INTRODUCCIÓN

Otra nueva campaña la climatología ha sido el factor más influyente en el comportamiento biológico de los diversos patógenos y / o fisiopatías que suelen afectar a los cultivos que evolucionan anualmente en Navarra. Pero además, es necesario señalar la presencia de polilla del tomate (Tuta absoluta) por primera vez en Navarra.

Como dato informativo comentar que actualmente en Navarra existen las siguientes Normativas en vigor de Producción Integrada:

- Cultivos Extensivos: cereal de invierno y arroz.

- Frutales: manzano y peral, melocotonero y nectarino.

- Hortícolas: alcachofa, crucíferas, espárrago, lechuga, tomate en invernadero y tomate de industria.

A continuación se exponen los comentarios agronómicos e incidencias fitosanitarias mas destacadas de los cultivos más importantes en Navarra, así como temas de interés relacionados con el mundo de la Sanidad Vegetal ocurridos en la campaña 2008.

 

 

Cereales

La superficie de cultivos herbáceos alcanzó 251.600 ha, de las cuales 195.900 ha se dedican a cereales de invierno que se reparten, el 53% se dedica a la cebada, el 35,5% al trigo blando, un 7,5% a la avena que ha experimentado un notable aumento de superficie y un 4% ha trigo duro que por el contrario ha bajado.

Se han modificado en este año las proporciones de estos cultivos influenciados por la variación del precio del cereal. La avena, que va ocupando cada vez más superficie y con unos buenos rendimientos, comienza a padecer problemas comerciales dentro de un mercado limitado. En trigo blando la variedad más sembrada es Berdún y en cebada es Hispanic (Gráfico 1).

Un otoño seco, seguido de un invierno igualmente seco ha caracterizado una campaña sin precedentes en las referencias históricas. La nascencia en todos los cultivos de secano fue muy mala en las zonas más húmedas y obligó a resembrar o a abandonar muchas parcelas en la mitad sur de Navarra. Las primeras lluvias de consideración se producen en la primera quincena de marzo y se encadena con un final de mes seguido del de abril muy lluviosos. En este periodo se produce la nascencia de muchas parcelas, tanto del cultivo como de las malas hierbas. En el mes de mayo, sin ser excesivamente lluvioso, se registraron 22 días de lluvia que favorecieron el desarrollo de enfermedades foliares que incluso alcanzaron la espiga produciendo pérdidas de cosecha y de su calidad. Las lluvias se continuaron en la primera parte del verano dificultando las labores de recolección que se alargaron en el tiempo con unos rendimientos por debajo de la media y de una calidad escasa.

Desde el punto de vista sanitario no ha sido un año especialmente problemático, pero deben matizarse algunos puntos interesantes en los apartados de plagas, enfermedades y malas hierbas.

En plagas, no ha sido una campaña muy penalizada por el pulgón Rhopalosiphum padi, transmisor del virus del enanismo amarillo de la cebada (BYDV), a causa del retraso de nascencia del cereal en el otoño. No obstante la baja incidencia de virosis, en el ensayo realizado esta campaña en siembra temprana, tanto los tratamientos a la semilla con insecticidas como la pulverización con un piretroide al inicio de ahijado, fueron más productivos que el testigo sin tratar en el caso de variedades de cebada sensibles al virus. En las "zonas endémicas" se aconseja utilizar variedades tolerantes tipo Naturel en las siembras más tempranas, y retrasar la fecha de siembra a final de octubre de las variedades sensibles. Cuando se observa la presencia de pulgones, vectores del virus, se recomiendan pulverizaciones con piretroides autorizados en el estado entre 3 hojas e inicio de ahijado, bien solos o en mezcla con herbicidas. En floración se observaron daños causados por larvas de cecidomias sobre el trigo en las zonas más frescas. Sus larvas producen abortos de flores en algunos casos o afectan al desarrollo del grano disminuyendo su tamaño y consecuentemente la producción o su calidad al descender el peso específico.

Respecto a las enfermedades, en cebadas se observa la incidencia habitual de helmintosporiosis (Drechslera teres), enfermedad sobre la que no se llevan a cabo intervenciones. Ataques de rincosporiosis (Rynchosporium secalis) sobre variedades sensibles, se realizan tratamientos fungicidas de manera habitual sobre la variedad Pewter, al objeto de preservar su calidad maltera. Se hace seguimiento de otras patologías, como carbón (Ustilago nuda) y Helmintosporium gramineun, que aparecen de forma regular. Se aprecia un incremento en la incidencia de ambas enfermedades, y su carácter de ser transmitidas a través de la semilla requiere un buen control para evitar su dispersión.

Sobre trigo, destacar la fuerte incidencia de enfermedades durante la campaña 2008. El problema de "espigas blancas" observado en la maduración del cultivo se corresponde a observaciones sobre el pie y raíces de las plantas, en los que se llegan a observar presencia de Tapesia sp., pie negro (Gaeumennomyces graminis), fusariosis (Fusarium sp.), o rizoctonia (Rhyzoctonia cerealis), contra este problema la opción más habitual es la rotación de cultivo.

Sobre vegetación se ve presencia de oidio (Erisiphe graminis), que se queda en las hojas bajas del cultivo. La roya parda (Puccinia recondita), al contrario que en 2007, aparece de forma esporádica, bastante tardíamente y no llega a revestir importancia.

Presencia generalizada de septoriasis (Septoria tritici, Septoria nodorum), la enfermedad llega a las hojas superiores y en muchos caso ocupa incluso las glumas del grano, los tratamientos se ven dificultados por las condiciones climáticas, y los rendimientos acaban penalizados por la enfermedad.

Destacar también la inusual incidencia de fusariosis en espiga (Fusarium sp., Microdochium sp.), que han causado importantes daños y mermas de producción, con el inconveniente añadido de ser el agente causante de la aparición de micotoxinas (Deoxinivalenol) en el grano. La presencia de fusariosis y septoriasis en el grano obligó al tratamiento de la semilla de trigo que se sembró en el otoño de 2008.

La climatología de la campaña ha condicionado las aplicaciones herbicidas.

Prácticamente no se realizaron tratamientos con herbicidas residuales en el otoño ni tampoco en el invierno. Esta ha sido la última campaña de utilización de Assert (Imazametabenz). A partir de las lluvias de mitades de marzo el desarrollo de las hierbas fue paralelo al del cultivo en las parcelas donde la nascencia era normal, sin embargo en aquellas parcelas donde era irregular o muy mala, las malas hierbas cubrieron los rodales y se desarrollaron sin competencia del cultivo. Fue necesario recurrir a herbicidas foliares, tanto contra gramíneas como contra dicotiledóneas. Aunque en general la eficacia de los herbicidas fue buena, en algunos casos se aplicaron sobre hierbas demasiado desarrolladas, o en rodales donde el cultivo no era competitivo, resultando peor control de lo esperable. Incluso alguna parcela de mala nascencia o muy tardía se ha quedado sin aplicación de herbicida y ha quedado totalmente invadida de hierbas dificultando la recolección.

La aplicación se ha basado en los antigramíneos FOP y DIN junto con sulfonilureas antigramíneos. En general, la eficacia de los primeros ha sido suficiente, aunque en algunos casos, con hierbas demasiado desarrolladas o con poblaciones muy elevadas no han controlado bien la ballueca. Mejor ha sido la eficacia de las sulfonilureas antigramíneas, aunque también en este caso en alguna parcela no ha sido bueno su control e incluso en algún caso han resultado agresivos sobre el trigo que posteriormente recuperó con normalidad.

En el caso de las hierbas de hoja ancha, las nascencias han sido tardías en general, predominado amapola (Papaver rhoeas), sobre todo en algunas parcelas en las que se ha mantenido en flor hasta el mes de julio dificultando la recolección.

Se mantiene la problemática en algunas zonas de resistencias a los herbicidas con amapola y vallico principalmente.

Otras adventicias cada vez más frecuentes son los alpistes (Phalaris paradoxa, P. brachistachis y P. minor) y la vulpia (Vulpia sp) que se suman al bromo (Bromus rigidus) en las zonas secas y a la cola de zorra (Alopecurus myosuroides) en las zonas más lluviosas principalmente.

 

 

Cultivos alternativos de secano

Los cultivos alternativos guisante, habas, veza, colza y girasol, con 6.160 ha, han perdido superficie en detrimento de la avena que en muchas zonas se considera un cultivo alternativo más, siendo guisante el que más superficie pierde.

La superficie de colza sigue en mínimos con 278 ha y otro cultivo de la misma familia Brassica carinata destinada a biomasa apenas ocupa 12 ha después de unos años en que el rigor del invierno sea determinante en el resultado final de la cosecha.

En sanidad vegetal además de los limacos gris (Deroceras reticulatum) y negro (Arion ater) en las fases iniciales de implantación del cultivo, cada vez son más comunes los gorgojos, tanto del tallo (Ceuthorrynchus napi) como el de las silicuas (Ceuthorrynchus assimilis), siendo más preocupante este último, pues sus orificios de puesta y alimentación en las silicuas de la colza son utilizados por otra plaga, el mosquito o cecidomia (Dasyneura sp) que en algunos casos ha llegado ha producir pérdidas de hasta el 50% de la cosecha. Aunque no se han terminado los trabajos para combatir estas plagas, parecen indicar que el mejor momento para realizar los tratamientos insecticidas contra gorgojo es cuando las primeras silicuas alcanzan 3 cm.

En lo que respecta a los herbicidas, se presenta un serio problema para el cultivo, pues a partir del 20 de marzo de 2009 ya no podrá utilizarse trifluralina que durante todos estos años ha sido la base del deshierbe, y una de las posibles alternativas como la napropamida tampoco se incluirá en el Anexo I del Reglamento 91/414/CE. Existen herbicidas eficaces para el control de gramíneas, pero apenas existen opciones frente a dicotiledóneas.

Los problemas por enfermedades no causan daños de importancia. No obstante se trabaja en la línea de diferentes tratamientos a la semilla como medio de lograr mejor implantación del cultivo.

La superficie dedicada a guisante proteaginoso fue de 2.500 ha aproximadamente en claro retroceso desde hace unos años (6.300 ha en el año 2005).

La mala nascencia en esta campaña, los bajos rendimientos en los últimos años, unido a la escasa revalorización del precio en relación al cereal explican el descenso de superficie de cultivo. Las habas para grano, también en retroceso estos años apenas llegan a las 400 ha.

En la medida que se adelantan las fechas de siembra, las enfermedades tipo antracnosis son más frecuentes, no obstante la afección resulta irregular dependiendo de las campañas, en 2007 hubo una incidencia importante, 2008 no ha resultado especialmente problemático. Se están introduciendo variedades más adaptadas a siembras tempranas y se realizan experiencias de momentos de siembra y tratamientos a la semilla.

Con las nascencias tardías, no fue necesario recurrir a tratamientos contra sitona (Sitona lineatus) y muy raramente contra de pulgón verde Acyrthosiphon pisum en guisante y pulgón negro Aphis fabae en habas. La experimentación de ITGA indica que los tratamientos insecticidas contra pulgón del guisante en la zona semiárida no es rentable, mientras que en las zonas más lluviosas dependerá del momento en el que aparece la plaga.

La veza villosa para grano se ha estabilizado a la baja en los últimos años y no alcanza las 290 ha cultivadas, igual que la veza sativa para forraje que baja su superficie hasta las 400 ha. Solamente en primavera y en vezas para semilla, se intervino químicamente contra pulgón Aphis craccivora.

En esta campaña los tratamientos herbicidas se han reducido a antigramíneos de postemergencia solamente en algunas parcelas, con unos resultados irregulares.

La superficie de girasol se ha incrementado en un 29% sobre la campaña anterior alcanzando en total casi 2.300 ha, variando la tendencia a la baja de las campañas anteriores. La pasada campaña de girasol ha estado marcada por unos rendimientos buenos, sobre todo en secano, donde el incremento sobre la campaña pasada ha supuesto un 17% con una media de 2.300 kg/ha. El cultivo no presenta ninguna problemática fitosanitaria a señalar, no obstante destacar que a partir de marzo de 2009 no se podrá utilizar trifluralina que ha sido el herbicida base en los regadíos. Se continúan los ensayos con variedades tolerantes a las imidazolinonas que pueden ser alternativa a las variedades tradicionales.

 

 

Maíz

La superficie dedicada a este cultivo justamente supera las 13.950 ha lo que supone un aumento de casi 40% respecto al año 2006 que marcó la mínima histórica pero lejos de las 17.000 ha tradicionales de cultivo. Los buenos precios que se esperaban explican el aumento de superficie. Las lluvias de otoño han retrasado considerablemente la recolección, hasta el punto que casi la mitad de la superficie se mantiene todavía en el campo a la espera de cosechar. El maíz forrajero con 2.800 ha mantiene la superficie de los últimos años, la mitad de ellas en los secanos lluviosos del norte.

En cuanto a las incidencias fitosanitarias en el cultivo de maíz grano, destacar la presencia de Mythimna unipuncta en algunas parcelas del sur de Navarra hecho que viene repitiéndose desde hace unos años, aunque sin producir daños destacables.

En algunos casos se ha visto acompañada con heliotis (Helicoverpa armigera) que ha obligado a tratar algunas parcelas contra ambas orugas. La incidencia de taladros (Sesamia nonagrioides y Ostrinia nubilalis) no ha sido importante esta campaña, pasando prácticamente desapercibida. Los problemas causados por gusanos de suelo (gusanos grises, blancos y de alambre) se mantienen ocasionales y solo algún caso puntual ha requerido de tratamiento específico. Las cicadelas son cada vez más frecuentes en el cultivo pero sin repercusión aparente en la cosecha.

La presencia de orugas en las mazorcas de maíz dulce, O. nubilalis, S. nonagrioides y H.armigera principalmente ha sido muy elevada, con grandes dificultades para su control químico.

Se mantiene la vigilancia del criocero Diabrotica virgifera, plaga de cuarentena en la Comunidad Europea, sin obtenerse ninguna captura en las trampas de feromonas de la red de Estación de Avisos.

Se mantienen los ensayos con diferentes herbicidas, tanto de preemergencia como de postemergencia con resultados positivos para buscar soluciones a la desaparición de atracina y alacloro que durante muchos años han sido la base del desherbaje. Existen múltiples soluciones eficaces para parcelas de riego por inundación y de aspersión, aunque resultan más caras. Continúa la proliferación de especies como Abutilon theophrasti, Datura stramonium y Xanthium strumarium principalmente, especies mal controladas por la atracina, pero perfectamente controladas por herbicidas como Banvel D, bromoxinil, Callisto, Lagon, Lontrel, Samson, Spade o Starane.

Se continúa con los ensayos de variedades de maíz transgénico comparándolos con sus respectivos isogénicos. Como ocurrió en ensayos de años anteriores, apenas se encuentran daños de taladro (S. nonagrioides y Ostrinia nubilalis) en los OGM y el daño es claramente superior en sus isogénicas, no obstante sin provocar pérdidas de rendimiento.

Sobre el cultivo se aprecia presencia de carbón (Ustilago maidis), a niveles similares a cualquier otra campaña. Se realiza seguimiento para conocer el alcance de la presencia en grano de micotoxinas (Deoxinivalenol, Zearalenona, y Fumonisinas B1, B2) producidas por hongos Fusarium sp.

 

 

Arroz

La superficie de siembra de este cultivo bajó en la última campaña a las 1.750 ha que supone una reducción del 4,7% respecto al año anterior. Esta variación esta relacionada con la necesidad de romper el monocultivo que cada vez tiene mayores problemas para el control de malas hierbas. La campaña fue muy productiva con una media de 7.200 kg/ha, un 30% superior a la media de los últimos años.

La incidencia de enfermedades como la piriculariosis (Pyricularia oryzae) no supone de momento ningún problema, ni justifica tratamientos fungicidas, debido principalmente a que Guadiamar, la variedad más utilizada (80% de la superficie) no es muy sensible a esta enfermedad.

La presencia testimonial de Chilo suppressalis no provoca daños que requieran tratamiento, lo mismo ocurre con gusano rojo.

El mayor problema que se encuentra en el cultivo son las malas hierbas debido principalmente a su situación de monocultivo y su control supone casi el 50% de los gastos del cultivo. La presencia del arroz salvaje sigue aumentando, lo que se suma a las grandes infestaciones de ciperáceas (Scirpus maritimus y Cyperus difformis) y Echinocloa spp. Es obligado un programa de tratamientos que esta campaña se ha basado principalmente en una aplicación de presiembra con oxadiazon y un repaso en postemergencia de penoxulam. En esta última campaña, los resultados obtenidos han sido muy buenos.

 

 

Frutales de hueso

La superficie de estos cultivos se mantiene estable desde hace unos años, con 5.530 hectáreas, de las que el 75,5% son almendros, el 13,5% melocotonero y nectarino y el 6,5% cerezo. El 4,5% restante lo comparten endrino y ciruelo.

En cuanto a enfermedades se puede denominar a 2008 como un año complicado.

Los ataques de abolladura (Taphrina deformans) no resultan demasiado importantes, aunque es una de las enfermedades que se trata de manera sistemática. Los problemas de cribado (Coryneum beijerinckii) son más generalizados, especialmente en cerezo, con ataques durante toda la primavera.

La enfermedad que más problemas ha causado durante la campaña pasada ha sido la moniliosis (Monilia sp.) que ha estado presente en todos los frutales.

El cerezo resulta especialmente afectado, en muchos casos las variedades precoces se quedan sin recolectar, debido a la alta incidencia de moniliosis y los importantes problemas de rajado.

Los problemas por moniliosis continúan durante todo el verano creando problemas en diferentes frutos (melocotón, nectarina) muy superiores a lo habitual en otras campañas. Con la llegada de las lluvias otoñales, las variedades más tardías de melocotón, de recolección a partir de mediados de septiembre, sufren especialmente el problema. El número de frutos afectados por podredumbres es realmente elevado, y la situación es generalizada para toda la zona de producción.

En el aspecto de plagas, se han producido tres generaciones Anarsia lineatella con niveles de vuelo similares a la campaña anterior. Grapholita molesta ha tenido en general un nivel de vuelo similar al de la campaña de 2007, aunque hay que resaltar que la segunda generación ha tenido una incidencia marcada en los brotes de los melocotoneros. Se puede decir que los niveles en brote son medios y en cosecha bajos. Grapholita funebrana, principalmente en los endrinos (arañones) está causando daños importantes por desprendimiento de frutos y principalmente en la cuarta generación que es la que perdura en el fruto en el momento de la recolección. Ectomyelois ceratoniae (polilla del algarrobo) viene apareciendo puntualmente en los últimos años. Esta campaña se ha iniciado su monitoreo con feromonas a través de la Estación de Avisos sobre parcelas de nogal en producción.

Inicia el vuelo a mediados de julio y se mantiene hasta mediados de octubre con un pico en la semana 33 y hay otro menor en la semana 37 Ceratitis capitata, los niveles de daños de esta plaga en las tres últimas campañas se están incrementando y ya no se dan campañas con niveles muy bajos o inexistentes. La plaga de 2006 a 2008 ha tenido una presencia de daños constante y se están realizando experiencias de control mediante capturas masivas con atrayentes de SEDQ (trimetilamina + acetato amónico + diaminoalcano). Rhagolethis cerasi, es una mosca que tiene una presencia importante en los cerezos de la zona norte y es en la zona sur con parcelas de mayor superficie donde tiene una problemática de control difícil. El daño principal se produce en variedades de recolección de junio y julio.

Aculus fockeui, eriófidos, que en años anteriores (2005 y 2006) habían alcanzado niveles altos en algunas parcelas de melocotonero, no han causado daños ni en 2008 ni en 2007 por la utilización de abamectina para su control.

Xylotrechus arvicola, plaga presente en todas las zonas de producción de arañones, su presencia se esta extendiendo a todas las zonas donde se cultiva este frutal. También se ha detectado en cerezo y melocotonero. Comparte las zonas de invasión con la presencia de viñas.

Hoplocampa flava (hoplocampa del ciruelo) esta apareciendo en las últimas campañas Se realiza seguimiento con placas blancas observándose que el vuelo se concentra en el momento de la floración del cultivo. Esta campaña también se ha capturado H. minuta.

 

 

Frutales de pepita

Como ocurre con los frutales de hueso, su superficie se mantiene estable desde hace unos años, con 1.530 hectáreas, repartidas 60% peral y el resto manzano.

El moteado en manzano (Venturia inaequalis) ha estado dentro de lo que se puede considerar una campaña habitual, bastante lejos de los graves problemas padecidos en 2007. Si que ha sido necesario tratar hasta bien entrada la primavera, la persistencia de las lluvias hizo necesario el repetir los tratamientos.

Se vieron algunos frutos afectados en variedades rojas. Los problemas de oidio (Podosphaera leucotricha) en manzano, bacteriosis (Pseudomonas syringae) o septoriasis (Septoria piricola) en peral se consideran similares a cualquier otra campaña, sin mayor incidencia.

En cuanto a la red de observación de fuego bacteriano (Erwinia amylovora), hay que señalar que no se han encontrado nuevos positivos en la zona frutera del sur de Navarra, después de la destrucción entre 2006 y 2007 de 13 ha de peral.

Por suerte, solamente se localizó la bacteria en la mitad norte de Navarra, en setos urbanos del entorno de Pamplona y de Estella.

En cuanto a plagas, Cacopsylla pyri, psila del peral sigue siendo el principal problema de los perales. Tenemos dos zonas diferenciadas por la estrategia de tratamientos desde el invierno. En la zona sur se realizan tratamientos de invierno con piretroides contra adultos y el nivel de plaga es muy elevado lo que requiere numerosas aplicaciones insecticidas durante la campaña. En la zona oeste, donde no son frecuentes los tratamientos de invierno, el nivel de plaga es menor e igualmente las intervenciones contra ella, que oscilan entre tres y cuatro.

En invierno se han empleado piretrinas contra adultos, aceites en la prefloración y aplicaciones de abamectina y reguladores de crecimiento en vegetación.

Prácticamente no se han utilizado los caolines y si se siguen empleado los disolventes de melaza durante la pre-cosecha y post-cosecha.

La incidencia de Aphanostigma pyri (filoxera del peral) en esta campaña sigue siendo baja o muy baja, y no se han detectado los problemas de campañas anteriores.

Se ha detectado un incremento de presencia y de daños de Stephanitis pyri, tigre del peral, en parcelas de manzanos (Golden delicious) en ecológico entre los meses de julio y septiembre, y en un caso con daños al engorde de frutos.

Se continua utilizando la confusión sexual contra Zeuzera pyrina (taladro amarillo) únicamente en aquellas parcelas afectadas que mantienen un nivel medio, aunque se haya realizado la confusión durante las dos campañas anteriores. No ha habido problemas de control de Cydia pomonella (agusanado) ni en manzano ni en peral. Se considera que ha sido una campaña con dos tratamientos en primera generación en manzana y dos tratamientos en segunda generación y uno o ninguno el inicio de la tercera. En peral los tratamientos han sido similares o únicamente sólo uno en primera generación para pera ?Conference?. Hoplocampa brevis, hoplocampa del peral hemos tenido menos capturas que en la campaña de 2007 y con daños con incidencia muy baja.

 

 

Olivo

La superficie de este cultivo sigue en aumento y ha alcanzado unas 5.450 ha aunque parece estabilizarse en estos dos últimos años. Las nuevas técnicas introducidas, sobre todo la recolección mecánica, son las responsables sin lugar a dudas el aumento importante de este cultivo en Navarra.

Respecto a la sanidad vegetal, la abundancia de precipitaciones tanto en primavera como en otoño causan un presencia importante de repilo (Cycloconium oleaginum).

En plagas, como en las últimas campañas, la cochinilla Saissetia oleae apenas tiene incidencia controlada por los tratamientos específicos en prefloración.

En algunas parcelas de zonas donde no es habitual el tratamiento de prefloración se ha observado presencia elevada. Aunque las capturas en las trampas de seguimiento fueron elevadas, los daños de polilla Prays oleae fueron poco significativos. El vuelo de la mosca Bactrocera oleae esta campaña ha sido normal.

Se realizaron tratamientos de parcheo y a todo el árbol en la zona sur y solo fue necesario parcheo en las zonas más al norte con una escasa incidencia.

 

 

Invernaderos

La superficie dedicada a esta técnica de cultivo es relativamente baja unas 220 ha, pero poco a poco se va afianzando, con un claro perfil ascendente.

Aunque todavía en un plano relativamente pequeño, aparecen diversas explotaciones en las diferentes zonas dedicadas a la Agricultura ecológica.

Como contra partida, aparecen nuevas explotaciones con carácter empresarial de gran superficie y cultivos con la técnica de hidroponía (14 explotaciones).

En cultivo en suelo destacan: tomate, pepino, pimiento, alubia verde, lechuga, (fundamentalmente tipo batavia), acelga y borraja. Los cultivos de maceta más significativos son geranio, poinsetia y flor de temporada (pensamientos, alegrías, etc). En cultivos en hidroponía, el tomate y la flor cortada (lilium, rosa, gerbera, anthurium).

En cuanto a sanidad vegetal, se mantienen las habituales plagas y enfermedades, ocupando su espacio ecológico natural, según la época del año en la que aparecen y los cultivos implantados.

La Producción Integrada se desarrolla normalmente en lechuga y tomate, al igual que el control biológico, fundamentalmente en las explotaciones que tienen cultivo en hidroponía o en ecológico.

El planteamiento sanitario se basa en el manejo integral de los invernaderos: control climático (temperatura, humedad ambiente, luz), control nutricional, manejo de los suelos y de los riegos y el control biológico.

Se mantiene la vigilancia sobre el virus del bronceado del tomate (TSWV), a primeros de 2008 se detecta la enfermedad en una explotación de la zona media de Navarra sobre cultivo de tomate, tras la confirmación por el laboratorio se procede a la destrucción de la totalidad del cultivo. Al inicio del verano se localiza en otra explotación más al norte en cultivo de guindilla, procediéndose igualmente a la eliminación del cultivo. Ya en otoño se vuelve a detectar en esa misma explotación la presencia de virosis en lechuga y escarola, eliminándose el túnel afectado y realizándose arranques selectivos en los colindantes.

 

 

Hortícolas

La climatología de esta campaña (lluvia en la principal época de plantación de primavera y suaves temperaturas durante el verano) ha sido determinante en el retraso en los ciclos de cultivo de verano y como consecuencia de ello en la recolección. En el caso de tomate de industria se ha llegado ha recolectar en octubre una parte importante de las parcelas.

Durante el verano las suaves temperaturas, con temperaturas medias inferiores a las medias de la zona, en especial en el mes de junio y julio. Las temperaturas del verano han retrasado la entrada en producción de las parcelas tanto de tomate industria como de pimiento. El retraso vegetativo se manifiesta en que la cosecha de los tomates se realiza a pleno rendimiento en el mes de septiembre.

En el apartado de enfermedades, hay que reseñar la incidencia del virus del bronceado del tomate (TSWV). En la campaña 2007 se confirma en laboratorio la presencia de la enfermedad en diversas muestras de distintas especies hortícolas cultivadas en el exterior, tomate, pimiento principalmente aunque también se localizó en alcachofa y cardo. La situación más preocupante corresponde al tomate de industria debido a que supone un salto cuantitativo pasando de presencia de plantas más o menos dispersas a una zona homogénea de varias hectáreas de cultivo. Ante tal situación y tras la realización de las verificaciones oficiales oportunas, el Departamento de Agricultura del Gobierno de Navarra a través de su Sección de Producción y Sanidad Vegetal determina la destrucción de 40 ha aproximadamente de cultivo de tomate de industria en las cuales el laboratorio confirmó la presencia de TSWV.

La situación hace necesario además elaborar una estrategia de lucha contra el virus, que finalmente se plasma en la aprobación de la Orden Foral 172/2008 de 22 de abril en la cual se declara la presencia de la enfermedad, la utilidad pública de la lucha contra ella y establece las medidas de control. El resultado de estas medidas en la campaña 2008 ha sido un bajo nivel de incidencia dentro de la zona más afectada el año anterior, con casos puntuales a final de campaña, que sólo han requerido la eliminación de las plantas afectadas. A la vista de ello se decide mantener dichas medidas, y en similares condiciones para el año 2009.

En el apartado de plagas, señalar la detección por primera vez en Navarra de la polilla del tomate (Tuta absoluta) en el mes de mayo, en el entorno de una parcela plantada de tomate cuya planta provenía del litoral mediterráneo. A partir de ese momento se aplicó un programa de control basado en capturas masivas con trampas de agua cebadas con feromonas, sueltas programadas de Nesidiocoris tenuis y tratamientos sistemáticos con Bacillus thuringiensis, Spintor y Steward. A lo largo del verano, la polilla se dispersó por el regadío del Ebro y fue capturada esporádicamente en las trampas dispuestas por la Estación de Avisos hasta 60 km del punto de detección inicial.

En tomate de industria se destaca la alta incidencia de mildiu (Phytophthora infestans), con infecciones muy tempranas en la primavera, permanece durante todo el ciclo del cultivo y se reactiva a final de verano, siendo necesario realizar tratamientos específicos. Se observó presencia de oidio a finales de septiembre que se controla eficazmente con los tratamientos realizados ocasionando daños insignificantes.

En apartado plagas, es destacado la poca incidencia del taladro Helicoverpa armigera en tomate y pimiento. Destacar la presencia de la chinche verde Nezara viridula que apareció a final del cultivo en diversas localidades. Los daños por ácaros se presentaron igualmente en verano Tetranychus turkestani y eriofidos Aculops lycopersici con una incidencia alta. A final de verano en dos localidades se detecto la presencia de Bemisia tabaci en parcelas próximas a la recolección sin una incidencia destacable. Respecto a Frankliniella occidentalis en 2008 no ha tenido una incidencia como las anteriores campañas lo que se ha puesto de manifiesto en la presencia baja del TSWV.

En patata los ataques de mildiu aparecen muy temprano, con una incidencia muy alta, causando importantes daños.

En pimiento, se temía una campaña como la de 2007 con ataques importantes y generalizados de oidio (Leveillula taurina), sin embargo en 2008 la enfermedad ha pasado bastante desapercibida, sin causar daños significativos.

Se ha detectado mayor incidencia de bacteriosis (Xanthomonas vesicatoria), especialmente en nuevas zonas de cultivo de pimiento, con climatología más húmeda y fresca en regadíos de reciente instalación.

En espárrago, sigue disminuyendo su superficie situándose en unas 1.400 ha. La mosca del turión Delia platura pasa desapercibida en las últimas campañas por la utilización de acolchados. Tampoco su pulgón específico Brachycorinella asparagi esta siendo abundante en los últimos años, aunque siempre se encuentra algunas parcelas descuidadas con una población elevada que repercutirá notablemente en el desarrollo de la campaña de recolección el próximo año.

En enfermedades, se observan los habituales ataques de roya (Puccinia asparagi).

Los tratamientos se muestran muy eficaces en el control de la enfermedad, que sólo causa problemas en casos de deficiente protección del cultivo.

En alcachofa no se presentó ningún problema fitosanitario a destacar. Los tratamientos contra taladro Gorthyna xanthenes se iniciaron a primeros de febrero y se finalizaron un mes después. Al inicio de la primavera se produjeron infestaciones importantes de pulgón verde y negro que se controlaron con bastante dificultad. Las enfermedades más habituales se producen por la presencia de oidio (Leveillula taurica), y Ascochyta hortorum, aunque sin especial incidencia respecto a otras campañas. Sí que se han observado durante 2008 ataques poco frecuentes de mildiu (Bremia lactucae), tanto sobre alcachofa como sobre cultivo de cardo. En el aspecto de malas hierbas, se sufre la pérdida del paracuat, que aunque ha supuesto una revisión de las prácticas culturales de todas las hortícolas, la alcachofa era la más dependiente. Se han encontrado soluciones con dicuat y antigramíneos foliares que ofrecen suficiente control aunque resultan más caros para los productores.

En crucíferas hortícolas, la sanidad vegetal no sufrió alteraciones con relación a lo que suele ser habitual todos los años. La mosca blanca de las crucíferas

Aleyrodes proletella sigue apareciendo con frecuencia en algunas localidades del sur de la comunidad, tanto en cultivo de primavera como en las plantaciones de otoño. Es imprescindible recordar la necesidad de eliminar los restos del cultivo inmediatamente después de la recolección. Sin embargo otras plagas como polilla, orugas y pulgones se han presentado más abundantes a lo largo del ciclo si bien no han sido problemáticas de controlar.

Respecto a las enfermedades, a finales de año, con la llegada de lluvias importantes y heladas, aparecen podredumbres sobre las inflorescencias, tanto de coliflor como de bróculi, observándose principalmente problemas de bacteriosis y botritis.

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