Sección: Opinión

El sector distribuidor de agroquímicos ha sido capaz durante las últimas décadas de ir profesionalizándose y convirtiéndose en uno de los sectores más importantes para la economía.

Afortunadamente, la empresas de distribuidores de agroquímicos cuentan con dos excelentes organizaciones como son AIDA (Asociación Interprovincial de Distribuidores de Agroquímicos) y, en el plano nacional, FEDISPROVE (Federación de Distribuidores de Protección Vegetal).

A pesar de los tiempos que están soportando los agricultores con crisis de precios, pertinaz sequía, competencia de terceros países y elevados costes de producción, los empresarios del sector agroquímicos están encarando tiempos difíciles trabajando de forma organizada y mediante organizaciones que están demostrando estar a la altura en los distintos foros donde tienen representación. Para ello, estas entidades tienen un equipo de buenos profesionales que encabeza Rosa Maria Robles y que están velando por los intereses de sus asociados.

 

Certificación empresarial

Otra de las cualidades del equipo de Robles reside en las iniciativas que lleva a cabo la asociación AIDA, cuya sede está ubicada en la localidad alicantina de Orihuela, que ha decidido realizar una apuesta por la certificación empresarial a través del acuerdo realizado con la Corporación Empresarial ESMEIN, por el que se desarrolla un modelo de gestión de calidad específico para las empresas de distribución de productos fitosanitarios asociadas en AIDA, y pionero en el contexto del sector de distribución de fitosanitarios español. De hecho, en la última Asamblea General de esta asociación ? que se celebró en la capital del Bajo Segura ? se llevó a cabo la segunda entrega de certificados a 25 empresas, lo que supone que casi el 50% de las empresas asociadas están ya certificadas. Sin embargo, los deseos de los dirigentes de AIDA es que lleguen al 100%.

AIDA es una organización profesional que defiende y representa a las empresas distribuidoras de agroquímicos, por eso, las líneas maestras de futuro de esta entidad pasan, sin lugar a dudas, por continuar dando una gama de servicios profesionales para que este colectivo empresarial siga siendo competitivo y rentable.

 

Ganas de crecer

En el sector de los fitosanitarios, se respira un sentimiento que apunta a que las firmas que operan en el mismo tienen ganas de crecer. A pesar de que de una forma directa o indirecta, dependen en gran medida de la evolución del sector agrario, las empresas tienen ilusión y muchísimas ganas de seguir expansionándose y no limitar su mercado. Para ello, los profesionales que trabajan en las mismas tienen cada vez un mayor nivel de cualificación profesional y tienen una gran formación humana y técnica. Asimismo, la capacidad estratégica de este tipo de empresas es otra cualidad que dice mucho de los responsables de éstas.

Valentía y coraje son dos características que definen el comportamiento de los empresarios del sector fitosanitario frente a las adversidades comerciales y la dura competencia en el terreno comercial que existe actualmente.

Desde estas líneas, mi más sincero homenaje por la labor que cumplen todos los días y todos los beneficios que aportan para el desarrollo de nuestra agricultura.

Comprar Revista Phytoma 181 - AGOSTO/SEPTIEMBRE 2006