La Generalitat Valenciana ha anunciado la detección de la avispa asiática Vespa velutina, y la puesta en marcha de un protocolo de actuación de emergencia para su control y erradicación, así como de una serie de labores de vigilancia para evitar la expansión de la plaga y reducir el grave riesgo que supone para el sector apícola esta especie incluida en el Catálogo Nacional de Especies Exóticas Invasoras.

Se trata del primer caso confirmado en la Comunidad Valenciana de la avispa asiática, tras la identificación de un ejemplar en la población de Vallibona, en la provincia de Castellón, y que ha puesto en alerta al sector apícola valenciano: esta especie es un depredador de las abejas melíferas y otros polinizadores.

Desde las direcciones generales de Medio Natural y Animal y de Producción Agrícola y Ganadera, se ha elaborado de manera conjunta un protocolo de actuación de emergencia para la protección de la apicultura y agricultura, que establece unos criterios orientadores para el control y, si es posible, la erradicación de la población de V. velutina. El documento recoge medidas para frenar el impacto de la plaga en las zonas donde se haya establecido y minimizar al mismo tiempo el efecto sobre el resto de las especies.

Dotado con 200.000 euros, este protocolo de actuación de emergencia contempla la realización de trabajos de búsqueda y destrucción de nidos de V. velutina y la instalación de una red de trampeo en el norte de la provincia de Castellón y otras zonas afectadas para localizar posibles nuevas poblaciones de la especie. De esta forma, establece un programa de seguimiento de la especie para mejorar el conocimiento de su dispersión y aclimatación en la zona afectada, con la finalidad de ajustar las acciones de control, de modo que se adopten las medidas más eficaces en cada momento al tiempo que se minimizan los impactos negativos sobre especies no objetivo. Para ello, se contratarán por vía de emergencia equipos de trabajo y los medios materiales necesarios para hacer frente a todas las medidas previstas.

Dotado con 200.000 euros, el protocolo de actuación de emergencia contempla la búsqueda y destrucción de nidos

También está previsto programar cursos de formación de apicultores y todas aquellas personas que puedan tener contacto de riesgo con esta especie, así como de las administraciones municipales y autonómicas competentes en la gestión de este problema, y se implementarán acciones de sensibilización de la población con carteles informativos y líneas telefónicas de contacto para avisos.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha expresado su “preocupación” tras esta primera detección por tratarse de “una especie invasora que devora y diezma las colonias de abejas y otros insectos”. La organización agraria valora las medidas establecidas por la Generalitat Valenciana, tanto el protocolo de actuación de emergencia para su control y erradicación como las labores de vigilancia dirigidas a evitar la expansión de esta avispa. “Como con casi todas las especies invasoras, la detección precoz será clave para actuar rápidamente y tratar no solo de frenar su avance sino también erradicarla de nuestro territorio, porque la viabilidad de los apicultores va en ello”. En este sentido, AVA-ASAJA destaca la necesidad de que la administración autonómica forme a los apicultores valencianos, mediante una guía de instrucciones y fotografías de la avispa asiática, para que puedan identificar su presencia y avisar con la máxima celeridad a la Administración.

AVA-ASAJA advierte de la difícil situación de los apicultores, “marcada por las adversidades climáticas que reducen la población de abejas y la producción de miel, la entrada de importaciones masivas sin reciprocidad y los bajos precios en origen”. Ahora, la irrupción de la avispa asiática “amenaza con ser la puntilla que acelere el abandono de la actividad apícola, la cual resulta fundamental para la polinización de los cultivos y el mantenimiento de las áreas rurales”.

Nativa del sureste asiático, V. velutina fue detectada en Europa por primera vez en 2006, en Francia. En España, el primer hallazgo se produjo en agosto de 2010 en Amaiur (Navarra). Ese mismo año se localizó también en varios municipios de Guipúzcoa. La especie apareció en Cataluña en 2012, y dos años después en Cantabria, Asturias y Galicia. Actualmente, ha colonizado todo el norte de España, además de parte de Aragón, Castilla y León y zonas aisladas de Extremadura.