Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos alerta sobre la presencia del mosquito verde (Empoasca vitis) en gran parte de los almendros de las zonas productoras y pide que se amplíe el espectro de insecticidas autorizados para su control.

La organización agraria señala la preocupación que existe entre los productores de almendra ante esta plaga que daña los cultivos y provoca “la baja rentabilidad de un producto que ya de por sí estaba acusando fuertes caídas”.

Unión de Uniones destaca que para el tratamiento de esta plaga únicamente existe un producto autorizado (fenpiroximato 5,12%) y una eficacia limitada, “porque solo soluciona el problema durante unas horas, ya que, al tener una acción de contacto, no persiste y la incidencia de la plaga vuelve al poco tiempo”. El mosquito verde afecta a numerosas especies frutícolas, pero a diferencia del almendro que solo cuenta con una única materia activa autorizada, estas cuentas con varios productos que provocan un mayor control de la plaga.

En almendros, el mosquito verde afecta principalmente a las hojas y también a los brotes tiernos, succionando savia del floema en los nervios principales ocasionando fuertes distorsiones, amarilleamientos y necrosis de las partes apicales de las hojas. Las picaduras del insecto producen el retardo del crecimiento de los brotes, el acortamiento del espacio entre las hojas e incluso la amarillez y caída de estas.

Este insecto puede aparecer numerosas veces en el mismo ciclo; las ninfas suelen aparecer en abril y mayo, pero la población es abundante en julio y agosto. La organización pide soluciones para “poder hacer frente a esta plaga y que se autoricen nuevas materias activas que den respuesta a lo que el cultivo necesita y atajar estos problemas de sanidad vegetal que no hacen más que minar la producción y la rentabilidad del cultivo, además de obligar, en muchas ocasiones, al abandono”.