La importancia del cultivo de la vid en España es evidente, tanto para la producción de uva de mesa como para la destinada a la transformación y elaboración de vinos y mostos. Muchos son los factores que tienen influencia en la calidad del producto final, pero el correcto estado sanitario de las cepas es fundamental para conseguir una buena producción. Es por ello que el diagnóstico precoz del material infectado resulta imprescindible para evitar la dispersión de enfermedades y conseguir producciones de calidad. Según el Real Decreto 208/2003, de 21 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento técnico de control y certificación de plantas de vivero de vid, el material de multiplicación así como las cepas madre deberán estar libres de las bacterias Xylophilus ampelinus y Agrobacterium spp. 

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