Para muestrear pulgones en cítricos se han venido utilizando diversos sistemas que se describen a continuación, y que se han comparado entre sí en varios estudios explicados más adelante.

Sistemas de captura más utilizados en cítricos

Los métodos más usuales se pueden ordenar en tres grupos, según que su finalidad sea obtener la composición de la fauna afídica que vuela por el campo de cítricos, o bien la que aterriza en las hojas de los árboles, o bien la que vive y se reproduce en ellos.

1. Métodos empleados para reflejar la composición de la fauna afídica que vuela por el campo

Con estos métodos se obtiene una muestra de los pulgones que vuelan por la parcela o por la zona citrícola que se quiere muestrear; capturan, por lo tanto, solamente pulgones adultos alados. Son de tres tipos: trampas de succión, trampas de hilos y trampas de agua.

1.1 Trampas de succión Básicamente (Figura 1) constan de una hélice, movida por un motor conectado a una fuente de energía (generalmente eléctrica), que aspira el aire a través de una malla horizontal y de otra troncocónica invertida, entre las que se dispone un bote donde caen los pulgones succionados. Todo ello está contenido en un armazón dotado de una portezuela para recoger el bote y poner otro nuevo. Este esquema admite variantes como la colocación de una chimenea sobre la boca superior (para capturar los pulgones de alturas mayores), o la inclusión de una base giratoria (según un reloj) con varios botes (para medir las capturas de distintos intervalos de tiempo). Este tipo de trampas se ha utilizado en redes internacionales que registran el movimiento de determinadas especies afídicas de interés agrícola, en varios países, para avisar de posibles invasiones, aunque tienen el inconveniente de su dependencia de la fuente de energía. También, como todos los métodos que capturan ejemplares alados de pulgones, se resentían al principio de la escasez de claves para pulgones alados (ya que la mayoría de las existentes eran para pulgones ápteros), pero esto se ha ido subsanando y ya hay buenas claves de alados tanto para la Europa centro-occidental (TAYLOR et al., 1984) como para la mediterránea (REMAUDIERE Y SECO, 1990).

1.2 Trampas de hilos Este tipo de trampa, diseñado por Labonne et al. (1983), consiste en un marco de madera cuadrado, de unos 30 cm de lado, en el que se fija una parrilla de hilos de poliamida separados entre sí 3,5 mm (Figura 2), y que se coloca verticalmente en un soporte, a la altura que se desee. Los hilos se pulverizan con un adhesivo en aerosol, de manera que los pulgones que vayan a pasar volando entre ellos se quedan adheridos; periódicamente se recogen los marcos y se dejan en un disolvente hasta que se desprendan los pulgones, que se almacenan e identifican. Este sistema da resultados semejantes a los de la trampa de succión, con la ventaja de ser mucho más manejable y de poder situarse a la altura o en la situación que se quiera con respecto al árbol, pero tiene el inconveniente que representa el manejo de adhesivos y disolventes.

1.3 Trampas de agua coloreadas Se basan en el influjo que ejercen determinados colores, básicamente el amarillo y el verde, sobre los áfidos, que quedan atrapados en el agua al acudir atraídos por el color.

1.3.1 Trampas amarillas de agua También se llaman de Moericke, por el nombre de su inventor (MOERICKE, 1951). Constan de un recipiente pintado de amarillo (Figura 3), que se llena de agua de la que se recogen periódicamente los pulgones capturados, y que se coloca a la altura que más interese; en el caso de los pulgones de cítricos es bastante usual situarlo a 1?5 m del suelo. La trampa de Moericke ha sido de las más utilizadas para pulgones de cítricos hasta que se descubrió que el color amarillo atrae selectivamente a unas especies más que a otras: concretamente, esta trampa captura más Aphis spiraecola (uno de los pulgones mayoritarios en agrios) que de las otras especies afídicas de los cítricos (SEIF, 1988; LABONNE et al., 1989). Así pues, no refleja más que de manera sesgada la composición de la fauna afídica que vuela por los campos de cítricos, pero todavía se sigue usando para continuar estudiando la evolución a lo largo de los años de esta composición cuando inicialmente se utilizó para ello este tipo de trampa.

1.3.2 Trampas verdes Se basan en la idea desarrollada por Irwin (1980) para capturar pulgones en soja, consistente en una baldosa del color verde de la planta, situada dentro de una cubeta con un líquido, y que pretendía medir no ya la composición de la fauna afídica volante sino lo que se posa en las hojas. Para cítricos se han usado trampas como las de Moericke pero de distintos tonos de verde en vez de amarillo, como se explicará con más detalle en el apartado II-1.

2. Método usado para medir la composición de la fauna afídica que aterriza sobre las hojas de cítricos

Independientemente de la posibilidad que se acaba de comentar de la utilización de trampas verdes de agua, hay un sistema, diseñado por Avinent et al. (1993), que mide específicamente la composición de la fauna de pulgones que se posa sobre las hojas: el método del árbol (o del brote) pegajoso. Consiste (Figura 4) en pulverizar con un adhesivo en aerosol un número determinado de brotes, que se señalan (por ejemplo, mediante pequeñas anillas) para poder recogerlos en una visita posterior junto con los pulgones capturados, separándose estos últimos al introducirlos en disolvente. Aunque este método refleja muy bien la composición de la fauna afídica que visita una planta, tiene el mismo inconveniente de las trampas de hilos, es decir, el empleo de adhesivos y disolventes.

3. Sistemas utilizados para obtener la composición de la fauna afídica que vive y se reproduce en las hojas

A diferencia de los otros sistemas, éstos tienen como objetivo obtener la composición de la fauna afídica instalada en la planta. Pueden consistir en muestreos simples o bien referidos a la superficie del árbol.

3.1 Conteos simples de colonias Se muestra un número determinado de hojas por árbol, procurando que estén repartidas homogéneamente en altura y con respecto a la orientación, en varios árboles del huerto.

3.2 Sistemas de muestreo referidos a la superficie del árbol Con ellos se obtienen la densidad de plaga, que se utiliza para el cálculo de umbrales de intervención en los programas de lucha integrada, delimitándose para ello una porción de la superficie de la copa (normalmente por medio de un aro de 0?25 m2 que se va colocando a varios árboles). Estos sistemas se definen por su manera de calcular la densidad de plaga y son los siguientes, ordenados de mayor a menor rigor en el cálculo de dicha densidad de plaga, y por tanto de menor a mayor facilidad de aplicación:

3.2.1 Número de pulgones por m2 de copa Es el método más riguroso, aunque también el más difícil de aplicar en campo para calcular la densidad de plaga, ya que implica contar los pulgones que hay dentro del aro. Fue utilizado por Hermoso de Mendoza et al. (2000) para obtener los umbrales de tratamiento contra Aphis gossypii en clementino.

3.2.2 Porcentaje de brotes atacados Es éste el método probablemente más utilizado para pulgones de cítricos desde que fue establecido por Cavalloro y Prota (1983), y en él no se cuentan los pulgones sino el número de brotes atacados y el de brotes receptivos totales dentro del aro, obteniéndose el porcentaje de los primeros con respecto a los segundos.

3.2.3 Número de brotes atacados por aro Es una simplificación del sistema anterior propuesta por Ripollés et al. (1995), con la cual se evita contar el número de brotes no atacados que hay dentro del aro de 0?25 m2.

3.2.4 Índice de ataque Los mismos autores del método anterior discurrieron otra simplificación, en estrecha relación con éste: cuando el número de brotes atacados por aro fuese 0, 1-2, 3-6, ó > 6, el índice de ataque sería 0, 1, 2, ó 3 (respectivamente).

3.2.5 Porcentaje de aros ocupados La mayor simplificación propuesta por los mismos autores de los dos sistemas anteriores consistió en medir la densidad de plaga sencillamente por el porcentaje de los aros con pulgón con respecto al total de aros (con y sin pulgón) que se hubieran dispuesto.

Relaciones entre métodos de muestreo de pulgones en cítricos

A continuación se exponen los resultados de varios estudios realizados para comparar diversos sistemas de captura de los descritos más arriba para pulgones de cítricos.

1. Comparación entre los métodos del árbol pegajoso, los conteos de colonias, las trampas de hilos y las de agua, en naranjos y clementinos

Estas experiencias se realizaron entre 1991 y 1994 en varios puntos de las comarcas valencianas de la Plana y la Ribera, en campos de naranjos, de clementinos, y de naranjos y clementinos mezclados. Las trampas de agua eran de tres colores (Figura 5): amarillo, verde intenso y verde hoja (mezcla de verde intenso y de amarillo). Los resultados, referidos a las especies afídicas mayoritarias Aphis spiraecola y Aphis gossypii, fueron los siguientes (Hermoso de Mendoza et al., 1998):

1º. La trampa amarilla, como era de esperar, capturó proporcionalmente más Aphis spiraecola que las otras dos de agua y que la de hilos.

2º. La trampa de hilos capturó proporcionalmente más Aphis gossypii que las tres de agua.

3º. El muestreo de colonias en hojas de naranjo dio una proporción entre A. spiraecola y A. gossypii equivalente a la obtenida en la trampa de agua amarilla, cuando se trataba de un campo de naranjos y clementinos mezclados.

4º. El muestreo de colonias en hojas de naranjo dio una proporción entre A. spiraecola y A. gossypii equivalente a la obtenida en la trampa de agua de color mezcla de verde y amarillo, cuando se trataba de un campo de naranjos solos.

5º. El muestreo de colonias en hojas de clementino dio una proporción entre A. spiraecola y A. gossypii semejante a la obtenida por el método del árbol pegajoso (tanto en naranjo como en clementino) y a la de la trampa de hilos.

6º. La proporción entre los ejemplares de A. spiraecola y A. gossypii que aterrizaban sobre naranjo era análoga a la de los que aterrizaban sobre clementino.

7º. Esta proporción se mantuvo en clementino al desarrollar los áfidos colonias sobre las hojas, mientras que en naranjo aumentó.

8º. Como consecuencia, A. spiraecola acabó siendo más abundante proporcionalmente en colonias de naranjo que de clementino, en tanto que A. gossypii lo fue más en clementino que en naranjo.

2. Equivalencias entre los sistemas de determinación de la densidad de plaga en relación a la superficie del árbol

Una primera equivalencia fue obtenida por Melià (1995) al relacionar en Castelló el porcentaje (x1) de brotes de clementinos atacados por A. gossypii con el número (x5) de pulgones de esa especie capturados semanalmente en una trampa de agua amarilla de 30 cm de diámetro situada en el suelo. La fórmula resultante fue: x5 = -3,02 + 17,86 x1. El resto de las equivalencias se obtuvo en el marco del cálculo de los umbrales de intervención contra pulgones de cítricos llevado a cabo en Montcada (Valencia), concretamente en clementino contra Aphis gossypii en 1996-98 (HERMOSO DE MENDOZA et al., 2000) y contra Aphis spiraecola en 1999-2002 (HERMOSO DE MENDOZA et al., 2004). En la tabla 1 se indican las fórmulas que resultaron al comparar los sistemas descritos en el apartado I.3.2, a las que se ha añadido la fórmula obtenida por Melià (1995) convenientemente modificada. Estas equivalencias resultan muy prácticas cuando se quieren calcular los umbrales de tratamiento contra pulgones utilizando sistemas fáciles de aplicar en campo.  

 

BIBLIOGRAFÍA

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HERMOSO DE MENDOZA, A.; AROUNI, R.; BELLIURE, B.; CARBONELL, E.A.; PÉREZ-PANADÉS, J.; 2004. Umbrales económicos de tratamiento contra Aphis spiraecola (Hemiptera, Aphididae) en clementinos. Boletín de Sanidad Vegetal. Plagas, 30.

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