La Reunión informal de ministros de Agricultura de la Unión Europea celebrada en Córdoba escenificó la voluntad por avanzar en la aplicación de las nuevas técnicas genómicas (NTG), aplicadas a los procesos de obtención de nuevas variedades vegetales, para abordar el desafío del cambio climático y la necesidad de reducir el empleo de productos fitosanitarios y de fertilizantes.

El pasado mes de julio, la Comisión Europea presentó su propuesta de regulación del empleo en la agricultura europea de materiales obtenidos mediante las NTG. Al difundir la propuesta de Reglamento, la Comisión explicaba cómo estas pueden contribuir a la transición hacia un sistema agrícola y alimentario más sostenible y ayudar a reducir las dependencias externas de la UE para la producción agroalimentaria.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, calificó de “muy positiva y constructiva la reunión”. A su juicio, el encuentro permitirá poder avanzar hacia la consecución de unas conclusiones políticas sobre las NTG durante la Presidencia española. “Ha sido un éxito tanto para Córdoba como para España y para la Unión Europea”, comentó.

En su intervención, Planas destacó que el abastecimiento de alimentos seguros, nutritivos y en calidad y cantidad suficiente es un reto global para el conjunto del planeta, ya que, de acuerdo con las previsiones de las Naciones Unidas, la población mundial alcanzará los 9.700 millones de personas en 2050. Con este objetivo, el ministro incidió en la necesaria transformación de los sistemas alimentarios para hacerlos más justos, más resilientes y más saludables y que, a la vez, contribuyan de forma decisiva a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Todo ello, enfocado al triple objetivo de la seguridad alimentaria, la sostenibilidad global de los recursos naturales y la garantía de un medio de vida para quienes habitan en las zonas rurales.

En un escenario en el que los fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes, el ministro en funciones subrayó que las iniciativas y políticas europeas deben orientarse a dar respuesta a los retos ambientales y climáticos a los que se enfrenta la producción de alimentos. “La agricultura es una de las actividades humanas más afectada por el cambio climático, sin embargo, también forma parte de la solución a esta problemática”, aseguró a sus homólogos.

Las cuatro prioridades de la Presidencia española del Consejo son reindustrializar la UE y garantizar su autonomía estratégica; avanzar en la transición ecológica y en la adaptación medioambiental; impulsar una mayor justicia social y económica y, por último, reforzar la unidad europea. Planas destacó que la incorporación de las nuevas tecnologías en la producción agroalimentaria permitirá dar respuesta a las dos primeras de estas prioridades, en lo que se refiere a la garantía de la autonomía alimentaria de la Unión y a la necesaria transición ecológica y la adaptación medioambiental al reto climático.

En el ámbito de la agricultura y la ganadería son muy numerosas las innovaciones tecnológicas que pueden contribuir a ese triple objetivo que permita la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas en todas sus vertientes. Entre ellas, el ministerio destaca la agricultura de precisión, la utilización de sensores, los aditivos para la alimentación animal, el secuestro de carbono, los cultivos fijadores de nitrógeno o el reconocimiento de enfermedades de las plantas basado en inteligencia artificial. Todo ello, de la mano de la digitalización.

En las sesiones de trabajo de la Reunión informal participaron también representantes del sector agrario y las cooperativas, a través de sus organizaciones europeas representativas (COPA-COGECA y CEJA). También aportó su visión el sector científico y tecnológico español, a través del profesor Josep María Casacuberta, del Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG), que presentó las bases científicas sobre cómo las NTG aplicables a la agricultura contribuyen a dar respuesta a los compromisos del pacto verde y la estrategia de la granja a la mesa.

Durante estas sesiones de trabajo, los ministros también coincidieron en la necesidad de poner a disposición de los agricultores mecanismos financieros para la inversión en nuevas tecnologías y para su formación en el uso de las mismas.