Citrosol ha desplegado su amplio catálogo en soluciones poscosecha en la reciente feria alemana de Fruit Logistica, un innovador paquete de soluciones que permiten a los exportadores alcanzar sus destinos – incluso los más lejanos – con más fiabilidad, evitando reclamaciones y con plenas garantías de seguridad alimentaria.

 

Entre el abanico de herramientas poscosecha llevado por la empresa valenciana a la Messe de Berlín, destaca el lavado higiénico de hortalizas de los sistemas Citrocide®. Aunque estos sistemas se han desarrollado para el lavado higiénico de productos como el pimiento, el tomate, el aguacate (palta) y el ajo pelado, en la actualidad se está ampliando su uso a mango, caqui, boniato, cereza y IV Gama (hojas cortadas, zanahorias y baby leaf). “Son muchas y muy variadas las consultas que nos llegan para ver la posibilidad de transferir la tecnología Citrocide® a otras frutas y hortalizas. En el último año, ha sido tal el nivel de consultas que hemos tenido que priorizar algunos productos hortofrutícolas sobre los cuales se trabaja para desarrollar un lavado higiénico basado en los Citrocide®”, explica Martín Mottura, manager poscosecha de precisión de la compañía.

El uso autorizado en agricultura orgánica está acogiendo a empresas hortofrutícolas con problemas de podrido, ya que este perfil de productores ‘bio’ dispone de menos herramientas para combatir las pudriciones en campo. En este sentido, los sistemas Citrocide® tienen un aporte adicional para controlar el podrido poscosecha sin dejar ningún tipo de residuos. “Año a año nuestros clientes con Citrocide® van sumando más kilos de hortalizas lavadas como resultado de su crecimiento, en gran parte gracias al aporte de nuestros sistemas que permiten llegar a nuevos mercados, así como consolidar los que ya tienen. Por otro lado, se van incorporando cada vez más exportadores entre los que destacan los que se dedican a productos ‘bio’, ya que Citrocide® está autorizado para su uso en productos certificados como ecológicos”, afirma Mottura.

Por otro lado, el laboratorio portátil Easy kit®, que permite in situ y en apenas 40 minutos realizar una analítica de residuos a personal sin cualificación técnica, ha cumplido un año superando las expectativas: se han incrementando sus segmentos de mercado y en breve ampliará el número de fungicidas que puede medir. A Imazalil, Pirimetanil y Ortofenilfenol en aguas, ceras y fruta se añadirá en breve el Tiabendazol. “Esto hará de Easy Kit® un instrumento todavía más completo y versátil para el control y seguimiento de residuos en toda la cadena de valor de frutas”, subraya Juanjo Ferrandis, manager de esta innovación.

En este primer año de comercialización, Easy Kit® ha tenido una gran acogida, siendo su uso muy transversal. Lo están utilizando tanto las centrales hortofrutícolas como las comercializadoras y supermercados, pasando por la industria de zumos y hasta los servicios de inspección. En cuanto a su desarrollo a nivel geográfico, actualmente ya está presente en siete países, siendo su acogida magnífica, pues el acceso a laboratorios externos no siempre es sencillo en algunos países. A su vez, en España el balance de este primer año es muy positivo, pues ya está presente en clientes de Tarragona, Castellón, Murcia y Valencia. “Los clientes valoran que Easy Kit® les permite prevenir los problemas y reclamaciones derivados de residuos inadecuados, tanto por exceso como por defecto, pues les permite medir casi a tiempo real el residuo fungicida de su fruta”, describe Juanjo Ferrandis. “Otro uso muy bien valorado es el control de las aguas de vertido de las centrales hortofrutícolas, pues permite asegurarse de la ausencia de restos de fungicidas; y con ello, cumplir con la legislación y evitar la contaminación medioambiental”.