La Interprofesional Citrícola Española (Intercitrus) ha iniciado las gestiones para reclamar a la Comisión Europea “pruebas documentales y un sistema de verificación” de que Sudáfrica está cumpliendo en sus exportaciones de naranjas al mercado comunitario con el tratamiento de frío a las naranjas aprobado en 2022 para prevenir la entrada de la falsa polilla, Thaumatotibia leucotreta.

Intercitrus alega que las medidas establecidas hasta el momento “son insuficientes para que el principal proveedor extracomunitario de cítricos a la UE deje de exportarnos esta peligrosa plaga” por lo que reclama que, además, el tratamiento de frío vigente se amplíe a todos los cultivos que son hospedadores del insecto, como mandarinas y pomelos.

La presidenta de Intercitrus, Inmaculada Sanfeliu, recuerda que durante el año pasado se pudo acreditar un incumplimiento “reiterado, premeditado y probado del tratamiento de frío por Sudáfrica”. De ahí, que la organización considere necesario implementar un sistema que permita verificar que el cold treatment se aplica tal y como marcan las normativas internacionales y fue recogido en su momento en el Diario Oficial de la UE. En concreto, reclama que, antes de partir hacia el destino europeo, el operador concrete cuál será su puerto de entrada. Además, exige que todos los contenedores -como establece la Norma Fitosanitaria NIMF 42- incorporen las tres sondas de pulpa que deben medir y registrar la temperatura de la parte central de la fruta. En tercera instancia, propone crear una plataforma virtual en la UE donde se almacenen los registros de las temperaturas de estas tres sondas de pulpa. Tales datos –que acreditarían el cumplimiento del tratamiento de frío- deberían quedar a disposición de las autoridades competentes de los Organismos Nacionales de Protección Fitosanitaria de los 27 Estados miembros de la UE. Estos registros, además, deberían conservarse durante al menos un año, así como los certificados fitosanitarios emitidos en origen a fin de permitir un sencillo y automático rastreo de los lotes tratados.

El análisis de la campaña de importaciones del hemisferio sur revela que, junto a T. leucotreta, ha reemergido la amenaza de la mancha negra: a falta de afrontar los meses álgidos en lo comercial –que son agosto, septiembre y octubre- el país austral ya acumula 21 interceptaciones por esta enfermedad fúngica, por las 28 que se dieron en todo 2022. Tales datos, según Sanfeliu, “solo pueden acreditar que la enfermedad –seguramente agravada por los recientes extremos episodios de lluvias- está desatada, resulta incontrolable y/o no la están combatiendo ni con tratamientos suficientes, ni con los fungicidas más eficaces”. El elevado número de interceptaciones con este hongo en partidas sudafricanas en 2021 (43), 2022 (28) y 2023 (21, sólo hasta julio) “es prueba patente de que sus exportadores incumplen la normativa, ya que o no tratan suficientemente sus campos, y/o no lo hacen con los fungicidas de eficacia probada, seguramente por no incurrir en mayores costes (los tratamientos más efectivos son mucho más caros que los habituales), aunque ello signifique exportar a la UE fruta infectada”, interpreta Sanfeliu.

La interprofesional reclama a la Comisión que intensifique las “insuficientes” medidas fitosanitarias actuales para evitar la introducción de la enfermedad en la UE. “Frente a los chantajes sin pruebas ni informes científicos solventes que los avalen –como los que sí puede acreditar la UE con los informes realizados por la EFSA-, el ejecutivo comunitario debe mantener una actitud firme y ordenar a los Estados miembros que incrementen los controles fitosanitarios en los Puntos de Inspección Fronteriza con el objeto de detectar la entrada de frutos afectados por esta enfermedad”, insiste Sanfeliu. Intercitrus reclama recuperar un artículo en el reglamento comunitario que permitiera tomar a la UE la decisión de cierre automático cautelar de su frontera en caso de que se detectaran más de cinco interceptaciones de partidas contaminadas, “como existió en el pasado y se eliminó en su momento, precisamente por la presión sudafricana”. En lo que llevamos de año, Sudáfrica lidera las interceptaciones por motivos fitosanitarios y acapara hasta el 42% de las confirmadas al conjunto de las importaciones de cítricos en la UE (26 de 62 hasta el mes de julio).