INTRODUCCIÓN

El presente informe del estado fitosanitario de los principales cultivos de la Comunidad Autónoma de Andalucía durante el año 2006 es el resultado de los trabajos llevados a cabo por la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) y de la información aportada por los Departamentos de Sanidad Vegetal de cada una de las ocho provincias andaluzas. La RAIF es un proyecto que se ha modificado sustancialmente durante este año 2006 respecto a lo que era su concepción original; de esta forma, a partir de los datos proporcionados por los técnicos de las Agrupaciones de Producción Integrada (APIs) y las Agrupaciones de Tratamientos Integrado en Agricultura (ATRIAS) de los distintos cultivos, y manejados a través del programa informático TRIANA, diseñado por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, se ha creado una gran base de datos desde la que se generan semanalmente mapas del estado de las principales plagas y enfermedades de cuatro cultivos importantes para nuestra región como son el olivar, los cítricos, la vid y el algodón, en las distintas zonas biológicas en las que se había distribuido el territorio.

 

Para cumplir con estos objetivos, la RAIF cuenta en la actualidad con un equipo formado por más de 450 técnicos especializados, entre ATRIAS, APIS y técnicos propios de la Red, que realizan el seguimiento de las principales plagas y enfermedades que afectan a los cultivos de cítricos, algodón, vid y olivo, en más de 4.500 Estaciones de Control, así como una Red de más de 150 Estaciones Meteorológicas Automáticas. En el futuro está previsto que la RAIF se vaya incrementando progresivamente incluyendo nuevos cultivos de importancia para Andalucía como los cultivos hortícolas, la fresa, la remolacha, etc.

La información completa de esta Red, puede consultarse en la siguiente dirección: www.cap.juntaandalucia.es/agriculturaypesca/raif/raif.jsp

A continuación pasamos a realizar un breve resumen para cada uno de los cultivos

 

Olivar

Respecto a la mosca del olivo (Bactrocera oleae) y a nivel autonómico, el dato medio de picada total al final de campaña ha sido del 6,75%, valor ligeramente superior a la media de porcentaje de picada total en Andalucía en las últimas 13 campañas (5,30%). Los niveles más altos han aparecido, dentro de cada provincia, en Zonas Biológicas de sierra y siendo los valores de picada sensiblemente mayores en las provincias orientales. Los primeros frutos afectados fueron apareciendo en la mayoría de las provincias durante los meses de junio y julio. Los niveles de vuelo de adultos se mantuvieron bajos durante los meses estivales para luego incrementarse a partir del mes de septiembre con la llegada de temperaturas más suaves y el aumento de la humedad relativa, pero siempre en unos niveles no preocupantes. En el caso de la provincia de Sevilla la subida importante no se produjo hasta el mes de noviembre.

Con relación a la polilla del olivo (Prays oleae), la incidencia en esta campaña ha sido poco reseñable con un porcentaje medio de aceitunas con Prays vivo (generación carpófaga) de un 1,64%. Se puede afirmar que la incidencia de esta plaga ha sido inferior a la normal, si bien han existido zonas con mayor severidad de ataque, situadas principalmente en las comarcas de la Sierra Sur de Sevilla, el Valle del Guadalhorce en Málaga y la Sierra de Cádiz (con valores entre el 8 y el 12%).El porcentaje de parcelas tratadas contra Prays oleae en la Comunidad ha sido de un 19,6%. Otra de las plagas que tradicionalmente ha tenido una marcada importancia en el olivar andaluz ha sido la cochinilla de la tizne (Saissetia oleae). En la campaña 2006, no ha habido una especial repercusión de esta plaga en el olivar andaluz. Se ha realizado un seguimiento específico para evaluar el porcentaje de huevos eclosionados de cochinilla de la tizne en las distintas Zonas Biológicas. En la mayoría de las Zonas en las que sí se detectó su presencia, el máximo porcentaje de eclosión de huevos se produjo en la primera quincena de agosto, si bien las altas temperaturas registradas durante este período provocaron una alta mortalidad de formas sensibles y la desecación de un porcentaje importante de huevos.

En la provincia de Cádiz, se ha constatado una importante acción depredadora de las larvas del hymenóptero Scutellista cyanea.

Cabe destacar que en la provincia de Jaén no se ha detectado incidencia alguna de la cochinilla en las distintas Estaciones de Control distribuidas por toda la provincia, posiblemente motivado por las heladas producidas durante el invierno de 2005, que ocasionó una importante mortalidad de esta plaga.

El porcentaje de parcelas tratadas contra Saissetia ha sido ínfimo, no superando el 1% en el conjunto de Andalucía.

Respecto a glifodes (Margaronia unionalis) su incidencia ha sido, por lo general escasa, salvo en la Zona Biológica de Jerez (Cádiz) donde se han observado daños de consideración provocados por larvas en las plantaciones jóvenes, llegándose a realizar hasta 4 tratamientos por parcela en las parcelas afectadas.

El abichado del olivo (Euzophera pingüis) puede considerarse como otra plaga que no ha tenido apenas repercusión en la Comunidad. Sólo en la provincia de Granada y ciertas zonas de Jaén (Loma Baja, Campiña Norte, Mágina Sur y La Cerrada) se han dado niveles de vuelo importantes de este agente.

Los máximos de capturas se produjeron a finales de primavera y en el mes de septiembre.

Finalmente, en el apartado correspondiente a plagas, destacar la presencia cada vez más patente del Barrenillo negro (Hylesinus oleiperda) en la Sierra Sur de Jaén y en la zona Norte de Granada.

Respecto a las enfermedades, destacar que el repilo (Spilocaea oleagina) no ha presentado incidencia reseñable sobre el olivar andaluz. A nivel autonómico se ha obtenido un valor medio del 1,14% de hojas con repilo visible, siendo las zonas de sierra de las provincias occidentales (principalmente Cádiz y Sevilla) las que presentan valores superiores al resto.

Los tratamientos contra Spilocaea han sido generalizados tanto en primavera como en otoño, utilizando en la mayoría de los casos productos preventivos de cobre. Destaca la zona de Antequera-Norte en Málaga, como aquella en la que se han realizado un mayor número de intervenciones para controlar este hongo. Dadas las abundantes lluvias acaecidas en los meses de octubre y noviembre y la bonanza del invierno será necesario estar atentos a la evolución de la enfermedad en primavera.

De las prospecciones realizadas para comprobar el nivel de infección de Verticilosis (Verticillium dahliae) se ha obtenido un valor medio autonómico del 0,26% de árboles afectados, siendo los valores medios muy parecidos entre las distintas provincias. Por Zona Biológica destacan el valor de Los Palacios-Utrera en la provincia de Sevilla, con el 6,15% de árboles afectados.

 

Cítricos

La principal plaga de los cítricos, la mosca de la fruta (Ceratitis capitata) no ha presentado especial relevancia en la problemática fitosanitaria de este cultivo en Andalucía, pese a que la campaña pasada quedó un gran porcentaje de naranjas tardías sin recoger, lo que motivó un fuerte nivel de capturas desde el mes de abril en adelante.

El índice medio de capturas fue incrementándose desde el mes de mayo, para alcanzar un máximo que, en la mayoría de las provincias, coincidió con el mes de julio (en este mes se obtuvo una media autonómica de 20 adultos por trampa y día) si bien dichos niveles, como se ha comentado con anterioridad, no se tradujeron en daños.

El porcentaje medio autonómico de frutos picados ha ascendido al 0,96%, valor que puede considerarse muy bajo. Ese valor ha sido aún más bajo en las principales zonas citrícolas de la Comunidad (caso de las provincias de Huelva, Sevilla y Málaga).

Las Zonas Biológicas donde se trató un mayor número de parcelas fueron

La Vega de Sevilla, La Vega de Córdoba y el Campo de Gibraltar en Cádiz.

Otra de las plagas principales en el cultivo de los cítricos es el piojo rojo de California (Aonidiella aurantii).

Debido a las condiciones climáticas que se han dado en la presente campaña, caracterizadas por un invierno muy suave, es posible que se haya producido un solape de generaciones en las zonas citrícolas de las provincias de Málaga, Almería y Huelva. En este sentido, en la provincia de Huelva se calcula que pueden haberse dado 4 e incluso 5 generaciones. En el resto de provincias se han detectado 3 e incluso una cuarta con adelanto de la aparición de la primera generación.

El máximo de formas sensibles en primera generación se ha alcanzado en la mayoría de las provincias entre mediados del mes de mayo y primeros del mes de junio, coincidiendo con la superación de la integral térmica para este agente. El porcentaje medio autonómico de frutos afectados por Aonidiella ascendió al 9,77% (cabe destacar en particular el porcentaje de frutos afectados en la zona de Bajo Andarax en Almería, que ascendió a valores del 33 %).

El porcentaje de parcelas que presentaron frutos afectados fue del 37,26% mientras que el porcentaje de parcelas que fueron tratadas contra Aonidiella ascendió al 34,16%, principalmente en variedades del grupo Navel y en Salustianas.

Respecto a los ácaros del género Eutetranychus, la incidencia ha sido muy baja con focos muy localizados que se controlaron correctamente.

Estos focos han aparecido en las Zonas Biológicas de Condado Campiña y Costa Occidental y Huelva-Cartaya en Huelva, en zonas puntuales de Cádiz, La Vega en Córdoba y Estepona y Guadalhorce Oriental en Málaga. En las zonas mencionadas de Málaga los ácaros del género Eutetranychus han desplazado a las poblaciones de araña roja (Tetranychus urticae) y ácaro rojo (Panonychus citri). En general, en todas las provincias, E. orientalis aparece cada vez más tarde, siendo los tratamientos cada vez más tardíos.

En Almería, los focos de Eutetranychus se concentran en explotaciones citrícolas situadas a lo largo del río Andarax, desde donde no han conseguido, hasta el momento, extenderse a otras zonas. Sólo el 1,24% de las parcelas realizaron tratamientos fitosanitarios.

El mosquito verde (Empoasca spp) ha presentado una incidencia destacable en la provincia de Córdoba, donde el valor medio provincial de frutos afectados fue del 13,47%. La variedad Navelina ha sido la más perjudicada, puesto que los daños ocasionados condicionan la desverdización.

En esta provincia, el 21,9% de los tratamientos insecticidas en cítricos tuvieron como objeto el control de las poblaciones de este agente.

La araña roja (Tetranychus urticae), no ha originado especial problemática fitosanitaria en la Comunidad, apareciendo siempre en focos muy localizados y sin apenas incidencia.

Respecto al minador (Phyllocnistis citrella), se adelantó en aproximadamente un mes su aparición y se constata que en el mes de diciembre se han observado larvas en diversas plantaciones.

Este agente sólo revierte importancia en las plantaciones jóvenes y reinjertadas, por lo que los tratamientos fitosanitarios se han realizado en este tipo de explotaciones desde final de primavera a final de otoño.

La polilla del limonero (Prays citri) no ha tenido apenas repercusión en las zonas citrícolas a excepción de la comarca de Estepona donde a principios de mayo se detectó un valor medio del 27% de elementos florales atacados. Es de destacar que el cultivo del limonero en Málaga está en regresión en las distintas

Zonas Biológicas.

Otras plagas como mosca blanca (Aleurothrixus floccosus), cotonet (Planococcus citri), excepto en Cádiz donde se realizaron el 11% de los tratamientos que se hacen en el cultivo contra esta plaga (0.3 tratamientos/parcela) y pulgones (Aphis spp., Myzus spp., etc.) no han causado ninguna incidencia reseñable en los cítricos, al contrario de lo ocurrido en la campaña anterior, sobre todo en algunas zonas, debido a las consecuencias de las heladas que concentraron las posteriores brotaciones.

Respecto a enfermedades, cuya incidencia en general ha sido también muy poco significativa, destacar la aparición de tres muestras positivas por Alternaria (Alternaria alternata) en la provincia de Almería en la variedad Fortune.

Por otro lado, las lluvias y temperaturas suaves de inicios de otoño favorecieron la aparición de frutos afectados de aguado (Phytophthora spp.) en Estaciones de Control de diversas zonas. Se han producido fuertes infecciones en parcelas puntuales de la provincia de Córdoba donde no se pudo entrar para realizar tratamientos.

 

Vid

En la campaña 2006, la polilla del racimo (Lobesia botrana) ha tenido una incidencia muy poco significativa en las principales zonas vitivinícolas de la Comunidad.

Los máximos de capturas se han producido durante los meses de junio y julio, coincidiendo con el vuelo de la segunda y tercera generación de este agente, si bien la presión de esta plaga sobre el cultivo ha sido baja. Los daños por podredumbres no han sido significativos.

En cuanto a aplicaciones fitosanitarias, destaca la realización de intervenciones contra Lobesia en el 37,44% de las parcelas, siendo la provincia de Cádiz la que registró la gran mayoría de las aplicaciones.

El mosquito verde (Empoasca spp.) ha tenido una incidencia mayor en la campaña 2006 que en la anterior. En líneas generales, la presencia de este homóptero sobre los viñedos se comenzó a observar en el mes de junio.

Las principales provincias afectadas han sido Cádiz, Córdoba y Huelva.

En Cádiz los daños han sido relativamente importantes, realizándose tratamientos sobre todo en plantaciones durante los meses de junio y julio, cuando se superaba el umbral de 1 insecto/hoja. En Córdoba el ataque de Empoasca spp. se ha centrado sobre las plantaciones nuevas de variedades tintas. En Huelva los daños causados han sido superiores a los de años anteriores, en parte motivados por el insuficiente número de aplicaciones fitosanitarias (esta circunstancia se repite también en la provincia de Córdoba) y también por la escasa masa foliar como consecuencia de los ataques de mildiu (Pasmopara vitícola).

Se ha tratado el 20,85% de las parcelas contra Empoasca, todas ellas situadas en las provincias de Cádiz, Huelva y Málaga.

En cuanto a la araña amarilla (Tetranychus urticae) destacar la escasa incidencia en la campaña 2006, apareciendo en la mayoría de las provincias en focos o rodales fácilmente controlables. Sólo ha diferido del resto la provincia de Córdoba donde se ha constatado un incremento de la presencia de araña, que en años anteriores se limitaba a rodales localizados y la provincia de Huelva donde a partir de julio el nivel medio de intensidad de ataque pasó de leve a moderado.

Se da la circunstancia de que en estas dos provincias se alcanzaron los porcentajes medios más elevados de cepas afectadas (un 25,75% en Huelva y un 9,54% en Córdoba).

La acariosis (Calepitrimerus vitis) sólo ha tenido incidencia en Granada, particularmente en la Zona Biológica de Alhama de Granada donde, en plantaciones de corta edad, se vio afectado el crecimiento, siendo éste escaso con rebrotación a final de verano que produjo un mal agostamiento.

Respecto al mildiu (Plasmopara vitícola), la incidencia ha sido relativamente leve en la mayoría de las provincias, siendo algo mayor en la provincia de Huelva, donde las infecciones secundarias del mes de julio, causantes de pérdidas de superficie foliar, unido a la incidencia de mosquito verde (Empoasca spp.) y araña amarilla (Tetranychus urticae) provocaron que las cepas completaran la maduración de los racimos con insuficiente número de hojas, con la consiguiente pérdida de calidad por falta de grados y la "pasificación" o soleado de los racimos.

La aparición de las primeras "manchas" de la enfermedad en las distintas provincias ocurrió entre los meses de abril y mayo (Cádiz y Málaga fueron las provincias donde la aparición de las manchas fue más precoz, en el mes de abril).

Durante estos meses, y sobre todo cuando las condiciones ambientales eran idóneas para el desarrollo de los ciclos de infección, se fueron sucediendo los tratamientos con productos preventivos y sistémicos que lograron controlar la enfermedad. Se ha tratado prácticamente la totalidad de las parcelas acogidas a Producción Integrada siendo el valor medio del número de aplicaciones igual a 4 por parcela.

El oídio (Uncínula necator) ha tenido una baja incidencia en general, salvo en zonas endémicas y con condiciones específicas favorables. Durante el mes de junio comenzaron a observarse los primeros síntomas de esta enfermedad.

En los meses estivales se alcanzaron los valores más altos de cepas y hojas afectadas por este hongo. Los ataques más fuertes se han registrado en variedades tintas plantadas en espaldera en la provincia de Córdoba donde, a pesar de las repetidas aplicaciones, la cosecha se vio resentida.

Sobre la yesca (Formiptoria punctata, Stereum hirsutum, Phellinus igniarius) destacar la lenta pero paulatina expansión de esta enfermedad en las vides de la provincia de Almería (principalmente en variedades tradicionales pertenecientes a explotaciones no modernizadas). Aun así, los valores de cepas afectadas han sido relativamente bajos no superando el 8%. Asimismo en la Zona Biológica de Albondón en Granada ha aumentado el porcentaje de cepas afectadas.

En Málaga y en la Zona Biológica de la Axarquía Norte se detectó en septiembre niveles del 4,8% de cepas enfermas por yesca. En Córdoba también se observa el incremento de cepas afectadas respecto al año anterior.

En el resto de provincias este agente no ha supuesto un problema fitosanitario importante.

A modo de curiosidad, destacar a nivel puntual la aparición del ácaro cristalino del aguacate (Oligonychus perseae) en parcelas de vid de la comarcade La Axarquía a mediados de julio.

Finalmente, en algunas zonas de Cádiz se observaron, a principios de campaña, altos niveles de Altica que fueron controlados realizando los oportunos tratamientos. En el resto de provincias esta plaga no ha tenido repercusión.

 

Algodón

El número medio de tratamientos fitosanitarios realizado durante el 2006 ha sido de 4, inferior a la media de la última década. En ello ha influido, en general, una presión de plagas poco intensa y las nuevas condiciones económicas del cultivo.

Respecto a heliothis (Helicoverpa armígera), pese a seguir siendo la plaga principal de este cultivo, ha tenido una incidencia relativamente baja, muy acorde con la dinámica de las últimas campañas.

La primera generación presentó una incidencia relativamente alta. La aparición precoz de botones florales a finales de mayo debido a las altas temperaturas y la superación de umbrales de intervención marcó el comienzo de las aplicaciones que se prolongaron durante todo el mes de junio. La segunda generación no presentó la gravedad temida tras el desarrollo de la primera, debido principalmente a las aplicaciones fitosanitarias y a las altas temperaturas. La tercera generación no tuvo apenas incidencia debido al estado de agostamiento del cultivo.

Los tratamientos se han dirigido contra la primera y la segunda generación en proporciones similares. La media de aplicaciones fitosanitarias ha sido de 2 en las provincias de Cádiz y Sevilla, 1.6 en la de Córdoba y 0,6 en la de Jaén.

El gusano rosado (Pectinophora gossypiella) ha sido otra de las plagas de importancia a lo largo de esta campaña, tanto en zonas con problemas habituales de este agente como en otras zonas donde no tiene incidencia habitualmente.

El adelanto fenológico del cultivo añadido a la bondad climatológica, permitió una elevada reproducción de la primera generación, con la consiguiente incidencia de la segunda, que generó un elevado número de tratamientos. A mediados de agosto se produjo un incremento del vuelo de los adultos de la tercera generación, contra la que se realizaron muy pocos tratamientos.

En esta campaña la presión de plaga ha sido muy parecida a la campaña 2005 (en la que se realizaron el mayor número de tratamientos fitosanitarios contra ella de los últimos 25 años) pero el número de aplicaciones ha sido menor (ha bajado un 50%). La media ha estado sobre 1.2 aplicaciones por parcela en Cádiz, Sevilla y Córdoba y alrededor de 0.25 en Jaén, aunque a la hora de interpretar estas medias siempre se debe tener en cuenta el gran número de parcelas situadas en zonas donde no se sufre la incidencia de esta plaga.

La tercera plaga en importancia del cultivo del algodón, la araña roja (Tetranychus urticae) sigue la tendencia a la baja, en la dinámica de las últimas campañas debido al mejor conocimiento de las estrategias de lucha y a la disponibilidad de una buena herramienta acaricida.

Se ha realizado un tratamiento contra araña en el 39% de las parcelas de Cádiz, el 35% de las de Córdoba y el 40% de las de Sevilla.

La incidencia de earias (Earias insulana) ha tenido una importancia significativa esta campaña sobre todo en la provincia de Jaén y en aquellas zonas con condiciones que suelen favorecer a la plaga (suelos ligeros, riego deficiente y en consecuencia plantas endurecidas etc.) Aproximadamente un 35% de las parcelas de Córdoba, un 30% de las de Jaén y un 10% de las de Sevilla, han recibido tratamientos contra esta plaga.

El resto de plagas del algodón como pulgones (Aphis gossypii), gardama (Spodoptera exigua), prodenia (Spodoptera littoralis), mosquito verde (Asymmetrasca decedens) y chinches fitófagos no han planteado incidencias fitosanitariasdestacables en la campaña 2006.

 

Remolacha

La siembra de la remolacha se realizó en muy buenas condiciones en los meses de octubre-noviembre (remolacha de secano). El inicio de la campaña se vio favorecido por un régimen de lluvias no abundantes pero si bien repartidas, sin embargo la primavera excesivamente seca provocó que los resultados no fueran los esperados.

El periodo de recolección hay que diferenciar dos fases. La primera hasta mediados de julio donde se obtuvieron muy buenas producciones con una riqueza en azúcar elevada y una segunda fase con una caída significativa en riqueza.

Las elevadas temperaturas ocasionaron un deterioro en la remolacha, con una bajada significativa de azúcar que provocó incluso que alguna partida de remolacha fuera vendida para ganado y no fuera aceptada en la fábrica.

Las enfermedades que mayor relevancia ha tenido durante el cultivo han sido Cercospora (Cercospora beticola) y oídio (Erysiphe betae) en general se realizan tratamientos para su control.

En cuanto a plagas la de mayor incidencia sigue siendo Cassida realizándose tratamientos para su control, La incidencia de Cleonus es cada vez menor aunque aun se realizan tratamientos en aquellas parcelas que alcanzan el umbral de tratamientos .La incidencia de noctuidos (Gardama principalmente) ha sido elevada sobre todo al final de la campaña.

Sin incidencias el resto de las plagas y enfermedades.

 

Cereales de invierno

A principios de enero se había efectuado la siembra en el 90% de la superficie de toda Andalucía. A mediados de enero el estado de los cereales de invierno dependía del agua caída en las distintas zonas (zonas sin nacer por falta de humedad).

A principios de febrero el estado fenológico dominante es principio de ahijado, se está empezando a realizar la aplicación de nitrógeno a lo que proseguirá la escarda química. A mediados de febrero la mayoría de las parcelas se encuentran en pleno ahijamiento y otras iniciando el encañado, comienzan los tratamientos de herbicidas en general.

En general los cultivos no presentan incidencias a causa de plagas ni enfermedades, se observan algunas parcelas de trigo en la provincia de Sevilla, sobre todo en Marchena y Carmona con ataques de Oídio y en algunas variedades con daños de Helmintosporium y Nematodos.

A finales de marzo en Almería, Granada, Jaén y Málaga se encuentran mayoritariamente en fase de ahijado-encañado, aplicándose en algunos herbicidas.

En Córdoba, Cádiz y Sevilla, están mayoritariamente en fase de encañado-espigado, en Cádiz y Sevilla con ataques de Septoria y Oídio y algunos daños de Helmintosporium.

A finales de abril en Granada, Málaga y Jaén se encuentran los trigos espigando- encañando. En Jaén en la zona de Andújar con ataques de Septoria y Oídio. En Almería y Cádiz se encuentran entre floración y espigado. En Cádiz los trigos duros afectados por Oídio y Septoria y los blandos con fuertes ataques de roya. En Sevilla y Córdoba se encuentran entre espigado y encañado, en zonas de Sevilla como Lebrija, Utrera y Carmona, tratándose contra Septoria, en parcelas de trigo blando de Écija y Lebrija ha aparecido Mal de pie y Roya.

A principios de mayo en la provincia de Almería los trigos notan la falta de agua, se observan focos de Roya. En Cádiz los trigos adelantados cambiando de color, debido a las lluvias y temperaturas altas. Aumento de Septoria y Oídio en trigos duros con incidencia alta y fuertes ataques de Roya en trigos blandos.

Córdoba cambió de color en las zonas más adelantadas y floración en las tardías, aumento de Mal de pie, rodales de Oídio y Septoria. Granada, Huelva y Málaga espigando y amarilleando; en Jaén espigando, en la zona de Andújar ataques de Septoria y Oídio en numerosas parcelas.

A finales de Mayo debido a la subida de temperatura, hay zonas de Sevilla, Cádiz y Córdoba en las que se han iniciado las siegas. En los demás lugares el grano está endureciendo y podría empezar a segar en unos días.

Durante el mes de junio en todas las zonas unas más adelantadas que otras se está recolectando.

A mediados de julio prácticamente ha terminado la recolección en toda Andalucía, con producciones en general superiores a la media de los últimos años.

 

Arroz

Campaña marcada por la incertidumbre, ya que las lluvias primaverales retrasaron el desarrollo de las labores y especialmente porque hasta el 15 de mayo no se da una dotación de agua al cultivo (300 hm3), que resultó insuficiente para abordarlo con garantías de éxito, lo que obliga a una reducción de la superficie de un 25%.

En general se aprecia un descenso de las producciones en todas las variedades a causa del alto nivel de salinidad en el agua de riego y a las elevadas temperaturas y vientos cálidos de levante, desde el 20 de agosto hasta mediados de septiembre, circunstancias que ha provocado merma en la producción. Sólo se observa arroz encamado en entradas de agua y siembras de arroz de variedad japónica.

En cuanto a la incidencia de plagas, enfermedades y malas hierbas podemos destacar:

 

Quironómidos: escasa incidencia dada la buena emergencia del cultivo. Se ha tratado el 25% de la superficie.

 

Lepidópteros: elevada presencia durante todo el cultivo. Supera umbral el 35% de la superficie.

 

Áfidos: como en la pasada campaña su incidencia ha sido elevada, superando el umbral el 70% de la superficie, y siendo necesario un segundo tratamiento en el 10% de la superficie.

 

Heterópteros: Se ha superado el umbral en el 13.5% de la superficie, especialmente en arroces tipo japónica.

 

Grillos: presencia y daños generalizados, especialmente, en márgenes que lindan con barbechos.

 

Aves: incremento de los daños provocados por cigüeñas y flamencos, manteniéndose los de gorriones en veras y de calamón, garcillas, fochas y patos en el interior de las parcelas.

 

Cangrejos: Incremento de los daños en las infraestructuras de riego y carreteras.

 

Piricularia: incidencia media en el cultivo. La superficie tratada asciende al 39%.

 

Bipolaris: presencia generalizada sobretodo en rodales más espesos y con carencias de abonado nitrogenado.

 

Otras: Incremento de rodales de akiochi y mal de pie en parcelas con problemas de salinidad y de riego.

 

Echinocloa: se ha tratado el 45% de la superficie con una eficacia aceptable. La escarda manual se ha realizado en el 94,8% de la superficie, con una media de tres pases por parcela.

 

Ciperáceas: la superficie tratada asciende al 95%. Elevadas temperaturas durante todo el cultivo que han propiciado un adelanto en la maduración del mismo, provocando merma en la producción. Las lluvias de agosto y septiembre han mejorado la calidad del agua de riego.

 

Patata

Este año 2006 la incidencia de plagas en el cultivo de la patata no ha sido muy problemática; sólo destacar la presencia de Heliothis el finalizar la campaña de primavera coincidiendo con la subida de temperaturas, haciéndose notar también al inicio de la campaña de otoño. También se ha podido observar presencia de Agriotes o Gusanos de Alambre, pero solo en las tierras demasiado fuertes o arcillosas.

En lo que respecta a enfermedades, los principales problemas se han producido por la presencia de lluvias con temperaturas medias altas en los meses de otoño, produciéndose infecciones de Phytophthora, y en algunas parcelas pequeños focos de Erwinia carotovora. Ninguno ha causado problemas relevantes para el cultivo, al realizarse sus tratamientos pertinentes, tanto preventivos como curativos.

El exceso de agua, si ha llevado a la imposibilidad de utilización de algunas parcelas con problemas de drenaje, dejándolas prácticamente incultivables y sin poder extraer su cosecha por falta de valor comercial.

 

Hortícolas bajo abrigo

Se indican las plagas que han tenido mayor incidencia a lo largo del año 2006 en los cultivos hortícolas bajo abrigo. La climatología se ha caracterizado, en las zonas del cultivo, por unos meses (enero, febrero, marzo) con temperaturas especialmente suaves y humedad relativa bastante alta (esto favorece el desarrollo de enfermedades producidas por hongos) y otro período (septiembre, octubre, noviembre) en el que se han mantenido las altas temperaturas (esto ha propiciado el mantenimiento de altas poblaciones de plagas de insectos).

 

En melón: Mosca blanca (Bemisia tabaci), Trips (Frankliniella occidentalis), Oídio (Sphaeroteca fuliginia), nivel bajo del Virus amarilleo (CYSD) así como de Pythium sp.

 

En sandía: Mosca blanca (Bemisia tabaci), Spodoptera exigua y nivel bajo de Pythium sp.

 

Calabacín: Mosca blanca (Bemisia tabaci), Trips (Frankliniella occidentalis), Podredumbre gris (Botrytis cinerea), Virus CVYV ? Nivel bajo, niveles bajos de Pythium sp y de Mildiu (Pseudoperonospora cubense)

 

Berenjena: Podredumbre gris (Botrytis cinerea), Mosca blanca (Bemisia tabaci) y niveles bajos del Virus TSWV y Pythium sp.

En Judía verde hay que destacar Mosca blanca (Bemisia tabaci), Trips (Frankliniella occidentalis) y Virus BnYDV.

En Pepino han sido importantes Trips (Frankliniella occidentalis), Mosca blanca (Bemisia tabaci) y niveles bajos de CVYV y Pythium sp.

En tomate han sido relevantes los ataques de Podredumbre gris (Botrytis cinerea), Mosca blanca (Bemisia tabaci) y Minador (Liryomiza sp.) y niveles bajos de Virus TYLCV, Virus PepMV, Virus ToCV, Virus TSWV, también destacar niveles de Pseudomonas syringae, También han sido bajos los niveles de Phitium sp., Phytophthora sp. y orugas (Spodoptera, etc.)

En cuanto a pimiento cabe destacar Podredumbre gris (Botrytis cinerea), Spodoptera exigua, Mosca blanca (Bemisia tabaci) y Trips (Frankliniella occidentalis).

 

Subtropicales

En lo que respecta al aguacate, las incidencias fitosanitarias en el cultivo han sido poco significativas durante la campaña, exceptuando la araña cristalina. La aparición de la plaga se ha retrasado algunos meses con respecto al año anterior, y es durante los meses de abril y septiembre donde experimenta su mayor crecimiento poblacional. Los tratamientos de control no están teniendo la efectividad esperada, debido fundamentalmente a dos causas: por una parte la baja eficacia especifica de los acaricidas empleados y por otra el retraso en el momento de la aplicación.

Las restantes plagas se localizan de forma esporádica: trips (Frankliniella occidentalis y Heliothrips haemorrohoidalis) y cochinila piriforme (Protopulvinaria pyriformis).

Por otra parte continúan los problemas severos causados en forma de rodales por enfermedades de suelo, podredumbre de la raíz (Phytophthora cinnamomi) y podredumbre blanca (Rosellinia necatrix), en orden de importancia.

En el caso del mango, cabe destacar las afecciones de oídio y bacteriosis en inflorescencias y Ceratitis capitata en los frutos.

 

Fresa

Enfermedades

Enfermedades de raíz y cuello (Phytophthora cactorum spp.)

Se han presentado algunos casos de marras de plantas de plantación, debido principalmente a factores de deshidratación y estrés de plantación. Las plantas llegaron con pocas horas de frío, debido a las altas temperaturas que han permanecido durante casi todo el verano y otoño. De cualquier forma no se han detectado ataques importantes de Phytophthora en corona.

Durante el cultivo se presentaron algunos casos de ataques, tanto de Phytophthora como antracnosis (Colletotrichum spp.), pero con una incidencia de moderada a leve.

 

Oídio (Sphaeroteca macularis, Sp. fragariae)

Es una de las enfermedades mas frecuentes debido a las altas temperaturas, para su época, que se han sufrido al final de la primavera. Las variedades más afectadas han sido, como es habitual, Camarosa y Ventana.

Como siempre los ataques más virulentos se han dado en los macrotúneles mientras que en los tunelillos la incidencia ha sido menor, de todas formas se han controlado favorablemente con los tratamientos habituales.

 

Podredumbre gris (Botrytis cinerea)

Se han localizado ataques de ésta enfermedad en la variedad Ventana, se empezaron a detectar ataques a finales de diciembre, pero sin mucha importancia, pero a principios de primavera aumentó la intensidad.

No obstante se puede decir que los ataques no han pasado de la consideración de moderado, con algunos casos más graves.

 

Antracnosis (Collectotrichum spp.)

Los daños más importantes se detectaron al aumentar las precipitaciones, o sea, a mediados de febrero, coincidiendo con la subida de las temperaturas, los daños detectados no fueron muy graves.

 

Mancha de aceite (Xanthomonas fragariae)

Al igual d que la anterior la mayor incidencia se produjo cuando las temperaturas subieron y coincidieron con lluvias. Los ataques se produjeron principalmente en hojas viejas en plantas cultivadas en tunelillos, pero la ventilación de los mismos permitió controlar razonablemente la enfermedad.

 

Mancha púrpura (Micosphaerella fragariae)

No tuvo especial incidencia esta enfermedad en la presente campaña.

 

Gnomonia (Gnomonia comari)

Nivel prácticamente nulo de presencia de Gnomonia a lo largo de la campaña.

 

Plagas:

Orugas (Spodoptera spp; Helicoverpa armigera)

A principios de la campaña se produjeron ataques de cierta importancia en las plantaciones recién instaladas. Debido a lo errático de la plaga se dieron casos de ataques de cierta importancia que requirieron hasta tres o cuatro tratamientos.

Parece que en los últimos años, las suaves temperaturas de los meses invernales hacen que no se pare la evolución de generaciones de estas plagas, lo que da lugar a que al aumentar las temperaturas primaverales se produzca una explosión de ataques.

 

Araña roja (Tetranychus urticae)

Se detectó que la incidencia de la plaga parece que estuvo más limitada, necesitándose, en los casos generales, menos tratamientos que en otras campañas.

 

Trips (Frankliniella occidentalis)

Al igual que la anterior parece que la incidencia de ataques de trips fue menor que otras campañas, por lo que se redujeron los tratamientos.

 

Pulgones

Como viene siendo frecuente en los últimos años, y debido a la retirada de productos para otras plagas, los ataques de pulgones son cada vez más frecuentes y se detectan ataques en más lugares. Es una plaga que habrá que vigilar para ver su evolución en las siguientes campañas.

No obstante no se puede hablar de una grave incidencia de la plaga, sino más bien una mayor frecuencia de la misma.

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