El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA)de laConsejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, está realizando en su centro de La Mojonera un ensayo experimental en invernaderos tipo parral un sistema pasivo de calefacción, para evaluar el efecto sobre el clima y la productividad de un cultivo de pimiento tipo California.

Para el ensayo de este sistema se han instalado mangas flexibles en el invernadero, llenas de agua, que debido a la inercia térmica de las mismas, son capaces de absorber gran cantidad de energía en forma de radiación, calentando el agua en su interior, calor que es devuelto al invernadero durante la noche.

Hasta el momento, y con cultivo plenamente desarrollado, los técnicos de la Unidad de Fisiología y Tecnología de Invernaderos del IFAPA han observado incrementos en los valores de temperatura ambiente que oscilan entre 0,5 y 2,2 grados centígrados sobre las temperaturas mínimas nocturnas. El incremento de los valores de temperatura nocturna de estos sistemas pasivos podría ser aún mayor (de hasta 5 grados, según la literatura científica) en el caso de que se usen con cultivos trasplantados durante la época fría (ciclos tardíos de otoño o tempranos de primavera), ya que las mangas no se encontrarían sombreadas por las propias plantas y podrían absorber aún más energía.

En el futuro, el Centro IFAPA va a seguir abordando el estudio y perfeccionamiento de esta técnica, ya que cumple con los requisitos que los agricultores de Almería suelen requerir a las innovaciones tecnológicas que incorporan a su sistema productivo: economía, sencillez y eficacia.

Innovación tecnológica

Una de las grandes ventajas del sistema productivo de invernadero de Almería, frente a competidores del Norte de Europa, es la escasa dependencia que tienen los agricultores del uso de combustibles fósiles. Debido a la benignidad del clima, los cultivos pueden sobrevivir a la época invernal sin necesidad de recurrir a la calefacción. Sin embargo, las temperaturas que se producen en los invernaderos pasivos durante las noches invernales son un factor limitante de la producción, ya que se sitúan normalmente por debajo del umbral de (10-12ºC), considerado el límite térmico inferior por debajo del cual se produce una parada en el crecimiento y en el desarrollo de la planta, y se ralentiza el crecimiento y maduración de los frutos. Todo esto se traduce en pérdidas productivas y de calidad, que en la medida de lo posible, se deben intentar paliar con técnicas pasivas que no impliquen consumos de energía fósil.

Los agricultores de Almería y otras zonas del Mediterráneo ya usan en algunos cultivos varias técnicas pasivas encaminadas a mejorar las condiciones térmicas e higrométricas nocturnas durante la época fría: cubiertas plásticas con propiedades térmicas, dobles techos fijos, acolchados oscuros, entre otras. Sin embargo, existen todavía otras técnicas pasivas cuya difusión es escasa o nula, y que consisten en incrementar la capacidad de almacenamiento de energía durante el periodo diurno, energía que luego es liberada al invernadero durante el periodo nocturno. Una de estas técnicas es la de las mangas flexibles, con las que está ensayando actualmente el IFAPA en su centro de La Mojonera.