden manifestarse a los doce o trece días de la inoculación. En las plantas de tomate afectadas manifiestan clorosis, mosaicos y moteados con un estrechamiento de las hojas jóvenes en la parte superior de la planta. Mientras que en los brotes laterales se aprecian malformaciones, estrechamiento y rugosidad de las hojas y, finalmente, su marchitamiento, amarilleamiento y decaimiento de la planta. En los frutos de tomate pueden aparecer decoloraciones, deformaciones, lesiones necróticas en frutos verdes.

En pimiento, pueden observarse lesiones necróticas en tallos y raíces, así como una deformación, coloración amarillenta y mosaico en las hojas, que se traduce en una reducción del crecimiento de la planta que puede llevar incluso a la muerte de la misma. Los síntomas observados en los frutos son similares a los de tomate: estos se deforman con áreas amarillas o marrones o rayas verdes, y las necrosis pueden ser más severas en esta especie.