Los métodos para el manejo y control de las plagas de plantas cultivadas y forestales se encuentran actualmente en pleno proceso de cambio y transformación.

Durante los últimos 30 años se está intentando racionalizar los sistemas de manejo en el marco del Manejo Integrado, es decir, controlar las plagas empleando un conjunto de técnicas compatibles que se aplican en función de los niveles poblacionales de la plaga y umbrales de tratamiento preestablecidos. Comprobando en perspectiva los cambios habidos durante este periodo vemos que, si bien por un lado se sigue intentando la difusión de un sistema de manejo aún no plenamente implantado en la mayoría de casos, por otra parte se han producido durante ese periodo cambios y avances muy significativos a nivel de agricultores, de empresas de tratamientos, del comercio y de los consumidores.

 

En la actualidad estamos en un momento que resulta decisivo en muchos aspectos. Entre los factores que van a condicionar en el futuro la forma en que se ha de llevar a cabo el manejo de los problemas de plagas en los cultivos podemos citar, entre otros, la política del Unión Europea de reducción del número de plaguicidas autorizados, y en particular del número de insecticidas, los problemas estructurales de la agricultura española y la consecuente reducción muy acusada del peso del sector agrario en actividad productiva nacional, la conciencia del interés de la conservación y mantenimiento de la biodiversidad, que afecta paisaje agrario y dificulta la aplicación de técnicas de control biológico consideradas antaño siempre ambientalmente positivas, como la introducción de enemigos naturales exóticos para el control biológico de nuevas plagas introducidas, o la conciencia cada vez mayor por parte de los consumidores de la importancia del empleo de técnicas ambientalmente sostenibles.

Las empresas de plaguicidas ven reducirse la importancia del mercado de plaguicidas de amplio espectro tradicionales, lo que les ha llevado a la introducción de nuevos productos más selectivos y con menores problemas ambientales, así como a la diversificación de sus actividades hacia otros tipos de productos como las feromonas o la producción masiva de artrópodos beneficiosos.

 

En el mundo de la comercialización prima por encima de todo la calidad y la seguridad alimentaria, basada en buena parte en aspectos ambientales a lo largo de todo el proceso productivo y por tanto también durante la producción en campo de los alimentos. La Administración o las grandes cadenas de comercialización intervienen y condicionan cada vez de forma más activa el proceso productivo de los cultivos en el campo. Ello ha llevado a que en ocasiones se haya producido una proliferación de reglamentaciones o normativas de producción que pueden ser problemáticas o poco adecuadas debido a la complejidad de su aplicación o al escaso fundamento técnico de sus recomendaciones.

Uno de los aspectos que pueden ser cada vez mas importante en el futuro es el derivado de la introducción de nuevas plagas exóticas debido al incremento de intercambios comerciales y la reducción de barreras comerciales entre países. La introducción de nuevas plagas, que causan daños de forma directa o bien por ser vectores de graves enfermedades, puede dar al traste con sistemas de Manejo Integrado laboriosamente establecidos, obligando a replantear toda la estrategia de manejo de plagas, lo que puede suponer un serio retroceso. Pero además va a ser cada vez más difícil recurrir a las armas a las que tradicionalmente se ha recurrido en estos casos, como son el empleo masivo y repetido de plaguicidas de amplio espectro durante las etapas iniciales de estas invasiones, o el control biológico clásico por importación de enemigos naturales exóticos. Se imponen por lo tanto políticas preventivas imaginativas que eviten en lo posible dichas introducciones mediante adecuados controles de cuarentena y requisitos durante el proceso de cultivo, haciendo compatible por una parte el incremento del comercio internacional de productos agrícolas como consecuencia de la globalización económica y por otra la necesaria protección de los sistemas actuales de manejo de plagas en los países importadores.

 

Junto a los intentos por imponer en la agricultura actual de los países desarrollados las prácticas de Manejo Integrado en las que se intenta racionalizar los sistemas de control de plagas tal como se practican de forma generalizada, surgen y se extienden sistemas de manejo en el ámbito de la Agricultura Ecológica que suponen una alternativa, al menos parcial, a los sistemas de cultivo actuales. Los presupuestos en los que se basa la Agricultura Ecológica son en muchos casos menos rigurosos desde el punto de vista científico, pero tienen la ventaja de ser más fácilmente comprensibles por el gran público y así han llegado a tener una amplia difusión a nivel popular, cosa que no ha logrado la Producción integrada.

Entre las técnicas de manejo de plagas que van a ser cada vez mas aplicadas en el futuro destacan las relacionadas con el empleo de atrayentes o feromonas.

El empleo de estos productos mediante sistemas como el trampeo masivo o la confusión sexual está siendo cada vez más prometedor en plagas difíciles de controlar por otras alternativas tradicionales como el control biológico.

Un ejemplo de actualidad es el de la mosca de la fruta Ceratitis capitata.

 

En los últimos años diversos factores como el descubrimiento de atrayentes cada vez más potentes y capaces de capturar no sólo machos sino también y sobre todo hembras, el desarrollo de trampas más eficaces y el abaratamiento tanto de trampas como de atrayentes debido al uso cada vez más generalizado que se hace de estos sistemas, hacen concebir esperanzas de una alternativa viable al control químico que ha sido el método tradicionalmente empleado para combatir esta grave plagas de los frutos.

También el control biológico como técnica de manejo de plagas puede evolucionar y cambiar de forma notable en el futuro, manteniéndose o reduciéndose presumiblemente la importancia del control biológico clásico o por introducción de enemigos naturales exóticos e incrementándose el empleo de las sueltas inoculativas o inundativas de enemigos naturales producidos a gran escala y comercializados por empresas especializadas. También se potenciará el denominado control biológico por conservación que se basa en el aprovechamiento de la fauna autóctona mejorando las condiciones del cultivo para permitir su acción de regulación y control de las poblaciones de artrópodos fitófagos.

 

En definitiva, las metodologías de manejo y control de plagas agrícolas y forestales se encuentran actualmente en un proceso acelerado de cambios debido a factores similares a los que afectan a la actividad agraria en general. La resultante de estos cambios, y por tanto la situación futura del control de plagas, es difícil de predecir en la actualidad y requerirá un gran esfuerzo a todos los niveles, desde el agricultor y el técnico de campo, al ámbito científico investigador, y desde el mundo empresarial relacionado con el control de plagas o la comercialización de productos agrarios a los diversos niveles de la administración y organismos oficiales, para responder de forma adecuada a las demandas sanitarias, de seguridad alimentaria y ambientales, de la sociedad del futuro.

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