INTRODUCCIÓN

Los últimos años se están caracterizando por primaveras y veranos con un claro descenso de las precipitaciones y temperaturas bastante elevadas para nuestra latitud. Esta situación favorece la disminución de enfermedades fúngicas en los cultivos sin embargo, se está observando un claro aumento de los problemas debidos a plagas. A continuación se describen las incidencias más destacables por grupos de cultivos.

 

Frutales

Manzano: las plagas más relevantes han sido la carpocapsa (Cydia pomonella) que provoca la caída prematura de los frutos y el pulgón ceniciento (Dysaphis plantaginea) que deforma las hojas, brotes y frutos siendo de vital importancia en los primeros cinco a siete años del cultivo. El pulgón lanígero ha constituido un problema sobretodo en plantaciones jóvenes. Aphis pomi suele estar presente pero ha tenido una escasa incidencia. El gorgojo de la flor (Anthonomus pomorum) también suele ser frecuente pero sólo tiene importancia en plantaciones con escasa floración. Los daños por roedores han sido puntuales pero intensos. Las especies más problemáticas son Arvicola terrestris y Microtus lusitanicus. Entre las enfermedades, la podredumbre del cuello por Phytophthora sp., Armillaria sp. y Sclerotium rolfsii, ha sido escasa y en zonas muy concretas mientras que han seguido observándose bajas importantes en plantaciones jóvenes, atribuidas a problemas de manejo durante el periodo de transplante o a planta de baja calidad. Cabe destacar casos puntuales de moteado (Venturia inequalis) y monilia (Monilinia fructigena) que han requerido tratamiento pero normalmente asociados a determinadas variedades.

 

Cítricos: hay que destacar la presencia de una de las principales plagas de los cítricos en todo el mundo, el pulgón negro de los cítricos (Toxoptera citricidus).

Su importancia radica en ser el vector más eficiente del Virus de la tristeza de los cítricos (CTV) que provoca la seca y muerte de los cítricos sensibles. Se encuentra a lo largo de toda la franja costera de la región, en las zonas donde hay cítricos presentes.

 

Vid: en Asturias los cultivos de vid están localizados en la localidad de Cangas del Narcea donde este año se han registrado una serie de incidencias meteorológicas: heladas, vientos, tormentas, nieblas, etc. que han perjudicado en mayor o menor medida los cultivos. Se han registrado ataques de mildiu, oidio y black rot de intensidad variable según la parcela pero controlados con tratamientos en las primeras fases del cultivo. Ya al final, en septiembre, aparece Botrytis sp. cuyos ataques fueron favorecidos por las tormentas de agua y granizo, y las heridas provocadas en las bayas por la polilla del racimo (Lobesia botrana) y por el rajado posterior al ataque de oidio. Por último mencionar que una prospección realizada en algunas parcelas de menos de cinco años ha revelado la presencia, en muchas de ellas, de algún hongo de madera de los implicados en la denominada enfermedad de petri. En el próximo año se estudiará en profundidad este tema.

 

Cultivos forrajeros

Praderas y Pastizales: cada vez con más frecuencia se observan ataques de gusano blanco, con densidades en el frente de ataque, en algunos casos, superiores a 200 larvas por metro cuadrado. Tipula sp. y Mythimna unipuncta no han constituido plagas de especial relevancia y al igual que en frutales el roedor que mayores perjuicios ha causado ha sido A. terrestris.

 

Maíz: se han producido ataques graves de rosquilla (Agrotis segetum) en zonas aisladas, en algunos casos a plantas de más de 10 hojas. En cuanto a enfermedades ha habido muy bajo nivel de daños de la niebla o tizón del maíz provocado por Setosphaeria turcica, aunque se constata su presencia en casi todas las áreas de cultivo en Asturias. Las desfavorables condiciones climáticas y la utilización de variedades resistentes han sido dos factores claves para su control este año. Sólo mencionar que se está observando un ligero incremento de roya (Puccinia sp.) y carbón (Ustilago maydis) en nuestros cultivos.

 

Hortícolas

Judía: el cambio climático, tantas veces citado, está favoreciendo el desarrollo de plagas, como la araña roja, o enfermedades, como el oídio, que han pasado de aparecer de forma tardía y no en todas las campañas, a presentarse mucho antes y todos los años en la mayoría de las zonas donde se cultiva judía.

Ambos agentes han provocado mermas importantes de la cosecha y han pasado a ser los que ocasionan un mayor gasto fitosanitario. En cuanto a plagas han sido de especial relevancia las provocadas por "gusanos", siendo la oruga de la vaina (Ostrinia nubilalis), la que mayor repercusión ha tenido después de la araña roja. La mayor parte de las marras de nascencia han sido causadas por la mosca de los sembrados (Delia platura) y hay que destacar también los daños producidos por gusano gris (Agrotis spp.), y el gusano de alambre (Agriotes spp.). Ya al final del cultivo ha habido algunos problemas de mancha parda y grasa (Pseudomonas syringae pv. syringae y P. syringae pv. savastanoi, respectivamente). Phoma sp. solamente ha sido problemático en algunas parcelas en las que atacaba preferentemente al tallo de la planta y fue necesario tratar. Es importante destacar el descenso de daños debidos a Sclerotinia sclerotiorum, por dos causas: las escasas lluvias y tormentas, y el empleo de tratamientos preventivos al suelo en los últimos años para reducir el inóculo de esclerocios en el suelo.

 

Otros cultivos: mencionar la detección de un foco del virus del bronceado del tomate (TSWV) en plantas de tomate y pimiento de un vivero. La detección de dos casos puntuales de Plasmodiophora brassicae en repollo y Pectobacterium carotovorum subsp. carotovorum en col. Y un fuerte ataque de Sclerotinia sp. en un importante cultivo de perejil de la región.

 

Forestales

Pino: ha sido un año de fuertes ataques de la procesionaria del pino (Thaumatopoea Pityocampa) y se mantienen los daños por barrenadores del género Tomicus sp. en montes mal manejados o en repoblaciones hechas en suelos inapropiados. Cabe mencionar la presencia de Hylobius abietis en plantaciones jóvenes donde no se hizo una buena limpieza previa de restos de madera.

Desde la primera detección de Fusarium circinatum, hongo de cuarentena responsable de la enfermedad del "chancro resinoso de los pinos", en un vivero de Asturias en abril de 2004 se han realizado prospecciones anuales en todos los viveros forestales y masas de pino. Este año pasado se ha detectado el patógeno en varios viveros en plántulas de Pinus radiata, P. pinaster, P. canadiensis y P. palustris y en semilla no se ha encontrado. En masas, sólo se confirmó la presencia de F. circinatum en una parcela aislada situada en el concejo de Llanes. Todos los lotes de plantas infectados así como la masa de Llanes fueron destruidos.

 

Eucalipto: a pesar de las escasas precipitaciones otoñales y los calurosos veranos Mycosphaerella spp. está causando verdaderos problemas en las plantaciones de eucalipto, en especial sobre árboles jóvenes que aún no han cambiado la hoja. El retraso en el crecimiento es extremo durante el primer año llegando a morir muchos de los individuos afectados. El defoliador del eucalipto (Gonipterus scutellatus) se mantiene presente aunque de forma controlada con los programas de lucha biológica. Se ha detectado algún caso puntual de Phoracanta semipunctata y la presencia de Ctenarytaina spatulata es elevada en algunas plantaciones.

 

Ornamentales

Rhododendron y camelia: detección y erradicación de un foco de Phytophthora ramorum en un vivero. Ciborinia camelliae aparece en prácticamente todas las zonas de la región donde hay camelias.

La mayor parte de la información recogida en este artículo ha sido elaborada a partir de los informes aportados por los técnicos de las ATRIAs del Principado de Asturias.