Grecia ha confirmado la primera aparición de la mosca de la pimienta, Atherigona orientalis, en invernaderos de pimiento en dos municipios de la isla de Creta. Aunque su presencia ya se había constatado en otros países, en restos de comida, es el primer caso descrito de esta especie como plaga en Europa.

Esta mosca tropical cosmopolita se asocia principalmente con frutas y verduras en descomposición, así como con carroña y estiércol de vertebrados e invertebrados. En algunos países, es una plaga principal de algunos cultivos, en particular de pimiento (Capsicum spp.). A. orientalis es común en áreas tropicales y subtropicales: se puede encontrar desde Estados Unidos hasta Argentina y Chile; en Canarias, el Norte de África y en toda la Región Afrotropical, Medio Oriente y Turquía; en China y Japón, hasta Australia y el Pacífico. En Europa, se ha identificado en Malta, Chipre y, más recientemente, en España.

Las larvas del díptero se alimentan dentro del fruto joven del pimiento, lo que provoca la degradación del tejido, seguida de un cambio de color externo, ablandamiento del tejido y desprendimiento de la epidermis externa y pérdida de vigor.

Según el informe publicado por un equipo de investigadores liderados por la Universidad Helénica del Mediterráneo, la aparición de A. orientalis en Creta, la principal zona de invernaderos de Grecia, “tiene implicaciones importantes para los planes de manejo de plagas implementados en los cultivos de pimiento”. Hasta ahora, las principales plagas, como la mosca blanca, los pulgones, los trips y los minadores de hojas, se controlaban mediante estrategias de gestión integrada con un uso mínimo o nulo de insecticidas. Sin embargo, se desconoce si pueden ser eficaces para controlar A. orientalis.

Los tratamientos con insecticidas convencionales que exhiben una alta eficacia contra moscas (como diamidas o espinosinas) podrían servir como herramientas disponibles comercialmente para el control de A. orientalis. Sin embargo, los tratamientos pueden interferir en la actividad de los enemigos naturales que se utilizan actualmente para el control de plagas en estos cultivos. “Potencialmente, el desarrollo de herramientas de control eficaces, en combinación con técnicas de atracción y muerte compatibles con la gestión integrada de plagas, puede ser un enfoque más sostenible”, proponen los investigadores, que recomiendan que se establezcan colaboraciones entre la industria y el ámbito científico para el desarrollo de herramientas de control integrado frente a esta nueva amenaza.

Como la morfología de la superficie y las características de los frutos del pimiento influyen en la elección de la plaga como sitio de oviposición, los autores sugieren estudiar diferentes variedades como método de control. Como A. orientalis infesta las plantas de tomate también, los autores consideran “vital difundir información entre los agrónomos y los productores de invernaderos de la cuenca mediterránea para facilitar un sistema de alerta temprana que salvaguarde tanto la calidad como la cantidad de los cultivos”.