CATALONIA QUALIAT, a través del lobby AREFLH (Asamblea de la Regiones Europeas Productoras de Frutas y hortalizas), del que ha sido presidente del colegio de productores, defiende ante todo la creación de una única norma europea de Producción Integrada que permita la armonización de las diversas normativas que se encuentran dispersas a lo largo de todo el territorio europeo. Esta norma única es indispensable para conseguir un reconocimiento comunitario con el principio y la finalidad de caracterizar, parametrizar y uniformizar este sistema de producción.

En estos momentos la Producción Integrada de los principales países productores como son España, Italia y Francia se sitúa en unas 360.000 hectáreas de las que casi 240.000 están en territorio español. Entre estos países, el único que ha conseguido una norma para todo el estado ha sido España, mediante el Real Decreto 1202/2002 del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, por lo que se refiere a Italia y Francia, la reglamentación es diferente región a región, con algunas normas comunes para la aplicación de las materias activas.

A la vista de las circunstancias, cabe destacar que una mayor comunicación y una normativa común podrían hacer frente a elementos que distorsionan la imagen de la producción hortofrutícola como son: la percepción del riesgo de la existencia de residuos, las continuas revisiones comunitarias de las sustancias activas y las demandas múltiples y variadas de protocolos por parte de la gran distribución.

En este sentido, debemos destacar el peligro inminente que representa la revisión de las sustancias activas permitidas que está llevando a cabo la Comisión Europea basándose en un criterio de "peligrosidad potencial", frente al del uso eficiente y medido y que, probablemente, la existencia de una normativa fuerte a nivel europeo en Producción Integrada, condicionaría, o si más no, modularía esta revisión.

 

El sector de la fruta catalán

CATALONIA QUALITAT ha apostado de manera generalizada desde el año 2001 por la Producción Integrada, incluso, algunos de sus socios apostaron por ella el año 1995 (años antes de la aparición de las ayudas a esta práctica).

A pesar de todo, hoy en día la producción integrada es un protocolo de calidad base, es decir, debería ser el primer peldaño para poder certificar otros protocolos "reconocidos comercialmente" y que se consideran necesarios hoy por hoy en las operaciones con la distribución internacional.

En este sentido, CATALONIA QUALITAT, realizó en el año 2003 un convenio con la empresa de control y certificación Applus+. Este convenio tenía como objetivo fomentar las certificaciones del tipo EUREPGAP, BRC e IFS entre los socios de Catalonia. En estos momentos la Producción Integrada es necesaria pero no suficiente, ya que las grandes cadenas de distribución exigen sus propios protocolos, siendo ésta una de las causas que hacen necesaria la certificación en base a otros protocolos.

Independientemente de que este sea o no un sistema que aporte valor añadido a nuestros productos (aunque NO un valor percibido por el consumidor pues no se etiqueta), sí se trata de una condición exigida en gran medida por la distribución y por lo tanto también se trata de protocolos de calidad que nos ayudan a diferenciarnos y a ser más competitivos frente a otros países que ofrecen mejor precio pero una menor calidad.

 

Calidad certificada

La certificación es un paso más en la Producción Integrada de cara a obtener uno de sus objetivos más importantes, ser el protocolo de referencia tanto para la cadena de distribución como para el consumidor, elevando, si es preciso, el grado de exigencia.

En Catalunya la certificación es obligatoria y garantiza, no sólo el cumplimiento de la norma de Producción Integrada, sino de toda aquella normativa vigente obligatoria por ley, de acuerdo con la normativa EN-45.011. La trazabilidad, la HACCP, un plan de gestión, etc. son algunos de estos puntos de control que junto al resto, derivados de la PI, se tienen que justificar ante los inspectores de las entidades de Control y Certificación (ECC).

Existe una plena coincidencia entre la implantación de la Producción Integrada en Catalunya y los operadores certificados por otros protocolos privados que son exigidos por las cadenas de distribución. Por lo que podemos afirmar que la PI ha aportado al sector organización, disciplina y control en la producción y que, al mismo tiempo, ha favorecido la obtención del resto de protocolos privados.

Cataluña participado activamente en el seno de AREFLH (como uno de los partners líderes de proyecto), en la elaboración de un Proyecto de Norma Europeo consensuado inicialmente entre España, Italia y Francia, y posteriormente validado, por todas las regiones europeas adheridas a esta asociación, en el marco de nuestra Asamblea General celebrada en Murcia el pasado 29 de febrero de 2008. Este documento ha sido enviado a la Comisión Europea para su revisión, estudio y decisión.

 

Un poco de historia

Los orígenes de la Producción Integrada en Cataluña se remontan al año 1993 cuando se aprobaron el Reglamento de la Denominación Genérica de Producción Integrada y su Consejo.

El año 1995 se inscribieron en el registro de la Denominación Genérica de Producción Integrada un total de 319 hectáreas que han ido creciendo paulatinamente hasta llegar a las 2.941 hectáreas el año 2000.

La gran apuesta de los productores de fruta catalanes por este sistema de producción se produjo en el año 2001, coincidiendo con el año en que el Departamento de Agricultura de la Generalitat de Cataluña abrió una línea de ayudas, incluidas en las Ayudas Agroambientales, para la Producción Integrada.

Ese mismo año, se inscribieron en el registro 38.278 hectáreas, lo que suponía un incremento del 1.200%.

Finalmente, en el año 2001, y de acuerdo con la Ley 21/2001, de 28 de diciembre, se creó el Consejo Catalán de la Producción Integrada, una corporación de derecho público con personalidad jurídica propia, autonomía económica y plena capacidad de obrar para el cumplimiento de sus funciones derivadas del régimen aplicable a la Producción Agraria Integrada.

En el Cuadro 1, se aprecia que el sector productor de la fruta dulce catalán ha sido el que ha apostado de manera más decidida y des de el primer momento por la Producción Integrada.

A continuación (Figura 1), también se muestra el peso de la Producción Integrada respecto ala tradicional y se constata que la fruta de pepita y de hueso son los cultivos que más claramente están apostando por este sistema de producción, con un 49,6 y un 44,2 2% respectivamente.

A pesar de que actualmente cerca de 39.000 hectáreas están dadas de alta en Cataluña, sólo el 6,3% de la superficie está certificada. Por lo que todavía nos queda mucho camino por recorrer (Figura 2).

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