La expansión de gusano cogollero del maíz, Spodoptera frugiperda, parece imparable: después de su aparición en Chipre, Portugal (isla de Madeira) y Grecia, se ha confirmado su presencia en Rumanía. Se trata de una de las veinte plagas prioritarias de la UE y un grave problema en otras regiones.

Las autoridades rumanas detectaron este noctuido en el sur del país, en el distrito de Calarasi, situado en la región de Valaquia. Varios ejemplares fueron capturados con trampas cebadas con feromonas y su identidad fue confirmada en noviembre por el Laboratorio Fitosanitario Nacional y por el Laboratorio de Referencia de Insectos y Ácaros de la UE. Rumanía ya está aplicando las medidas recogidas en el reciente Reglamento de Ejecución (UE) 2023/1134 de la Comisión para evitar el establecimiento y la propagación de esta plaga polífaga.

El año pasado, S. frugiperda fue interceptada en más de cuarenta ocasiones en los puntos de acceso a la Unión Europea, según datos de Europhyt; procedente de Perú y Kenia, entre otros países, y en una amplia variedad de productos importados, sobre todo espárrago, rosa y maíz. Este insecto es originario de América. Su área de distribución permanente se extiende desde Argentina hasta Estados Unidos, y en los últimos años ha colonizado el continente africano, el sur de Asia y Oceanía. Afecta a numerosos cultivos, sobre todo maíz, caña de azúcar, sorgo y arroz, aunque también se ha registrado su presencia en algodón, brassicas, cucurbitáceas, cacahuete, alfalfa, cebolla, judías, batata, tomates, además de en plantas ornamentales (crisantemos, claveles y Pelargonium sp.).

Este noctuido, al igual que otras polillas del mismo género, migra regularmente a regiones menos cálidas durante el verano, y puede recorrer varios cientos de kilómetros, lo que favorece su rápida dispersión. En España, las condiciones ambientales favorecerían su establecimiento durante todo el año en buena parte del territorio. Además, la presencia de hospedantes también contribuiría a su dispersión natural.