La Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria ha autorizado excepcionalmente la aplicación por medios aéreos de productos fitosanitarios formulados a base de azoxistrobin 20% + difenoconazol 12,5% [sc] p/v para luchar contra la piricularia en los arrozales.

La autorización del fungicida estará vigente en algunos municipios de la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Castilla-La Mancha hasta el 30 de septiembre, y en los municipios de Andalucía del 4 de agosto al 31 de octubre.

Pyricularia oryzae es el hongo causante de esta enfermedad, una de las más importantes en el cultivo del arroz por la pérdida considerable de producción y calidad que puede provocar. Afecta a todas las partes de la planta: hojas, nudos, cuello de la panícula y panícula. El inóculo permanece en restos del cultivo anterior o en otras gramíneas que le sirven de hospedantes. La infección se inicia cuando se dan condiciones favorables para su desarrollo: humedades elevadas (>90%) y temperaturas entre 15 ºC y 28ºC durante 14 horas seguidas. El rocío, la lluvia y el viento húmedo provocan la emisión de esporas y su dispersión.

Los primeros síntomas aparecen en las partes bajas y posteriormente se observan en otras partes de la planta. En las hojas se ven unas pequeñas manchas en forma de puntos que evolucionan hacia lesiones de aspecto alargado, con el centro de una tonalidad grisácea y el borde más oscuro; varias manchas pueden llegar a unirse y secar completamente la hoja afectada. La planta renueva las hojas y sigue vegetando. En los tallos se aprecia decoloración y en los nudos aparecen necrosis de color pardo oscuro. Cuando la infección se inicia en un nudo, la parte superior de la planta se seca; esta zona suele ser un punto de rotura de la caña.

En espiga puede provocar lesiones que impiden que los granos se formen correctamente. La lesión más importante se produce en el cuello de la panícula y afecta directamente a la producción. Si la infección es temprana, la espiga emerge totalmente blanca y erecta porque los granos están vacíos.

La intensidad de los daños varía en función de diversos factores, como la susceptibilidad de la variedad, el estado de desarrollo de la planta, las condiciones climáticas y el exceso de abonado nitrogenado, así como la procedencia y la sanidad de la semilla empleada.