Carchuna La Palma SCA es una empresa cooperativa de agricultores de productos hortofrutícolas, y por lo tanto productores, pero también una organización que se define como de orientación eminentemente comercial y orientada hacia el consumidor. Es por este motivo que a la hora de opinar sobre temas que nos incumben nos surge la dualidad del productorcomercializador.

Ambos temas (Producción Integrada y Ecológica) tienen orígenes y perspectivas absolutamente diferentes tanto en la motivación del productor (agricultor) como en la del vendedor. Por este motivo me gustaría abordarlas por separado.

 

Agricultura Ecológica

La producción ecológica de frutas y hortalizas está en franco crecimiento en muchos mercados de Europa (España incluida). La cooperativa La Palma ya produce un 4% del total de productos ecológicos y seguimos creciendo "lentos pero seguros".

Pero entrando en faena; la percepción del consumidor relaciona la agricultura ecológica con los modos y usos de la agricultura del siglo XIX anterior a la revolución verde. Y precisamente esta percepción romántica y nostálgica alentada por los agricultores de productos ecológicos y sus organizaciones puede constituir uno de los riesgos futuros de este tipo de agricultura.

No olvidemos que este es, en términos de marketing, un posicionamiento buscado por los actores de este negocio y que cualquier buen posicionamiento tiene que estar respaldado por el producto, ser relevante para el consumidor, y diferenciado.

Pues bien, todos pensamos que este posicionamiento es relevante para este tipo de consumidor al que además de la vinculación racional de consumir alimentos sanos, se le añade la vinculación emocional del romanticismo idealista de otra época. Está claro que es un posicionamiento diferenciado y diferenciador del resto de la oferta de frutas y hortalizas. Pero, no está suficientemente respaldado y esta es su debilidad.

La producción ecológica de frutas y hortalizas esta desarrollada bajo el paraguas de los desarrollos constantes de la tecnología y la biotecnología. A modo de ejemplo cabe mencionar que: se utilizan ampliamente pesticidas (pero son sustancias de origen natural), se utilizan plásticos para la producción en invernaderos y en túneles para obtener producciones forzadas (fuera de su época de cultivo natural), no se utilizan fertilizantes artificiales pero sí otros con un alto grado de sofisticación (enmiendas orgánicas, lixiviados para fertirrigación) que poco tienen que ver con el estiércol clásico (aunque también se usa ampliamente), las semillas que se utilizan son resistentes a plagas y enfermedades desarrolladas según los métodos de selección genética tradicional.

El riesgo que se corre es que los consumidores se enteren de que en este tipo de agricultura no todo es tradición y métodos del pasado. Sino que más bien la definición de este tipo de agricultura responde al concepto de la "Tecnoecología".

Si bien no es nada romántica, estaría respaldada y podríamos tratar de vincular a aquellos consumidores más sofisticados por la vía de "lo moderno es la ecología" (La Tecnoecología) y no una vuelta a nostálgicos oscuros pasados.

 

Agricultura Integrada

Mientras en la agricultura ecológica se han encontrado agricultores con una motivación filosófica (agricultores ecologistas) con aquellos que esperaban mayores rendimientos monetarios vía precio para sus cultivos (ecologistas por interés), en la agricultura integrada se ha conseguido su éxito a raíz de los tremendos escándalos fitosanitarios suscitados en campañas anteriores. Es decir, que mientras la primera tiene su génesis en estímulos positivos (mejora del medioambiente y/o mejora del pecunio personal), la segunda tiene su génesis en estímulos negativos (si no cambio desaparezco).

El consumidor de frutas y hortalizas en Europa desconoce que es la agricultura integrada. Siguiendo la lógica aplicada anteriormente, este posicionamiento no es relevante para el consumidor. Tenemos un posicionamiento, sustentado en la palabra integrado (o controlado) que no es relevante para el consumidor. Lo que es relevante para el consumidor es la seguridad y salubridad de las frutas y hortalizas que consume. Hasta ahora este atributo se ha convertido en relevante para el comprador profesional de la distribución.

Yendo más allá, este posicionamiento no es diferenciado. Es lo que los marketinianos llamamos factores "higiénicos". Es decir, es un atributo que debes tener, sí o sí, para vender. Nadie va a poder vender diciendo que sus productos no son seguros. Por lo tanto, mientras en la ecológica se puede luchar por una cuota de mercado en la integrada se aspirará a vender a todos los consumidores.

En conclusión: la agricultura integrada muy pronto va a ser el estándar de la agricultura "convencional".

En la cooperativa La Palma hace tiempo que adoptamos esta perspectiva.

Llevamos trabajando en agricultura integrada muchos años, pero no con la intención de conseguir un papelito (certificación) que nos diferenciara, sino con el convencimiento que la agricultura convencional evolucionaba hacia este destino.

Durante todos estos años hemos incorporado a nuestros cultivos convencionales todas aquellas técnicas que empezaban a funcionar en la agricultura ecológica como una estrategia de adecuación al cambio y prevención de las crisis alimentarias (que al final han llegado).

Hay que recordar que la capacidad para diferenciarte adecuadamente normalmente resulta en mejores precios. Este es el equívoco que se ha suscitado en los agricultores que han iniciado masivamente la adopción de la agricultura integrada en el sureste español. Esperaban recibir más precio por sus productos y esto no ha ocurrido realmente. Y déjenme que les diga algo más: nunca sucederá. No sucederá por que no le damos nada nuevo y diferente al consumidor por lo que esté dispuesto a pagar. Sólo le damos lo que le habíamos prometido que le íbamos a dar: alimentos sanos y seguros. De todas formas, la ventaja para el futuro es clara; sólo podrá vender aquel que tenga unas prácticas agrícolas respetuosas con los consumidores y el medioambiente.

Afortunadamente a los hombres y mujeres de la cooperativa La Palma el futuro nos queda más cerca?

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