En España se cultivan anualmente de 3 a 4.000 h de berenjena, que dan una producción de 150 a 175.000 tm. Las exportaciones han ido creciendo paulatinamente desde las 17.000 tm en 1990 hasta casi las 90.000 tm en 2006. Estos últimos años las exportaciones representan aproximadamente el 50% de la producción española.

El 76% de la berenjena se obtiene en Andalucía, siendo Almería la principal provincia productora, con más del 55% del total nacional.

En el conjunto de España el 50% de la superficie de cultivo cuenta con algún tipo de protección y en Almeria es casi un 100% el área de cultivo de berenjena la que está bajo invernadero.

 

INTRODUCCIÓN

En casi todas las Comunidades Autónomas españolas hay cultivo de berenjena pero, aparte de Andalucía, este producto tiene importancia en la Comunidad Valenciana (6%) y Cataluña (5% del total nacional).

La repetición de berenjena sobre el mismo suelo no es habitual pero sí lo es la alternancia con otras producciones de su misma familia, tomate y pimiento, con las que comparte algunos de los patógenos de suelo que con más gravedad y frecuencia le afectan. En los invernaderos de Almería, las 1350 ha de berenjena alternan con otras 18.000 ha de solanáceas (tomate y pimiento) y 18.000 ha de cucurbitáceas (melón, sandía, calabaza y pepino), lo cual quiere decir que si no todos los años, al menos una vez cada dos años hay un cultivo de solanáceas y esto hace que los problemas producidos por patógenos de suelo, a pesar de la técnica tan formidable que supone el enarenado, se agudicen con el transcurso del tiempo.

 

Enfermedades de suelo que afectan a la berenjena

Es curioso que frente a la enorme cantidad de plantas de sandía (40 millones) o tomate (40-50 millones) que se injertan anualmente en España, sean tan pocas las injertadas en berenjena, aunque sin duda este número está aumentando.

La prohibición del empleo de algunos de los desinfectantes de suelo más eficaces y utilizados, hacen el control de los patógenos más problemático. Una de las técnicas menos contaminantes y más eficaces para este fin, es el injerto. Mediante el injerto se puede prevenir la verticilosis, los nematodos y una bacteriosis causada por Ralstonia, que son las tres enfermedades, producidas por patógenos del suelo, más importantes en la berenjena.

 

Verticilosis

Está causada por un hongo que vive en el suelo Verticillium dahliae, que penetra por la raíz y produce el obturamiento de los vasos conductores. La planta afectada sufre un marchitamiento y amarilleamiento de las hojas, que generalmente es lateral, solo de alguna rama o de parte de ellas. Esta enfermedad debilita la planta y repercute directamente sobre la producción. Con temperaturas altas, la enfermedad se paraliza, pudiendo recuperarse parcialmente la planta.

El Verticillium puede sobrevivir largo tiempo en el suelo mediante microesclerocios y, además, afecta a varias especies hortícolas, aparte de la berenjena (tomate, pimiento, alcachofa), lo cual hace la rotación poco eficaz para su control.

La mayor parte de los híbridos comerciales de tomate tienen el gen Ve que los hace resistentes a la enfermedad, pero no sucede lo mismo con la berenjena; no hay actualmente ninguna variedad comercial con resistencia a esta enfermedad.

 

Nemátodos

Son gusanos microscópicos que están presentes en el suelo y afectan a las raíces de numerosos cultivos. En éstas se producen abultamientos (agallas) y terminan por destruirse. Los nematodos más frecuentes en este cultivo son del género Meloidogyne, al que pertenecen varias especies (M. Incógnita,M. arenaria, M. javanica y M. hapla).

El gen Mi, p resente en muchos de los híbridos comerciales de tomate los hace resistentes a tres de las especies de Meloidogyne, que normalmente supone una protección suficiente, siempre que la temperatura del suelo no sobrepase los 29oC, a la cual la resistencia deja de ser eficaz.

Como en el caso del Verticillium, tampoco ninguna variedad comercial de berenjena es resistente a nematodos, aunque sí lo son los portainjertos normalmente utilizados en este cultivo.

 

Marchitez bacteriana

Está producida por una bacteria, Ralstonia solanacearum, que vive en el suelo y desdeallí penetra por la raíz y se extiende por elsistema vascular de la planta, produciendosu marchitez y la muerte. Es la enfermedadmás grave en los países tropicales y, aunquehasta ahora no constituye un problema enlos cultivos de España, las condicionesambientales de los invernaderos son propiciaspara su expansión.

No hay resistencia a esta enfermedad en las variedades comerciales de berenjena (ni en las de tomate o pimiento, cultivos a los que también podría afectar) y el inóculo puede permanecer en el suelo durante varios años. Se necesita una rotación de al menos 4 años sin solanáceas para tener una cierta protección frente a la enfermedad, si el suelo está contaminado.

 

Portainjertos

Afortunadamente la berenjena es compatible con varias especies de su misma familia (berenjena, tomate, Solanum torvum,S. integrifolium, S. sisymbrifolium, S.aethiopicum) algunas de ellas con resistencia suficiente a los patógenos del suelo que le afectan.

Los portainjertos más utilizados en berenjena pertenecen a una de estas categorías:

 

Híbridos interespecíficos: Lycopersicum esculentum x L. hirsutum,

Son muy vigorosos, resistentes a Verticillium y Nematodos y raíz acorchada (Pyrenochaeta) pero no a Ralstonia. Son los más utilizados en tomate. Hasta hace pocos años su germinación era muy escalonada.

Actualmente, en algunos patrones comerciales es casi tan rápida y uniforme como el mismo tomate.

Tomate: Lycorpersicum esculentum.

Variedades con resistencia a Verticillium y nematodos. Alguna de éstas tienetambién cierta resistencia o tolerancia a Ralstonia. Están indicados para suelosmuy fértiles, en los que los patronesinterespecíficos darían un vigor excesivo.

Solanum torvum:

Es un arbusto de gran tamaño, con espinas, que se cultiva en algunos lugares para obtener productos farmacológicos. Es también resistente a Verticillium y nematodos, y además a Ralstonia, lo que le hace especialmente indicado para países donde ésta es la enfermedad más importante. Su germinación es muy lenta por lo que debe sembrarse con mucha antelación sobre la berenjena.

Berenjena:

Alguna selección de berenjena silvestre o cruzamientos de esta especie con otros Solanum se comienzan a utilizar como patrones, algunos con resistencia a Verticillium.

 

Métodos de injerto

Son varios los métodos que se pueden emplear, pero en España se utilizan exclusivamente el injerto de "empalme".

En este método se corta en bisel el patrón por debajo o por encima de los cotiledones y la variedad, por una zona del tallo de diámetro similar al del patrón y se empalma, con una pinza o canutillo de plástico flexible que mantiene las dos plantas unidas hasta que se produce la conexión entre ellas, siempre en condiciones de temperatura y humedad relativa elevadas. Si la afinidad entre patrón y variedad es buena y el injerto está bien realizado, se establece una buena unión entre el sistema vascular de ambos y la planta se desarrolla vigorosamente.

 

Resultados

Se exponen los resultados de tres experimentos sucesivos, realizados en un invernadero con cubierta de malla y otra adicional de lámina de plástico que se coloca en octubre y se retira a finales de mayo. El invernadero tiene una alta población de nematodos (Meloidogyne incognita) y también Verticillium dahliae .

Se han utilizado cuatro variedades, pero solo una, Alegría, ha estado en los tres experimentos. Los resultados se refieren exclusivamente a esta variedad pero el comportamiento de las otras tres ha sido muy similar.

La primera plantación se realizó el 28- 02-07 (los injertos sobre S. torvum, que se retrasaron, se plantaron el 15-03-07), la segunda el 26-02-08 y la tercera el 21- 7-08, todas sobre el mismo suelo y sin que hubiera ningún tipo de desinfección entre ellas. El marco de plantación fue de 1,5 x 0,5 m y las plantas se condujeron a tres brazos, entutorándolos con rafia suspendida de alambres colocados a 2 m sobre las hileras de las plantas.

La recolección de la primera plantación terminó el 30-8-07, la de la segunda el 30- 6-08, a los dos meses de iniciada y la tercera el 26-1-09.

En el primer experimento la producción de las plantas injertadas superó ampliamente a la de las no injertadas. Se obtuvieron más de 14 Kg/m2 con dos de los patrones y 12 Kg/m2 con Torvum, que se plantó un mes más tarde y se comenzó a recolectar 15 días después, frente a 8 Kg/m2 en el testigo sin injertar. La producción en los otros dos experimentos fue bastante menor, debido al ciclo más reducido (un mes más corto), al efecto de la repetición y, en el ciclo de otoño, a unas temperaturas relativamente bajas que no permitieron un desarrollo normal del cultivo. En ciclo de primavera, con plantación cuando la temperatura del suelo es aún relativamente baja, el desarrollo de las plantas injertadas sobre Torvum es muy lento, comparado con el de las injertadas sobre patrones híbridos interespecíficos (Beaufort o Spirit).

En plantación de verano, sin embargo, la producción de berenjena sobre Torvum (5,83 Kg/m2) ha superado a la de los otros portainjertos y a la de las plantas sin injertar (3,45-4,79 Kg/m2).

Las escasas diferencias de tamaño de fruto, son siempre a favor de las plantas injertadas. En calidad no se han apreciado diferencias, pues ha sido en todos los casos suficientemente buena. En cultivos largos, sin embargo, cuando llega la época de calor, el fruto de las plantas no injertadas se decolora con más facilidad que el de las injertadas, lo cual es una manifestación de que, en general, el injerto proporciona una más larga vida productiva a las plantas.

La unión del injerto es siempre buena, pero, así como cuando el patrón es también berenjena o S. torvum hay continuidad entre los tallos del patrón y la variedad, siendo ambas del mismo diámetro, cuando el patrón es tomate o híbrido interespecifico, su tallo es mucho más grueso (relación 1,4-1,6) que el de la berenjena.

La resistencia a Verticillium ha sido completa en Beaufort, TM-00089 y Spirit (ésta tenía una planta con síntomas pero probablemente por estar franqueada), cuando hasta el 30 % de la variedad sin injertar y un 3-6% de las injertadas sobre Torvum, en el primer experimento, estuvieron afectadas por la enfermedad, aunque con el aumento de temperatura se recuperaron parcialmente. En los otros dos ciclo no se han observado plantas con síntomas

En cultivo de primavera, los portainjertos con el gen Mi (Beaufort, TM-00089, Spirit), así como S. torvum, han mostrado una buena resistencia a nematodos (Meloidogyneincognita), mientras que la variedad sin injertar se ha visto, en un alto porcentaje de plantas (93-100%), afectada.

Con plantación en pleno verano y altas temperaturas (25-40oC hasta el 15/8/08 y de 25 a 35oC hasta el 5/9/08 en el invernadero), la resistencia que proporciona el genMi, deja de ser eficaz (79-100% de plantas afectadas), mientras que la de S. torvun sigue siendo perfecta (0 % de plantas con nematodos).

En resumen, aunque la berenjena no tiene hasta ahora un problema grave que haga su cultivo inviable, el injerto puede contribuir a controlar las enfermedades de suelo de manera ecológica, con un coste razonable y seguramente compensado su coste con el aumento de producción y calidad, sobre todo al final del cultivo, si es de ciclo largo.

Hay una gama relativamente extensa de portainjertos, de varias especies, que proporcionan más o menos vigor y pueden adaptarse a diferentes condiciones de cultivo.

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