La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) prevé que la cosecha valenciana de arroz experimente un descenso del 15% respecto a la media de los últimos años. En el caso de la variedad Bomba (especialmente sensible a los ataques del hongo Pyricularia oryzae), el desplome de la producción recolectada alcanza el 50%, por la falta de soluciones eficaces para hacer frente a esta enfermedad, las plagas e incluso las malas hierbas, que al competir con las plantas del cultivo le restan luz y nutrientes.

Los arroceros están ultimando las labores de la siega en el Parque Natural de L’Albufera. Según AVA-ASAJA, el balance de la campaña del arroz es “desigual según variedades y zonas, pero en líneas generales se caracteriza por una merma de la producción y unos precios en origen estables a causa de la escasa oferta de arroz en los mercados internacionales”.

A los problemas fitosanitarios se suma la combinación de adversidades climáticas, como el elevado número de noches tropicales, el exceso de humedad y las lluvias torrenciales en septiembre, que afectaron negativamente al cultivo. La merma de la variedad Bomba por la piricularia podría provocar el “desabastecimiento” de este tipo de arroz tradicionalmente demandado para la elaboración de paellas, según la organización agraria.

El responsable de la sectorial del arroz de AVA-ASAJA, José Pascual Fortea, indica que “las plantas y las espigas del arroz presentaban un buen aspecto, pero pese a ello, a medida que avanzaba la siega observábamos que en algunos campos el grano no se había acabado de desarrollar y había más proporción de cascarilla de la habitual”.

En cuanto a la comercialización, la asociación constata una estabilidad de los precios en origen del arroz japónica (mayoritaria en los arrozales valencianos) y una bajada en el arroz índica debido a la entrada de elevadas importaciones a la Unión Europea. Fortea anima a defender un precio digno porque “el arroz valenciano garantiza los máximos estándares de calidad, seguridad alimentaria y respeto al medioambiente, haciendo posible la preservación de espacios de alto valor ecológico. La producción es escasa en España por la sequía en Andalucía y Extremadura, donde se redujo un 30% la superficie cultivada, y no hay que olvidar que India (el mayor exportador mundial de arroz) ha suspendido parte de sus envíos de arroz, lo que va a estresar aún más los mercados de materias primas en el marco de la guerra en Ucrania”.

Ante las incertidumbres y amenazas que afronta el sector arrocero, AVA-ASAJA reivindica a la Unión Europea que agilice la investigación y la autorización de soluciones fitosanitarias o biológicas que resulten verdaderamente eficaces para combatir las enfermedades, plagas y malas hierbas del cultivo. Al mismo tiempo, solicita reciprocidad a las importaciones de arroz procedentes de países terceros, es decir, que cumplan las mismas exigencias fitosanitarias y medioambientales que la normativa europea establece a los arroceros europeos.