Sección: Opiniónes

La crisis que está soportando el sector del limón en estos momentos se puede perfectamente calificar como una de las más graves de la última década. Son muchos los analistas, productores e incluso operadores que expresan abiertamente que se trata de la crónica de una muerte anunciada, como reza el libro del escritor colombiano Gabriel García Márquez.

Las razones para explicar esta crisis son muy variadas, ya que pasan por un exceso de producción, una apremiante falta de ordenación de la oferta así como una competencia completamente desleal por parte de productores como Turquía, que están invadiendo el mercado europeo, con limones muy baratos.

El dumping social que está cometiendo este país es "abusivo" y no se puede entender. Lamentablemente, el sector productor ? comercializador de limón en España tiene mucho que avanzar, ya que la finalidad de reducir los costes de producción, solamente se ha quedado en un "querer y no poder".

Son muchos los productores que están buscando a marchas forzadas "culpables" para esta monumental crisis, que ha sorprendido a los más veteranos de un sector, que viene arrastrando unos años muy ensombrecedores.

Hay que decir de forma clara y rotunda que no es el momento de hacer "una caza de brujas", ya que ante una crisis estructural como la que vive este cítrico hay que encontrar soluciones contundentes. Si bien es cierto que hace falta una promoción para el limón español (sea de Murcia, Alicante o de Andalucía), también hay que reconocer los esfuerzos de la organización interprofesional AILIMPO (Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo) por crear un contrato de compra de limón tanto en fresco como de industria.

Todavía queda mucho por hacer en el sector citrícola español, pero hay que solucionar un grave mal endémico como es la falta de concentración de la oferta, que está deteriorando gravemente las rentas de las empresas citrícolas.

Como botón de muestra del buen hacer, habría que tomar ejemplo de la labor que realiza el consorcio Grupo Hortiberia, con sede en Cartagena (Murcia) y formado por nueve productores, que está demostrando su alto grado de profesionalidad y una magnífica gestión en la comercialización de frutas y hortalizas.

Es, sin duda alguna, una referencia para tener en consideración.

Por otro lado, algunos se empeñan ?de forma errónea? en pensar que la Administración tiene la llave para "solucionar" todas las crisis del sector. Eso no es así, las Consejerías de Agricultura ayudan al sector, pero los que verdaderamente deben hacer un ejercicio de reflexión y ponerse a resolver los males estructurales, es el propio sector. Promoción, calidad, ordenar la oferta y concentrar la oferta, son cuatro claves para poder atajar los problemas que hoy día sacuden de forma grave a los productores de limón.

No se deben buscar fantasmas donde no los hay, y el camino que han seguido las empresas citrícolas hasta este momento es muy positivo. Son "especialistas" en dar servicio a las grandes cadenas de distribución y, esto no es fácil. Pero hay que tener una visión mucho más amplia y constructiva, hay que trabajar de forma unida y dejar los individualismos para que se pueda obtener un verdadero "valor añadido" tanto en el plano productor como en el comercializador.

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