El proyecto europeo Life Fagesos pone en práctica soluciones para los patógenos que causan la seca en alcornoques, encinas y castaños a través de protocolos de manejo integrado elaborados a medida en Portugal, España e Italia. El cambio climático y el aumento de la temperatura media del suelo favorecen la aparición de esta enfermedad en zonas donde hasta hace poco el hongo Phytophthora cinnamomi no se adaptaba bien.

Casi un cuarto del territorio forestal en España está dominado por fagáceas, una familia de árboles entre las que se incluye el alcornoque, la encina o el castaño y que dan forma a las dehesas. Otros países del arco mediterráneo tienen ecosistemas similares. Sin embargo, estos árboles están siendo afectados por un patógeno invasor que se encuentra en los suelos, P. cinnamomi, que pudre las raíces de los árboles y les impide la absorción de agua y nutrientes, lo que causa su decaimiento. Esta enfermedad, conocida como la seca, finalmente acaba con la muerte y la pérdida del arbolado. Este patógeno invasor, uno de los más agresivos en el ámbito forestal, es capaz de desplazar a otros patógenos locales a los que las especies vegetales están mejor adaptadas.

P. cinnamomi no solo causa problemas en la península ibérica. En la localidad italiana de Monte San Biagio, en la región de Lazio, amenaza a uno de los tesoros naturales del país, el Alcornocal de San Vito, donde ha causado en los últimos años la muerte de muchos alcornoques centenarios. Aunque en este caso no se ha podido establecer una relación entre la mayor influencia de este microorganismo y el cambio climático o el aumento de la temperatura media, esta relación sí se ha demostrado en otras zonas con enfermedades como la tinta del castaño en la Tuscia (Italia central) o Portugal, o la mayor incidencia de mortalidad en el decaimiento de los alcornoques en el Parque Natural de Los Alcornocales, en España.

Dada la importante extensión espacial de estos árboles y su relevancia socioeconómica y ecológica, el proyecto Life Fagesos, en el que participa la Universidad de Córdoba junto a otras instituciones de Italia y Portugal, trata de proponer y poner en práctica soluciones adaptadas al decaimiento. “En el tema de la seca se viene investigando desde principios de los 90. Son más de treinta años de ciencia muy bien hecha y creemos que estamos en el momento de aplicar estos conocimientos para conseguir estrategias de manejo y control efectivas. Es en lo que estamos ahora”, explica Francisco J. Ruiz-Gómez, integrante del grupo de Investigación de Evaluación y Restauración de Sistemas Agrícolas y Forestales (ERSAF) de la UCO que participa en el proyecto.

La Universidad de Córdoba, a través de los departamentos de Ingeniería Forestal, Geomática y Ecología, se encarga de coordinar el proyecto en España

Gracias a la financiación europea, el proyecto Life Fagesos implementará protocolos de manejo integrado elaborados a medida en las zonas de expansión de la enfermedad en Portugal, España e Italia. Estos protocolos incluirán tres partes: el tratamiento de la enfermedad, la mejora del entorno y el estado fitosanitario del arbolado a través de la inducción de ciertos procesos fisiológicos y el establecimiento de medidas higiénicas para controlar la dispersión de la enfermedad (como estaciones de limpieza de calzado o el arreglo de los caminos forestales para la canalización de agua, entre otras medidas).

Estos protocolos emplearán tratamientos con productos y prácticas respetuosos con el medio ambiente que ya han demostrado su eficacia en laboratorio (con sustancias o enmiendas para corregir las deficiencias del suelo, productos que promuevan la defensa autoinmune de los árboles o microorganismos beneficiosos) y se ensayarán durante la primavera de 2024 en los seis sitios demostrativos del proyecto, entre los que se incluye La Almoraima, enclavada en el Parque Natural de Los Alcornocales (Cádiz), y una dehesa de encina afectada por la seca, en Villaviciosa de Córdoba.

Una parte relevante del proyecto es el seguimiento de los efectos de los tratamientos, que se llevará a cabo a distintos niveles, con el apoyo de sensores remotos de drones y satélites. Así, se monitorizará y cuantificará la presencia de P. cinnamomi y otros patógenos, y el estado de salud de los árboles, así como del entorno. También se modelizará la respuesta en función de los diferentes escenarios de cambio climático que se barajan, lo que ayudará a los responsables de gestionar este problema a predecir las posibilidades de sufrir una infección en una determinada área.

Life Fagesos está liderado por el Ayuntamiento de Monte San Biagio. La Universidad de Córdoba, a través de los departamentos de Ingeniería Forestal, Geomática y Ecología, se encarga de coordinar el proyecto en España, de la implementación y el seguimiento de los protocolos para encinar y alcornocal adehesado, y de la monitorización y modelización de distribución de especies, riesgos e impacto, y de su evaluación en condiciones de cambio climático. Además, a finales de enero acogerá la próxima reunión del consorcio. El proyecto, que comenzó en septiembre de 2022, finalizará en septiembre de 2027.