La Comisión Europea ha interceptado por primera vez la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta) en un cargamento de granadas procedentes de Marruecos, un país considerado como zona libre de esta plaga prioritaria en la UE.

La falsa polilla afecta de manera devastadora a decenas de cultivos y especies arbóreas. Su entrada y propagación en la UE provocaría unas mermas medias del 26% de la producción citrícola. Asimismo, causa daños graves en otras producciones agrícolas como las frutas de hueso, manzana, pera, aguacate, viña, olivo, caqui, granado, pimiento, tomate o berenjena, la rosa o el roble.

Su elevada capacidad de expansión está quedando patente en el continente africano, donde T. leucotreta ya está presente en muchos países como Kenia y Zambia (la UE la ha detectado en el último mes en rosas originarias de ambos destinos), y Sudáfrica (la UE ha establecido el tratamiento en frío a las naranjas sudafricanas precisamente para evitar su introducción).

Ante esta detección, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha manifestado su “preocupación extrema por el gravísimo riesgo fitosanitario” y exige a la UE que abra inmediatamente una investigación sobre el terreno con el objeto de comprobar el alcance real de la amenaza y, en su caso, tomar las medidas oportunas para evitar que esta plaga acabe llegando a Europa. “Hablamos de una plaga de cuarentena muy peligrosa que es capaz de expandirse rápidamente y a una amplia variedad de cultivos. Si se ha encontrado en una exportación marroquí de granadas, es casi seguro que ya esté en otros cultivos de Marruecos. Y teniendo en cuenta las muchas exportaciones hortofrutícolas que Marruecos envía a la UE, sobre todo a través de España, hay un riesgo altísimo de introducción y propagación de la plaga a todas las producciones que le son sensibles”, advierte el presidente de la asociación, Cristóbal Aguado, que insta a todos los representantes políticos de la UE con competencias en agricultura y seguridad fitosanitaria a “solicitar a la Comisión que no haga como en Sudáfrica y Egipto, donde se limita a pedir explicaciones y se fía de la palabra del país tercero, sino que ponga en marcha una inspección investigadora en Marruecos, con inspectores comunitarios, y si efectivamente se confirma la presencia de la falsa polilla se pidan responsabilidades al Gobierno marroquí por no haberla notificado siquiera ni tomado ninguna actuación preventiva”.

AVA-ASAJA se ha dirigido a la directora general de Salud y Seguridad Alimentaria, Sandra Gallina, a europarlamentarios españoles, al ministro de Agricultura, Luis Planas, al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y al conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, para mostrar su “inquietud” y reclamar su intervención para “evitar que la falsa polilla pueda llegar desde Marruecos”.