El Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo han alcanzado un acuerdo político sobre la propuesta del nuevo reglamento de indicaciones geográficas, que unifica toda la regulación existente hasta ahora sobre las diferentes menciones de calidad en alimentos, vino y bebidas espirituosas. En la Unión Europea existen 3.626 indicaciones de calidad que engloban una producción estimada en unos 80.000 millones de euros. España es el tercer país comunitario con más indicaciones geográficas, por detrás de Italia y Francia.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, que presidió en Bruselas el trílogo (Parlamento Europeo, Comisión Europea y Consejo), en calidad de presidente del Consejo, destacó que “el nuevo reglamento supone un importante avance que fortalecerá la protección de los alimentos de calidad de la UE en los mercados y contribuirá a mejorar las retribuciones de agricultores y ganaderos”.

El nuevo reglamento amplía el ámbito de aplicación del anterior y reúne en una única norma la regulación de las distintas figuras de calidad existentes. Unifica los procedimientos administrativos y la protección jurídica; por primera vez, se extiende la protección al mercado digital y a los nombres de dominio de Internet, para garantizar la reputación de las indicaciones geográficas.

El texto acordado por los colegisladores enumera una lista no exhaustiva de prácticas de sostenibilidad como incentivo a los productores. Esto contribuirá a proteger mejor los recursos naturales y las economías rurales gracias a la defensa de las variedades vegetales y las razas animales locales, la preservación del paisaje de la zona de producción y la mejora del bienestar animal. Un grupo de productores podrá decidir hacer obligatorias algunas prácticas sostenibles para sus productos. En este caso, deberán incluirse en el pliego de condiciones. De forma voluntaria, los productores también podrán elaborar un informe de sostenibilidad que publicará la Comisión Europea.

Asimismo, ofrece garantías para el empleo de ingredientes amparados por una denominación de calidad en la elaboración de productos transformados o envasados. El objetivo es evitar posibles abusos en la utilización de nombres de una indicación geográfica si se usan ingredientes en cantidad que no resulte suficiente para conferir sus características al producto final. Además, por primera vez, un alimento procesado puede incorporar en el etiquetado de su envase la mención de una indicación geográfica, así como en su material publicitario. En las Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG) se incorpora la figura de las Agrupaciones de Productores y se asimilan procedimientos administrativos y el sistema de control oficial.

Actualmente hay reconocidas en la UE 3.626 indicaciones de calidad, entre las tres figuras existentes: Denominación de Origen Protegida (DOP), Indicación Geográfica Protegida (IGP) y Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG)

Actualmente hay reconocidas en la UE 3.626 indicaciones de calidad, entre las tres figuras existentes: Denominación de Origen Protegida (DOP), Indicación Geográfica Protegida (IGP) y Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG). La producción total se estima que supera los 80.000 millones de euros, con un valor de las exportaciones de 18.000 millones. Los productos con DOP e IGP están amparados en los acuerdos comerciales que suscribe la UE con terceros países, que no pueden emplear estas denominaciones en ningún tipo de producto propio. España es el tercer Estado miembro con mayor número de indicaciones geográficas reconocidas, 372, entre DOP e IGP. En cuanto a ETG, que identifican formas tradicionales de producción, no áreas geográficas, España cuenta con cuatro reconocimientos, por detrás de Polonia y Bulgaria, con once y siete respectivamente. El valor en origen de las producciones españolas con denominación de calidad ascendió en 2022 a 6.924 millones de euros, de los que más de 4.300 millones de euros corresponden a vinos.

El acuerdo culmina un proceso que se ha prolongado durante más de año y medio, en el que se han sucedido en la presidencia Francia, República Checa y Suecia. Planas recalcó que España ha jugado un papel destacado a lo largo de este procedimiento, al liderar el “Grupo de amigos de las Indicaciones Geográficas”, al que se adhirieron otros quince Estados miembros, para impulsar la negociación del nuevo marco legislativo. El ministro reiteró la importancia de las figuras de calidad diferenciada porque permiten incrementar el valor de las producciones, ya que tienen una gran relevancia económica y social en las zonas rurales productoras, como motor de desarrollo y señal identitaria diferencial. Los productos amparados por estos sellos se caracterizan por su calidad, vinculada a su proceso de elaboración, su origen geográfico y la tradición.